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Bosquejos Bíblicos
Prédica de hoy: ¿Cómo actuar frente a las relaciones tóxicas?
Texto Bíblico Principal: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos, porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia?¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” 2 Corintios 6:14
Relaciones tóxicas – Introducción
Relacionarnos en la vida es fundamental. Dios nos hizo seres sociales, y él mismo nos invita a amar a nuestros hermanos. Sin embargo debemos estar atentos, pues aspectos cómo las mentiras ó el egoísmo pueden crear una relación tóxica. Un vínculo que nos hace daño y que comienza a debilitar nuestro espíritu.
Como cristianos debemos apartarnos de todo lo que nos aleja de Dios. Sí estamos en una relación tóxica, ya sea romántica, familiar, laboral ó amistosa, necesitamos saber de qué manera Dios nos pide que actuemos.
I. ¿Cómo identificar relaciones tóxicas?
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis” Gálatas 5:16-17
Las relaciones tóxicas llegan a nuestras vidas disfrazadas de buenas intenciones. Nuestro espíritu evangelizador nos lleva a buscar personas para acercar a su presencia.
Cómo cristianos debemos ser responsables con respecto a qué actitud tomamos frente al pecado. Sí no somos fuertes, en lugar de contagiar de Dios, podemos terminar nosotros mismos llenos de los deseos del mundo.
Nuestro Padre nos dice claramente que los deseos de la carne se oponen al Espíritu.
Sí en una relación comenzamos discernir este tipo de deseos presentes, es mejor que tomemos medidas. ¿Cuáles son estos deseos?
“Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios” Gálatas 5:19- 21
¿Cuántas de estas características no podríamos tener nosotros mismos sin darnos cuenta? Ojalá que ninguna. A veces no son solo personas externas, incluso nuestras relaciones más cercanas podrían ser tóxicas.
Cuando empezamos a dejarnos influir por estos deseos, también nuestro camino comienza a desviarse. No queremos eso, Dios nos llama a ser cómo un árbol plantado en su nombre. Así que sí detectamos esa ruptura interna, ó sentimos que alguien consume nuestra energía negativamente, es hora de actuar.