Vivir la esperanza

Bosquejos Bíblicos

Prédica de hoy: Vivir la esperanza

Texto Bíblico Principal: “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.” Hebreos 10:23

Introducción

Seguir a Jesús es vivir por y para una promesa. En él entendemos el amor y avivamos la esperanza de manera dulce y alegre. Recibimos un regalo precioso y es nuestra responsabilidad darlo a conocer a todo el mundo.

Cuando la esperanza deja de ser sufrimiento, para convertirse en deleite, es porque la palabra de Dios trascendió en nosotros. Esperanza significa confianza plena y es fundamental para agradar su nombre.

¿Hasta cuando esperamos? Solo Dios tiene respuesta. Para nosotros no existe el tiempo o el fin, sino el proceso en el qué somos entregados a su nombre. La espera es honra para nosotros, nos guía y nos ayuda a vivir la experiencia en éste mundo terrenal.

I. Esperanza: propósito de vida (1 Pedro 1:10)

No conocer de los milagros de Dios, implica un vacío existencial enorme. Éste mundo entre maldad y egoísmo, lleno de pecado, es profesional en consumir esperanzas. El “no puedo” es consecuencia de ese sinsentido que tiene vivir una vida terrenal.

Cuando conocemos el verdadero amor, qué está muy lejos al mundano, somos transformados. De esa versión nueva y renovada de nosotros mismos, aprendemos la palabra de Dios. De su mano somos purificados. En esa conversión hay testimonio de una esperanza profunda.

Jehová nos da un nuevo propósito y nos rescata cuando sentimos qué todo estaba perdido. Permite qué seamos parte de su obra y podamos honrarlo con nuestra vida. ¿Qué esperamos? Su vida eterna.

II. Esperanza: garantía de la fe (Hebreos 11:1)

Para conocer el verdadero amor de Dios, se necesita fe. Esa convicción de su poder y gracia en nuestras vidas es imprescindible al momento de espera. Puesto que sí no somos capaces de creer en lo qué esperamos, estamos mintiendo.

Dios no se contradice. Es claro, espera de nosotros fe y esperanza. No puede existir una sin la otra, pues ambas se retroalimentan. Cuando hay fe, hay espera virtuosa, y de ella hay garantía de que somos reales ante Dios.

Jehová nos pide ser verdaderos, aunque aún sí intentamos mentir, él conoce todo de nosotros. Es imposible engañarlo y esto es muy importante al momento de practicar nuestra fe.

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José R. Hernández
Pastor jubilado de la iglesia El Nuevo Pacto, en Hialeah, FL. Graduado de Summit Bible College. Licenciatura en Estudios Pastorales, y Maestría en Teología.

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