Bosquejos Bíblicos
Prédica de hoy: Dios es justicia
Texto Bíblico Principal: “Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; pero Jehová pesa los corazones” Proverbios 21:2
Introducción
En un mundo qué parece injusto, existe un único camino para hacer el bien. Los tribunales y juzgados pueden intentarlo, pero sin Dios es imposible hacer justicia. Es él quién dicta lo qué está bien ó mal, y la única respuesta posible se encuentra en su ley.
Cuando no entendemos porque la tierra es tan injusta, pensemos cuantos han entregad realmente sus vidas a Dios. ¿Nosotros lo hemos hecho? Éste acto debe hacerse con verdad, es la única manera en la qué podemos alcanzar justicia y redención.
I. Justicia divina (Gálatas 6:7)
Ser justo en verdad es necesario para agradar a Dios. Es una de las virtudes mas importantes para vivir sanamente y solo es ejercida en tanto entendamos que no debemos seguir el pecado.
La injusticia generalmente es causada por actos llenos de pecados. En cambio un corazón justo se mantiene apartado para Dios. Él ve esto y a cada uno le da como corresponde, esto es lo que llamamos justicia divina. No está en nuestras manos y solo puede ejercerla Jehová.
Cuando seguimos las leyes y preceptos que nos enseñan las Escrituras, somos justos. No hay manera de seguir su camino siendo inmorales ó percibiendo el mal como camino correcto. Debemos ser firmes y no cansarnos de hacer el bien. Tarde o temprano, esto tiene recompensa y la más maravillosa de ellas es la vida eterna.
II. Motivaciones de la justicia (Mateo 6:33)
Seguir a Dios solo esperando conseguir algo a cambio, es interés y no es correcto. Nuestras motivaciones para hacer justicia deben ser guiadas por el Padre, no por afanes de este mundo. Ninguna preocupación puede importar mas que hacer el bien por amor.
Sí alguien se cree justo para que no le vaya mal, no demuestra amor. Nuestros actos buenos y todo lo que hagamos debe ser para honrar a Dios. Debemos estar motivados por pasión honesta y real. Todo lo demás Dios nos lo dará a su debido tiempo.
Alguna veces nos pasan situaciones qué juzgamos como injustas, pero debemos evaluar cómo hemos actuado. Recordemos que cosecharemos según lo que hayamos sembrado.
Dios es perdonador, en eso también es justo. Sí sentimos que nosotros no lo hemos sido, él puede ayudarnos a cambiar. Nunca es tarde para arrepentirse y cosechar en justicia.