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Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: Lo que resolvió la cruz

Bosquejos Bíblicos Lectura Bíblica de Hoy: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, más tenga vida eterna.” Juan 3:16

Introducción

La muerte de Jesús no fue una tragedia, sino un milagro. Esta es una importante escritura, porque nos permite entender el ¿Por qué Dios entrego a Jesús? Y ¿Por qué recibiríamos vida eterna?

Para poder asimilar lo que se pretendía restaurar con el evento de la cruz se hace necesario analizar que fue lo que el primer hombre perdió en Edén.

Partiendo de lo anterior, la cruz pasa de ser ese escenario devastador a aquel proceso jurídico y legal donde por medio a una transacción se reestablece la naturaleza divina en la vida del hombre y lo capacita para desempeñarse en el propósito eterno.

Las 3 virtudes que Dios le entrego al hombre y que este perdió y Jesús resolvió en la cruz:

“entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.” Génesis 1:26

Primero: La imagen.

La imagen es la virtud donde Dios nos dota de las características que forman su carácter y definen en nosotros la personalidad, identidad y autopercepción. Cuando el hombre peco, se desconecto de la fuente que le suministraba:

Carácter.
Autopercepción (Génesis 3:7)

Ellos siempre estuvieron físicamente desnudos y no sentían vergüenza. ¿Qué cambio? Su manera de verse, porque se extravió su identidad y lo que empezaron a ver fueron defectos, desagrados, surgieron los complejos y junto con todo esto nació la intención de cubrir todo aquello que les generaba frustración.

El 95% de las cosas que hacemos los seres humanos es con la intención de:

Que nos vean.
Movidos por una necesidad de atención.

Para ocultar ciertos
Llenar vacíos existenciales.
Ser tomado en cuenta, valorado y aceptado.

Todo esto producto de ignorar lo que perdimos y lo que en Cristo nuevamente hemos recuperado. La muerte y resurrección de Jesús nos volvió a vincular o conectar con la fuente (Dios) y ser provisto de:

Carácter.
Autopercepción (Efesios 2:18).

En Cristo nuestro valor como persona, ser espiritual y rol divino fueron restaurados, conocer esta verdad nos libera.

Nos libera de:

Un sistema carente de identidad con una sed insaciable de ser tomado en cuenta. Asumir estereotipos sociales que responde a un vacío y unas ganas enormes de aparentar lo que no somos en esencia. El humanismo inhumano, que fomenta el auto rechazo, la no aceptación y al no encajar en el modelo social de hombre o mujer modelo nos descartamos… y por ente modificamos.

La tecnología cada vez nos ayuda a mejorar “las imperfecciones”, ya ni siquiera es una opción. Los teléfonos y cámaras inteligente, traen de fabrica la opción de embellecimiento y han dejado fuera la elección natural.

El prototipo de mujer perfecta:

90-60-90 son las proporciones del pecho, cintura y cadera. Y las que no entran dentro de ese esquema, motivadas por una estima lacerada son llevadas a modificar de forma natural o artificial su cuerpo. Sabiendo que esto es como tapar una pierna gangrenada con un vestido largo de 800 dólares.

De los hombres ni hablar:

La sociedad moderna a establecido el perfil de un hombre tan alterado y alejado del diseño divino, que hasta la masculinidad se esta perdiendo. Y pensar que esto es problema de las últimas décadas, nos deja muy limitados. Esto aconteció en Edén, cuando el hombre y la mujer se desconectaron de su creador.

Gracias a Cristo volvemos a:

Ser Hijos de Dios.
Ser Pertenecía suya.

Ser Representantes del reino.
Tener el Carácter Dios.
Una Personalidad definida por el modelo con que fui elaborado (Cristo).

Identidad: que, a pesar de tener los rasgos de Dios, también me hizo un ser único en cuanto a esos aspectos que me hacen ser tan yo.
Autopercepción: no me veo, mido y acepto por el prototipo social distorsionado, mas bien soy el producto perfecto del amor de Dios.

Segundo: La semejanza.

Ser semejante a Dios es el resultado de tener su imagen. En otras palabras, aquel o aquella persona que sabe quien es en Dios, pensara, hablara y actuara como Dios. La semejanza es cuando nuestra vida es gobernada por:

Los principios morales de Dios.
Los estándares o escala de valores de Dios.

Por ejemplo:

Alguien que tiene la semejanza de Dios y la comprende, jamás orara por un puesto de trabajo que ya lo ocupa alguien más.
Que sabiendo que puede robar, no roba.
Robo de tiempo.

Robo de méritos.
Que puede mentir, no miente.
Que puede odiar o guardar rencor, pero aun así no lo hace.

La semejanza pone en mi todo el conjunto de parámetros que gobiernan el accionar de Dios.

Tercero: el dominio (gobierno).

La palabra dominio utilizada en Genesis hace referencia al gobierno de Dios expresado en la creación por medio al hombre. Como representante de Dios en la tierra y poseedor de su imagen y semejanza, el hombre fue asignado para gobernar lo creado. En palabras distintas, el hombre y la mujer fueron hechos para ser gobernadores, pero con el pecado terminaron siendo gobernados.

Por eso, es que vemos la humanidad siendo prisionera de aquellas cosas que por posición debimos tener dominio. Por ejemplo:

El alcohol.
Las drogas.
El sexo.

La cultura.
Las carencias.
El hombre gobernado por la mujer.

La mujer gobernada por el hombre.

Estos dos últimos son importantes, porque en el listado de cosas que el hombre tenia que ejercer dominio o gobierno no fueron incluidas.

El único capaz de gobernar al hombre o mujer es su creador, porque este tiene su patente, además que su gobierno jamás destruye o hace daño, todo lo contrario, siempre edifica.

Mas verdades:

Todo lo que sucedido con la humanidad que la ha perjudicado hasta nuestros días, tiene su origen en el acto legal y espontaneo realizado al momento que Adán y Eva (y dentro de ellos todos nosotros) decidieron separarse de Dios. Lo que hoy padecemos son las consecuencias de vivir separados de Dios.

Debemos tener en consideración que puede estar con Dios y aun así no conocerle y por ende ser cautivos de aquello que Cristo resolvió.

Todo resuelto en la Cruz (Juan 19:30)

La expresión hebrea utilizada por Jesús en la cruz “Consumado es” significa, todo ha sido cumplido. Todo lo que se requería por ley para que las cosas vuelvan a ser como en el origen, han sido satisfecha. Gracias al cumplimiento de la ley y al acto ceremonial en la cruz, Dios nos vuelve a otorgar en Cristo su:

La cruz no es un escenario, que exhibe a un Cristo débil, abatido y vencido. Todo lo contrario, muestra a un abogado presentando todas las pruebas de lugar para justificar nuestro caso delante del Juez. Y por medio a este, hemos sido encontrado inocente, ya que el mismo tomó nuestra culpa y pago la condena.

Ahora estamos habilitados para:

Tener su imagen, el restauro en nosotros su carácter, personalidad, identidad y autopercepción.

Empoderarnos de su semejanza, vivir conforme a los estándares, principios y valores del Dios y no ser arrastrado por la corriente filosófica del mundo.

Y tener dominio (gobierno), somos aptos para gobernar sin ser gobernados por aquellas cosas que nos llevan cautivos y distorsionado en nosotros la imagen y semejanza de Dios.

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Francisco Carbonell M

Hijo de Dios.

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