Bosquejos Biblicos
“Roboam pidió consejo”
Introducción:
Con frecuencia en nuestra vida podemos encontrarnos frente a varios caminos y no sabemos exactamente cuál seguir.
Podemos ser tentados por el diablo para ir por el camino equivocado, pero Dios siempre atento nos hablará de muchas maneras para librarnos del dolor y del fracaso. Seguir el consejo de Dios es garantía de victoria y bendición…
El camino de Dios es el mejor.
Cuando desechamos el consejo que viene de Dios, la ruina es la cosecha. 1 Reyes 12:6-8a.
“Entonces el rey Roboam pidió consejo de los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo? Y ellos le hablaron diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y los sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre. Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado”.
Israel ha venido al nuevo rey Roboam a solicitar que disminuya el pesado yugo financiero que su padre el rey Salomón les había impuesto. Tengamos en cuenta debido a la infidelidad del rey Salomón en sus últimos años, la escasez ha venido sobre el pueblo hebreo y con dificultad pagan sus compromisos y consiguen su provisión.
El rey Roboam consulta a los ancianos (consejeros sabios de la corte real) que habían quedado después de la muerte de su padre Salomón. Éstos le recomiendan disminuir los impuestos y ganar así el favor del pueblo. Sin embargo nos dice el versículo ocho que “Roboam dejó el consejo que los ancianos le habían dado”, es decir él desechó el consejo de los sabios.
Recordemos que la Biblia nos dice en Proverbios 1:5 “oirá el sabio y aumentará el saber; y el entendido adquirirá consejo”. Oír es un fundamento para crecer y madurar. Una y otra vez en la Biblia Dios habló a su pueblo, pero ellos no escucharon, no siguieron la dirección divina y los resultados fueron tristes y dolorosos. Siempre será mejor buscar a Dios y su consejo.
Es muy interesante tener en cuenta aquí que el nombre “Roboam” significa: “Sea el pueblo aumentado”, “el que agranda el pueblo”. Seguramente fue su padre Salomón quien le puso ese nombre en sus años de fidelidad a Dios, él esperaba que fuera éste hijo como heredero del trono el que llevará a Israel mucho más allá de los límites de aquel momento.
Lamentablemente al reinar Roboam no depende de Dios, ni se humilla ante el Señor, más bien sigue su propio camino desechando el buen consejo. Recordemos que hay caminos que parecen derechos, pero su fin es la muerte.
La forma del camino puede ser bonita, pero su esencia puede estar envenenada. Por eso no basta con seguir un camino por su apariencia, es necesario seguir el consejo de Dios.
Hay negocios que parecen buenos, fáciles y sus rendimientos son altos (parecen “milagrosos”), pero ese es precisamente el anzuelo que hace caer a muchos en la trampa.
Participar en compra de cosas robadas, acciones ilícitas o ilegales, fomentar o participar de la corrupción, robar, la injusticia, etc, son acciones que estancan la prosperidad que viene de Dios.
Conclusión:
Debemos cuidar nuestro corazón de mal consejo, es necesario permitir que la palabra de Dios ilumine nuestro camino, de esa manera no tropezaremos. Dios desea nuestro bienestar, él nos aconseja y lo que debemos hacer es escuchar su voz y seguir su buena, agradable y perfecta voluntad.
© Gonzalo Sanabria Anzola. Todos los derechos reservados.
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