Bosquejos Bíblicos
Bosquejos para predicar Texto Biblico: “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.” 1 Juan 5:4
Introducción
El ser humano siempre quiere salir victorioso en todas las cosas. Sin embargo durante nuestra vida comprendemos que no siempre es así, pues no tenemos el control sobre todas las cosas. Pero aunque las cosas no salgan como queremos, podemos aprender de todo y ser mejores personas.
Pero hay alguien que siempre está en victoria y ese es nuestro Dios. No solo eso, sino que nos ha prometido ir de gloria en gloria y de victoria en victoria. ¿Pero qué debemos hacer para estar siempre en victoria?
1) Hijos de Dios (1 Juan 5:1)
Dice su palabra en este versículo que si creemos que Jesús es el Cristo somos nacidos de Dios. Entonces somos hijos de Dios al creer en Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Es necesario confesar a Jesucristo como Señor, de esta manera nos convertimos en hijos de Dios.
a) Guiados por su Espíritu (Romanos 8:14)
Desde que reconocemos a Jesucristo como nuestro Señor tenemos acceso al trono de nuestro Padre. Jesús vivió en esta tierra y cuando se fue envió al Espíritu Santo para ayudarnos en esta nueva vida en Dios. Debemos ser guiados en todo por el Espíritu Santo, quien nos lleva a toda justicia y verdad. Todo el que es guiado por el Espíritu de Santo es hijo de Dios.
b) Pacificadores (Mateo 5:9)
Si somos pacificadores también es porque somos hijos de Dios. Dios quiere que sigamos la paz con todos los hombres, pero principalmente con paz con Él. No podíamos tener esa paz antes de Jesucristo, pero gracias a Él ahora somos llamados hijos de Dios, los que buscan la paz de Dios.
c) Por la fe (Gálatas 3:26)
Por la fe en Jesucristo es que somos conocidos como hijos de Dios Altísimo. A Jesús no le vimos cara a cara, pero por la fe sabemos que Él vive, que murió pero al tercer día resucitó de entre los muertos. También por la fe sabemos que fue a preparar lugar para su pueblo y volverá a llevarnos con Él.
2) Aman a Dios (1 Juan 5:3)
Como hijos de Dios amamos a nuestro Padre. Y si como hijos amamos a nuestro padre, le obedecemos, obedecemos sus mandamientos. Pero dice su palabra que sus mandamientos no son gravosos, esto porque nos impulsa el amor a nuestro Padre Celestial, el que tiene todo el poder y es digno de toda gloria por los siglos.
a) Con todo el corazón (Deuteronomio 6:5)
Los que amamos a Dios hemos aprendido a buscarle y a darle la gloria. A amarle con todas las fuerzas, con toda nuestra voluntad y a rendirnos totalmente delante de Él. Dios es digno, él lo merece, lo hemos comprobado. Y todo el mundo debe saber que solo Dios es digno de amarle con todo el corazón.
b) Solo a Él (Mateo 6:24)
No servimos a dos señores. Todo nuestro amor y todo nuestro servicio es para el Rey de Reyes y Señor de Señores. Nada ni nadie puede tomar el lugar de Dios en nuestro corazón, solo a Él debemos servir, solo a Él debemos rendirnos.
c) Soportan las pruebas (Santiago 1:12)
Dios tiene una corona de vida preparada para todos aquellos que aman a Dios. Pero es necesario permanecer fieles hasta la muerte, fieles ante la tentación. Las pruebas ciertamente vendrán pero por amor al Señor debemos permanecer fieles en todo lo que Dios nos mande.
3) Aman a los hijos de Dios (1 Juan 5:2)
Pero no solamente como hijos amamos a Dios, sino que amamos también a los demás hijos del Señor. Dios nos envió a seguir la paz con todos, principalmente con los hermanos en la fe. Y en esto sabremos también que amamos a Dios, cuando nos amamos los unos a los otros.
a) En amor fraternal (Romanos 12:10)
dice su palabra que nos debemos amar los unos a los otros y preferirnos. El amor debe ser un amor fraternal, debemos tratarnos como hermanos pues somos hijos del mismo Dios.
b) Con paciencia (Efesios 4:2)
Debemos soportarnos los unos a los otros en el amor de Dios. Debemos tener paciencia, de esa que nos da el Espíritu Santo. En esto sabremos que somo hijos de Dios.
c) Dando aliento (1 Tesalonicenses 4:18)
Debemos tener paciencia y preferirnos tratandonos como hermanos. También debemos darnos palabras de aliento, sabiendo que nuestro Dios está con nosotros y su venida esta cerca.
4) Más que vencedores (1 Juan 5:4)
Como somos hijos de Dios y Dios está en victoria somos en Él más que vencedores. Esta es la victoria que he vencido al mundo entero, nuestra fe. Hemos nacido de Dios, por voluntad de nuestro Señor hemos sido salvos y le obedecemos en amor, por lo tanto esa fe en Jesucristo que tenemos nos ha hecho vencer al mundo entero, ahora tenemos vida en Él.
a) Por medio de Jesucristo (1 Corintios 15:57)
Por medio de Jesucristo es que hemos alcanzado la salvación. Por medio de su amor eterno es que ahora somos perdonados de nuestros pecados y podemos acercarnos a Dios.
b) Sobre la muerte (1 Corintios 15:54)
La muerte ya no tiene potestad sobre los hijos de Dios, pues la vida que nuestro padre nos ha dado está dentro de nosotros. No hay más victoria de la muerte sobre los hijos de Dios, pues en Cristo tenemos vida eterna. La victoria de la muerte estaba en el pecado pero por el sacrificio de Jesús, aunque estemos muertos vivimos eternamente con Él.
Conclusión
Por la fe en Jesucristo hemos venido a ser hijos de Dios. Como hijos hemos aprendido a amar a nuestro Padre Celestial. No solo a Él sino que amamos a los demás por ese amor de Dios que dentro de nosotros, un amor eterno. Al convertirnos en hijos de Dios venimos a tener la victoria siempre, por medio de Jesucristo y por el poder de Dios. En Cristo Jesús somos más que vencedores, por el amor de Dios en nuestra vida.
© Mauricio Alvarez. Todos los derechos reservados.
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