Bosquejos Bíblicos
Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: El paralítico de Betesda
Bosquejos Bíblicos Lectura Bíblica de Hoy: Juan 5:1-10
Introducción
El estanque de Betesda.. Trasfondo Histórico
Según su idioma arameo Betesda significa “casa de gracia” mientras que en el diccionario bíblico ilustrado, significa “casa de misericordia”. Este se caracterizaba como una piscina con cinco pórticos, en los cuales yacía una gran cantidad de enfermos, que esperaban que las aguas se agitaran para recibir sanidad.
No todo era sencillo, solo recibía sanidad aquel que se sumergiera primero a las aguas cuando estas se sacudían. Algunos comentaristas afirman que aquello no era más que una simple superstición. En esos tiempos habían extrañas religiones que se basaban en el poder del agua, creían en demonios o ángeles que dominaban las mismas.
Había algunos, que según su religión, creían que cuando una persona se veía en apuros en las aguas de los ríos, nadie acudía al llamado de auxilio puesto que se presumía que algún residente espiritual había cobrado su vida y por eso eran ahogados.
Por esta razón se logra confirmar que en esa ciudad algunos según su religión pensaban que cuando el agua se removía era porque un Ángel las golpeaba, y el primero en sumergirse recibiría sanidad. En la actualidad hay muchos que conservan estas creencias, así como la famosa superstición de las propiedades curativas de las aguas termales era el estanque de Betesda, una piscina donde muchos acudían por sanidad.
El paralítico de Betesda – Un hombre paralítico no pierde su fe
Un hombre paralítico intenta una vez más librarse de la enfermedad que lo aquejaba. No se sabe cuántos intentos habría hecho, en la biblia solo se refleja el tiempo que yacía postrado, 38 años. Suponiendo que desde entonces no dejaba de luchar por recibir su milagro de sanidad, se puede notar que se trataba de una persona diligente y perseverante. El simple hecho de estar allí tanto tiempo demuestra su fuerza de voluntad.
Jesucristo se compadece del hombre enfermo
Ese día se celebraba una fiesta donde estaban reunidos los judíos, (había tres fiestas que requerían la presencia de los judíos: tabernáculo, pascua, pentecostés). Entre ellos estaban los sacerdotes, y representantes religiosos (fariseos). Estos solo se centraban en seguir la ley antigua y las normas impuestas por ellos mismos, y no mostraban ninguna preocupación por los enfermos.
Sin embargo, Jesucristo vio la necesidad de aquel hombre y quiso sanarle. Primero le pregunto si quería ser sano, aquel hombre paralítico tenía su milagro de sanidad en frente pero la decisión era suya, entonces decidió obedecer a Jesucristo y recibió sanidad. Pese a que la orden que Jesucristo le dio infringía la ley, (cargar consigo la cama quebrantaba la ley judía, porque no se podía laborar el día de reposo).
De la historia del paralítico de Betesda podemos aprender 3 aspectos que se deben cumplir para recibir las bendiciones o milagros que esperamos departe de Dios.
I. El paralitico de Betesda persevera (verss. 1-5)
- Diligencia (verss. 5; Proverbios 13:4)
¿Qué representan para usted los 38 años de enfermedad del personaje principal de este pasaje? Debió ser una gran lucha, entre líneas todo aparenta ser fácil, pero realmente no nos podemos imaginar el tormento de aquel hombre paralítico.
Se ve que se trataba de una persona que no se rendía fácil, hay quienes desean alcanzar una meta, pero al tropezar con el mínimo obstáculo se cansan y desisten fácilmente. Este hombre pese a su condición, allí estaba, intentándolo una vez más.
Quizás desde hace cuánto mantenía la visión de su cuerpo sano y libre de la enfermedad. La historia de este hombre nos enseña que cuando queremos ser bendecidos por el Señor, debemos ser perseverantes y diligentes tal y como se refleja en el pasaje en estudio y en el versículo de Proverbios 13:4.
II. La obediencia del paralitico de Betesda(verss. 6-9)
- Voluntad (verss. 9; Salmo 40:8)
En pos de su sanidad el hombre obedece a Jesucristo y fue sanado. Cabe destacar que el recibió sanidad por voluntad propia. En primer lugar Jesucristo primero le pregunta si quería ser salvo, este primero argumentó que por su condición no llegaba a tiempo al estanque cuando se sacudían las aguas.
Sin embargo, luego de recibir la orden de Jesucristo obedeció, tomo su lecho y anduvo pese que a esto implicaba ir en contra a las leyes judías. Este hombre le creyó al Señor primeramente y recibió sanidad. Este hombre pudo haber rechazado a Jesucristo según sus creencias, o pudo haberse cansado de su condición, pero en lugar de eso sometió su voluntad a Jesucristo.
Es común entrar en desespero en medio de situaciones adversas, pero debemos entregar nuestra voluntad a Dios, y obedecerle si queremos ver su gloria en nuestras vidas (Salmo 40:8). Esa fue la actitud de este hombre paralítico, infringió la ley de los fariseos (no podía cargar su lecho el día de reposo), obedeció al Señor y recibió sanidad.
III. La fe demostrada por el paralitico de Betesda (verss. 10)
- Confianza en Dios (vers. 10; Proverbios 3:5-6; Isaías 43:2)
Ahora bien, aquel hombre enfermo pudo negarse y pensar tengo 38 años con esta enfermedad y ¿este hombre me pide que me levante y tome mi cama? Esta persona pudo dar lugar a la duda y discutir con Jesucristo, o negarse a tal petición por las costumbres de su pueblo.
Él pudo haberle dicho no importa yo intentare de nuevo en otra ocasión, o simplemente pudo preguntar, ¿quién eres?, yo no te conozco. Entre tantas interrogantes que pudieron haber surgido en ese momento, el hombre simplemente actuó por FE, y confiando en Jesucristo se levantó con su lecho y anduvo.
Debemos aprender a tomar decisiones firmes en Fe confiando plenamente en el Señor. Así como Dios prometió proteger y salvar a Israel (Isaías 43:2), debemos tener la certeza de que también está con nosotros. Aunque todo se vea difícil, debemos aprender a caminar sobre las aguas de la mano de Jesucristo. Si mostramos dudas como Pedro (Mateo 14:28-32) nos hundiremos. Tan solo debemos tener Fe y Confianza en Dios, es la mejor elección.
Conclusión
El paralítico tuvo más de una opción, pero de todas tomó la mejor que fue y confiar en Jesucristo.
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.