Bosquejos Biblicos
Introducción
Son innumerables las bendiciones que son resultado de la entrega de Jesús en la cruz del calvario. De hecho toda la Biblia gira en torno a ese punto de excelso de la historia humana… y Divina.
En este bosquejo abordo cuatro frutos benditos de ese sacrificio único, para el aprovechamiento de todo cristiano genuino.
I. La revelación plena de la Verdad Divina (Hebreos 1:1-5)
Nuestro Señor Jesucristo, es la máxima revelación de Dios. Juan añade en el capitulo uno de su evangelio, que a la verdad a Dios nadie la vio (ni le ha visto) jamás.
Es decir que todo lo que necesitamos saber y reconocer de Dios, lo tenemos en Jesucristo; y por ende en Su Palabra inspirada. Todo lo tenemos en Él, no necesitamos ya más revelación, ya que estamos perfeccionados en Él. Acudamos a Jesús, confiemos en Él, depositemos todo a Él.
II. La Paz de Dios (Romanos 5:1)
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo…“
La paz, se ha dicho, no es la falta de conflicto… es más bien un estado que sobrepasa precisamente al conflicto y las circunstancias peligrosas y problemáticas que nos pueden rodear.
Y más importante aun, la paz que Dios nos regala a través de Jesucristo, es el fruto de la justificación que tenemos por medio de Jesús. Tenemos paz, porque ya no somos condenados, porque ya no somos enemigos de Dios, porque ahora somos hijos de Dios.
III. Una Esperanza Escatológica (Apocalipsis 21:3-4)
“Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron…”
Aunque a veces se le critica al cristiano de creer en quimeras, en sueños, no hay nada más real que la esperanza de la recompensa futura en la presencia de Dios.
Es que lo mejor de la vida cristiana, aun está por venir, es por eso que debemos estar a cuentas con Dios, vivir con esa esperanza, con esa convicción de que este mundo será mejor y que al fin y al cabo, el creador y rey tomará el lugar que merece en el conjunto de este universo.
IV. Una vida nueva (Romanos 6:4)
“Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva…“
Aunque tengamos una gran esperanza escatológica, no olvidemos que tenemos un día a día por vivir. Un día a día en el cual enfrentamos pruebas, luchas y quebrantos. Pero el Señor nos ha revestido de una nueva vida, una nueva naturaleza, la cual nos permite alcanzar el triunfo en Cristo Jesús.
CONCLUSIÓN
Gracias sean dadas al Señor por todas sus bendiciones. Son demasiadas las bendiciones de Dios sobre sus hijos, es por eso que cada creyente debe vivir gozoso, alabando al Señor por sus dones y Su presencia en cada uno. Y si alguno no conoce al Señor Jesús, Él está cercano a cada ser humano, para alcanzarle con Su gracia, solo es cuestión que le abra la puerta de su corazón. Amen.
© Rafael Silva. Todos los derechos reservados.