Pasos para un verdadero arrepentimiento

Bosquejos Biblicos

Bosquejos Bíblicos.. Lectura Biblica: Salmo 51

Introducción

La Biblia es clara, todos los días de nuestra vida es un constante arrepentimiento. La mayoría de los cristianos verdaderos sabe que su crecimiento espiritual requiere morir a sí mismos, y acomodar su vida al Señor.

Sin embargo, una cosa es decirlo, y otra muy distinta ponerlo en práctica. Arrepentirnos genuinamente, puede tornarse en una tarea titánica. Y de hecho, a veces lo es. Ciertamente es buena, y necesaria. Pero esto no quita su dificultad.

Pero, en este bosquejo biblico, hablaremos sobre lo que dice la Biblia para tener un genuino arrepentimiento. Especialmente, nos limitaremos a la exposición del Salmo 51, escrito por David.

Desarrollo

Contexto

Este salmo fue escrito, después de que David adulteró con Betzabé. Especialmente, la introducción del Salmo dice que esto fue una respuesta de David a la confrontación de Dios por parte de Natán (2 Samuel 12:1-15).

El corazón se había endurecido mucho. Tomó a la mujer de otro hombre, y adulteró con ella. Y su amor una mujer extraña, lo llevaron a asesinar a Urías. Y aun, cuando el profeta Natán lo confrontaba mediante la historia, David no se había percatado que era con él. No hasta que Natán lo dijo directamente, que se dio cuenta del mal que había cometido (vers. 7).

El rey David fue confrontado por Dios por haber cometido tan grave pecado. Y en este Salmo, vemos la respuesta de David ante la disciplina de Dios.

I. Confesando nuestros pecados (verss. 1-5)

a. Reconocer el pecado.

Lo primero que hace este hombre es reconocer su pecado ante Dios. Él reconoció que todo lo que hizo fueron actos de rebeliones ante Dios. David se sentía avergonzado ante Dios. Aun así, no huyó de Dios. Se presente humillado ante Él, reconociendo todo el mal que había hecho (vers. 3) .

Esto nos enseña que, cuando pequemos, por más graves que sean nuestros pecados, debemos reconocerlos ante Dios. Nunca puede haber restauración ni arrepentimiento en una persona que no reconoce su pecado. A veces somos demasiado arrogantes, y nos duele pensar que hayamos hecho algo malo. Sin embargo, que tengamos la valentía para decir con el corazón: “he hecho algo muy malo”.

b. Confesar el pecado.

Una vez que estemos conscientes del mal que hayamos hecho, debemos confesarlo ante Dios. Es importante ver la actitud de David. David no sólo vio que había pecado, no escondió su falta como Adán.

Antes bien, se presentó con seguridad ante Dios. Y con un corazón sincero declaró:

“Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio” (vers. 4).

No nos escondamos de Dios, ni encubramos el pecado. Confesemos a Dios cualquiera de las cosas que hayamos hecho Aunque es doloroso, es un paso importante para la restauración.

c. Rogar misericordia.

Ahora, es interesante ver la actitud de David. No sólo reconoce que es un miserable pecador, sino que ruega a Dios misericordia (verss. 1-2). Sabe que su única esperanza de perdón está en Dios. Así que lo busca con el alma. Así debemos hacer nosotros.

II. Limpiando nuestros pecados (verss. 5-10)

a. La limpieza del pecado.

Es importante ver cómo David enfatiza la necesidad de pedir restauración a Dios. El versículo 2, el 7 y el 10 tienen exactamente la misma idea. Qué sólo Dios puede limpiarnos de nuestro malvado corazón.

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Miguel Angel Robles

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