Tu Dios será mi Dios

Bosquejos Biblicos

Texto Clave: Rut 1:1-21

Objetivo: Resaltar la importancia de vivir el evangelio, de reflejar el amor de Cristo en cada una de nuestras acciones y confiar en Él ante cualquier prueba por muy dura que parezca.

INTRODUCCIÓN
En los tiempos de antes las mujeres no tenían tanta libertad como hoy en día, incluso en algunos países aun existe la exclusión y se le da ese sentido de inferioridad a la mujer con respecto al hombre.

Antiguamente lo mas valioso o anhelado para una mujer era casarse y seguidamente tener hijos, por lo que cuando una mujer perdía a su esposo o era infértil (“vientre seco”) era mal vista por la sociedad, algunos consideraban a la mujer estéril como un castigo de Dios por algún pecado, de no cumplir con ciertos requisitos para poder casarse nuevamente esta quedaba totalmente desamparada. La única opción era volver a casa de sus padres o algún pariente que la recibiera sin perjuicios.

En la biblia encontramos varias historias de mujeres que quedaron viudas, hoy hablaremos de una de ellas, esta es Noemí. Veremos como afrontó esta gran prueba.

DESARROLLO

En la época que Israel era gobernada por jueces, Elimelec decidió mudarse a Moab junto a sus dos hijos y su esposa Noemí, esto a causa de la escasez de alimento y en busca de mejoras (Rut 1:1).

Noemí Viuda (Rut 1:3)

Tiempo después de mudarse Noemí quedó viuda, no se sabe cual era la situación económica en ese momento pero ella debía continuar su vida y cuidar de sus dos hijos Mahlón y Quelión y confiar en Dios, aún estando en tierras extranjeras y con otras costumbres.

Rut y Orfa (Rut 1:4)

Al pasar el tiempo los hijos de Noemí se casaron con Rut y Orfa, Mujeres Moabitas. Estas mujeres tenían otras costumbres por lo que seguramente para Noemí no fue fácil el saber que sus hijos podrían olvidar sus raíces y adoptar otras culturas, no eran bien visto por los judíos juntarse con otras naciones.

Se repite la historia (Rut 1:5)

Luego de 10 años Noemí vuelve a tener una perdida, esta vez a sus dos hijos, quedando así Rut y Orfa viudas. Ahora eran tres mujeres viudas, ¡Qué situación tan difícil! Nuevamente se repite la historia, ¿Qué sería ahora de sus vidas? Eran tres mujeres solas, ¿que podían hacer ellas?, ¿de qué vivirían? Noemí perdió toda su familia de sangre en Moab.

Regreso a la tierra de Judá (Rut 1:6-7)

Noemí en medio de toda esta situación escucha que Dios ha bendecido a su pueblo dándoles pan nuevamente y decide regresar junto a Rut y Orfa a su tierra. Qué triste debió ser ese momento, después de llevar toda su vida en aquel lugar y tener que volver y comenzar de nuevo y en qué situación, luego de la muerte de su esposo e hijos, sin ningún hombre que pudiera velar por ellas.

Volveos a las casa de sus madres (Rut 1:8-9)

En el Camino Noemí reflexiona y dice a sus nueras que volvieran a casa de su madre. Aun cuando la costumbre oriental tenía varios reglamentos, ella decidió dejarlas libres. Noemí confiaba en Dios, estando vieja les da opción a sus nueras de volver a con sus familias y ella continuaría su viaje sola, renuncia a la opción de poder ser atendida por dos mujeres jóvenes.

No tengo nada más que ofrecerles (Rut 1:10-13)

El carácter bondadoso de Noemí se muestra en esta situación, ella no tenía nada más que ofrecerles, la única esperanza era que ella pudiera tener otro hijo, sin embargo no tenía marido, no sabían si la edad le permitiría tener más hijos que por cierto debía salir varón, además de que debían esperar que creciera, entre otras cosas, no hacían de eso una opción razonable.

No te dejaré Noemí (Rut 1:14-18)

Hasta tres veces tuvo que insistir Noemí a sus nueras para que pensaran bien las cosas y se fueran a donde sus familiares. Que gran ejemplo de suegra, que sus nueras sin haber nada que las atara no querían separarse de ella.

Solo una de ellas luego de la insistencia de Noemí decidió irse, sin embargo Rut con una decisión firme decidió seguir el Dios de ella y hasta morir donde ella muriera, solo la muerte sería capaz de separarla de ella. El ejemplo que tuvo que dar Noemí para que Rut tomara esa decisión tuvo que ser muy convincente. Nuestro ejemplo como cristianos debe ser tal que debe convencer al mundo e inducirlos a Dios.

¿Castigo Divino? (Rut 1:19-21)

En Juan 9:2 observamos como antiguamente se pensaba que los sufrimientos de las personas estaban directamente relacionados por un castigo divino a causa del pecado. ¿Será que Noemí estaba siendo castigada? ¿Habrá ido en contra de la voluntad de Dios? La aflicción y la amargura hicieron que Noemí pidiera que la llamaran Mara, pues “en grande amargura me ha puesto Jehová” (Rut 1:20).

Sin embargo, Jesús dice en Juan 9:3 que el pasar por alguna aflicción o enfermedad grave no quiere decir que es a causa de algún pecado, puede ser “para que las obras de Dios se manifiesten en él”.

Bendición de Dios en medio de las pruebas.

Aunque fue una situación muy fuerte y difícil para Noemí y su nuera, al final de la historia Rut se casa con un pariente de Noemí que vela por ellas, tal que la gente decía “Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel; el cual será restaurador de tu alma, y sustentará tu vejez; pues tu nuera, que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de más valor para ti que siete hijos” (Rut 4:14-15). No solo eso sino que terminan siendo parte de la ascendencia del rey David (Rut 4:17) y de del mismo Jesucristo ¡Qué gran bendición!

CONCLUSIÓN

Nuestra vida está llena de pruebas y aflicciones, aunque sean muy difíciles Dios siempre está pendiente de nosotros. Él nos conoce y sabe nuestras tribulaciones, solo en el tenemos una esperanza. Quizás nos pueda ir mal en esta vida y hasta podamos perderla, pero si confiamos nos salvará y nos dará vida eterna aun después de la muerte.

Noemí fue una mujer ejemplar que reflejaba que ponía en práctica los preceptos de Dios, quizás pensó en ese momento de su vida que Dios la había abandonado, sin embargo afronto la aflicción, al final de su historia podemos ver la mano de Dios que se preocupa por cada persona.

LLAMADO

Hoy te invito a buscar de Dios diariamente y testificar con tu vida como un verdadero cristiano, que las personas puedan ver en ti algo especial, algo diferente, que tú puedas llevar a otras personas a los pies de Cristo y al igual que Rut muchos digan: “Tu pueblo será mi pueblo, tu Dios será mi Dios”.

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

Predicas Biblicas.. Bosquejos para Predicar

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José R. Hernández
Pastor jubilado de la iglesia El Nuevo Pacto, en Hialeah, FL. Graduado de Summit Bible College. Licenciatura en Estudios Pastorales, y Maestría en Teología.

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