Todas esas habilidades cualidades se deben tener en un hogar. Pero sobre todo estar con Dios que él sea el centro del hogar Y así como el cordón de tres nunca se romperá.
Recordemos que no es mejor el hombre no es mejor la mujer. Simplemente somos dos en las manos de Dios. Vamos a (Efesios 5:23 33). Ahí nos están enseñando que el marido es la cabeza de la mujer como Cristo es la cabeza de la Iglesia. Que las mujeres deben estar sujetas a su marido como la iglesia está sujeta a Cristo y los maridos tienen que amar a vuestras mujeres, así como Cristo amo a la Iglesia. Es muy importante que el hombre este sujeto a Cristo para que la mujer este sujeto al hombre y llevar una vida unidos como propósito de Dios.
c. La tercera prioridad son nuestros hijos
Hasta que ellos se casen no podemos estorbar a nuestros niños en la búsqueda de su señor del Señor Jesús. Es importante guiarlos encaminarlos ante la presencia del Señor No será un obstáculo. No será una piedra en su camino.
Pero también saber que hay momentos que se deben reprender para ser un buen hijo, porque el hijo que ama se repente, alguien consentido es un niño malcriado, si se debe expresar afecto y amor y de esa forma fomentar la disciplina. Pero con amor, no con irá porque cuando hay irá. No se reprende se golpea y se lástima el corazón, pero cuando corrige con amor instruye en disciplina. Ahí se le ofrece la oportunidad al niño a crecer y amar a Dios.
d. La cuarta prioridad es la Iglesia
La cuarta prioridad es la Iglesia el Cuerpo de Cristo, pero lo enfocamos en el templo de Dios. Es importante que estemos en el templo sirviendo. Poder contribuir con lo que el Señor nos manda cómo, ofrendar, diezmar, servir en diferentes ministerios entre otros.
Tener un lugar de responsabilidad Cómo lo dicen Hechos 20: 17-18, cuando Pablo dio el discurso allí en la Iglesia. Es importante servir y ayudar a los hermanos en amor y en verdad como nos enseñas esos.
e. La quinta prioridad es el trabajo
El trabajo se ubica en la quinta prioridad, es importante para Dios trabajar. Se trabaja teniendo encuneta la honestidad, puntualidad, con amor, actuando como verdaderos hijos de Dios. Pero nunca debes dar el primer puesto al trabajo, porque en ocasiones descuidamos nuestra comunión con Dios por estar trabajando más de las 24 horas o lo establecido por el Gobierno del país en el que se encuentre.
Saber que el trabajo es una bendición y que lo manda Dios como lo dice en 2 Tesalonicenses 3:16 pero saber que el trabajo es bendición y no una carga.
Conclusión
Todo Dios lo hizo perfecto y lo hizo bajo un orden establecido, asimismo quería compartirles los principios de las prioridades recordemos que su primera prioridad es Dios. Lo demás viene en añadidura, como no lo enseña Mateo busquemos primero el Reino de Dios y lo demás vendrá por añadidura.
Todo viene en el tiempo de Dios, la mejor bendición es adorar el nombre del Señor porque ahí está la respuesta.
Redactado por Y.S. Parra Mora para el uso exclusivo de Predicas Biblicas.
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