Bosquejos Bíblicos
Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: Dios, la iglesia y la disciplina
Bosquejos Bíblicos Texto de la Predicación: Mateo 18:18-20
Introducción
Por eso, entender la enseñanza de Jesús en este pasaje es importante. El Señor en este pasaje se dedica a explicar la autoridad que la Iglesia tiene para ejercer la disciplina. Por eso, este pasaje sigue ese hilo, y tiene que ver con la autoridad que Dios la iglesia para disciplinar a sus miembros.
Jesús nos enseña tres cosas la autoridad de la iglesia para disciplinar:
- ¿En qué consiste la autoridad?
- ¿De dónde viene la autoridad?
- ¿Cómo ejercer esta autoridad?
I. ¿En qué consiste la autoridad?
a. ¿Qué significa Atar y Desatar?
El Versículo 18 dice: “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo”.
Estos términos son muy usados erradamente entre los cristianos. Muchos los usan para hablar de que tenemos el poder para atar y desatar bendiciones en la tierra y en el cielo. Otros la usan para decir que tenemos el poder para atar y desatar demonios.
b. ¿Pero realmente significa eso?
La cuestión es que esto no concuerda con el contexto. Porque Jesús viene hablado sobre la disciplina y el cuidado espiritual. Las riquezas o cualquier bendición espiritual no tienen nada que ver con lo que viene hablando Jesús. Y mucho menos el poder de controlar y vencer a los demonios. No se menciona ningún demonio aquí. El contexto habla sobre la disciplina. Así que esto habla sobre el poder de la iglesia, o su autoridad, para disciplinar a otros.
c. Términos atar y desatar
Los términos atar y desatar eran términos que los judíos usaban para imputar o perdonar pecados en asuntos judiciales. Se usaban para declarar que una persona era culpable y merecía castigo, o que una persona se había arrepentido y debía ser perdonado. Atar significa que la culpa quedaba amarrada sobre la persona y por tanto debía ser juzgada. Y desatar significaba que la culpa y el castigo se le había desamarrado, de tal manera que debía ser perdonado.
Es sencillo. Si alguien tiene una bola de hierro atada en el pie, no puede caminar, eso le pesa, la bola lo acompaña a donde quiera que vaya, y forma parte de Él. Pero cuando se desata, la persona queda libre, es librada de esa carga, el peso es quitado, y se siente aliviado.
Atar y desatar entonces significa: Que la iglesia tiene el poder para poner el peso de la culpa sobre una persona, si esta no se ha arrepentido. Pero si se arrepiente, puede librarlo de la carga de la culpa.
d. Ejemplo bíblico.
Algo parecido dice Jesús, en Juan 20:23:
“A quienes les perdonen sus pecados, les serán perdonados; a quienes no se los perdonen, no les serán perdonados”.
No es que el hombre pueda perdonar pecados. Eso es algo que sólo puede hacer Dios. Significa que la iglesia tiene potestad para declarar si un hombre ha persistido en su rebeldía, o se ha arrepentido, y por tanto, debe ser excomulgado de la iglesia, o ser restaurado.
II. ¿De dónde viene la autoridad?
a. El significado de en el cielo y en la tierra.
Ahora, ¿qué significa que “todo lo que ate en el cielo será atado en la tierra”, etc.? Bueno, el cielo a veces se usa para hablar del lugar donde Dios habita. Por eso, el cielo es una referencia aquí a la presencia de Dios.
Lo que el Señor está diciendo es que las decisiones de disciplina, de excomulgar o restaurar a alguien desviado, si es ejercido correctamente, es apoyado por Dios en el cielo. En la tierra estamos nosotros. Si hacemos el ejercicio de disciplina bien en la tierra, Dios nos dará su aprobación desde el cielo.
b. La necesidad de la autoridad de Dios.
Nadie en la tierra tiene la potestad para sacar a alguien más de la iglesia, ni para aceptar a nadie que se haya entregado a la inmoralidad, llamándose cristiano. ¡La iglesia no puede dirigirse por lo que quiere el hombre!
Es por eso que el texto dice que, cuando se reúnen dos o tres, para deliberar sobre esto, deben pedir a Dios. Ellos piden a Dios conforme a su Palabra. Y si ellos buscan con afán de la guía de Dios, el Padre que está en los cielos responderá, ayudará, y restaurará a la persona, o la quitará de la iglesia para que no la contamine.
Conclusiones
Nadie puede disciplinar a otra persona dentro de la iglesia sin la autoridad de Dios. La iglesia puede exhortar, aconsejar, reprender, excomulgar, o perdonar, sólo porque Dios le ha dado la autoridad para ello. Dios es el Señor. Y en todo lo que nos manda, debemos decir: “amén, así lo haré”.
© Ricardo Hernández. Todos los derechos reservados.
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