Bosquejos para Predicar
Prédica de Hoy: ¡Abba Padre!
Bosquejos para Predicar Lectura Bíblica de hoy: Romanos 8:28-39
Introducción:
Un cristiano convencido y maravillado con los favores y bendiciones que Dios nos da puede sin duda sumarse a las palabras que Pablo con santidad y perfección exclamó: Somos “más que vencedores” en Cristo Jesús.
Tal nivel de confianza y seguridad demuestran una actitud genuina de aquellos que batallan hasta obtener la corona de la vida eterna. Siguiendo este sentir, en este bosquejo para predicar se profundiza en este pasaje bíblico para describirlo de manera detallada, intentando relacionarlo con nuestra vida como cristianos.
Desarrollo:
1. El amor de Dios para sus hijos
Hay muchísimas razones para considerarse dichosos vencedores en la fe. He aquí en detalle lo que nuestro apóstol Pablo explica:
a. A los que Dios conoció, también predestinó: el padre celestial conoce a toda su creación desde antes de la fundación de este mundo (Isaías 46:10; Juan 17:24; Efesios 1:4; 1 Pedro 1:20). A su vez, no todos los de su creación están predestinados a ser como su hijo Jesucristo, solo aquellos que son llamados a creer en él. (Mateo 25:34)
b. A los que predestinó, también llamó: El llamamiento de Dios es celestial, y lo realiza a través del espíritu santo.
c. A los que llamó, también justificó: La justificación la hallamos en Jesús, que con su sangre redimió nuestros pecados. Él es nuestro intercesor ante el padre.
d. A los que justificó, también glorificó: por esta gracia el padre celestial el padre nos promete la gloria eterna “conforme a la imagen de su Hijo” (Ibíd.)
2. La pregunta del Apóstol Pablo
Pablo nos encara una pregunta sustancial que buscan confirmar nuestra fe y confianza en Jesucristo.
a. “¿Quién nos separará del amor de Cristo?”: Si tenemos la gracia de ser todo aquello que previamente leemos en los versículos (Romanos 28-29) de este capítulo, entonces podemos sentirnos seguros que aún en las peores dificultades materiales y/o espirituales, estamos plenamente acompañados por nuestro Salvador (Hebreos 3:1); (Apocalipsis 17:14).
3. La actitud de vencedores
a. Nada ni nadie nos apartará del amor del padre por medio de su hijo Jesucristo:
Esta es la convicción de un verdadero siervo del señor. Es la determinación inquebrantable de saberse amado y protegido por Dios, justificado por su hijo y esperanzado en la gloria futura que es la gran promesa divina para todos sus hijos.
Conclusión:
El apóstol Pablo nos llama a una profunda reflexión y confirmación sobre el amor de Dios para sus hijos. Él, desde siempre, nos ha conocido y escogido como sus hijos y por su amor infinito nos hecho partícipes del perdón de nuestro pecados mediante el sacrifico de su hijo Jesucristo.
Todo esto es la grande bendición que nos hace victoriosos y agradecidos. Por ello, podemos sumarnos a las palabras de Pablo el apóstol, que son una oración que expresa convencimiento, motivación y confortación para todo aquel que lucha por fe y con la fe, para la victoria espiritual en Jesucristo.
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