Cuando los enemigos conspiran contra ti

Bosquejos Bíblicos

Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: Cuando los enemigos conspiran contra ti

Introducción

Todo ataque que el enemigo hace contra el pueblo de Dios, traerá como consecuencia, que el nombre de Dios sea exaltado, pues, allí es donde veremos la gloria de Dios. Parece algo increíble, pero muchas veces, personas en quienes hemos tenido tanta confianza y aprecio, son usadas por Satanás, para arremeter en nuestro contra y querer perjudicar o destruir la obra de Dios en esta tierra.

Sin embargo, a estas personas les tenemos malas noticias: !en la historia de la humanidad, ninguno que ha peleado contra Dios ha salido victorioso! Cuando Satanás ve que la obra de Dios camina hacia adelante, la reacción del enemigo es tratar de detenerlo a como dé lugar, usando como herramientas a los enemigos de la iglesia.

En nuestra congregación hace un tiempo, tuvimos esa triste y amarga experiencia, pero el resultado fue, que a pesar que fuimos debilitados en muchas áreas, de manera especial en nuestros proyectos eclesiásticos también es cierto que todo eso nos hizo más fuerte espiritualmente.

Nuestra congregación sufrió en ese determinado momento, una fuerte arremetida del diablo, y para ello, fueron usadas muchas personas, que aparentemente eran parte de nuestra congregación y otras eran personas con quien creíamos confraternizar.

Pero lo peor aun es que, el enemigo uso a personas que yo personalmente creí que eran hasta mi propia familia, todo este ejército se unió para hacer una herida mortal a nuestra congregación, y la verdad, es que fuimos heridos casi de muerte, fueron momentos muy difíciles, heridas que están sanando, pero que nos ha dejado secuelas…pero el amor de Dios es tan grande que aprendimos a “ver a Jesús en medio de la oscuridad”

Veamos que nos dice al respecto el profeta Nehemías 4: 7, 8, 11

“…Pero aconteció que oyendo Sanbalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los de Asdod, que los muros de Jerusalén eran reparados, porque ya los portillos comenzaban a ser cerrados, se encolerizaron mucho; 8 y conspiraron todos a una para venir a atacar a Jerusalén y hacerle daño…11 Y nuestros enemigos dijeron: No sepan, ni vean, hasta que entremos en medio de ellos y los matemos, y hagamos cesar la obra…”

Cuando el enemigo ve que la obra de Dios avanza, la reacción del diablo y sus seguidores es que se llenan de enojo y deciden unirse para atacar la obra de Dios.

Ese enojo, en vez de que nos amedrente, nosotros la debemos interpretar como una manifestación de su debilidad.

En realidad, cuando el enemigo se enfurece, manifiesta su impotencia, como el tigre que, atado con cadenas, por mucho que se enfurece, no puede soltarse. (Recordemos que él anda “…como león rugiente…” [1 Pedro 5:8 ]; no es un león, sino, que da la apariencia de serlo). El verdadero cristiano, al único que debemos temer es a Dios, jamás al enemigo. (Al fin y al cabo, el enemigo esta derrotado; ya es, un perdedor)

En la porción bíblica anterior, vemos a los enemigos de los judíos “encolerizarse mucho”, cuando vieron que la obra de Dios avanzaba: los portillos comenzaban a ser cerrados. Los portillos son aberturas o pasos de una muralla, pared o tapia.

Esos portillos que empezaban a cerrarse, significaba que una vez cerrados, la protección de la ciudad iba a ser prácticamente total, a pesar de que la altura de la muralla no estuviera del todo alcanzada.

Esos pasos o aberturas que iban a desaparecer, una vez la muralla estuviera bien cerrada, el enemigo ya no iba a tener acceso a la ciudad. Espiritualmente hablando es lo mismo.

El enemigo se enoja muchísimo cuando ve que el cristiano pide perdón al Señor y se aparta del mal, y de ese modo las brechas desaparecen. De ese modo ya no tiene el mismo acceso que solía tener antes.

A. Los enemigos se unen para atacarte, cuando tú haces la obra de Dios

(Nehemías 4: 8, 11) “… 8 y conspiraron todos a una para venir a atacar a Jerusalén y hacerle daño…11 Y nuestros enemigos dijeron: No sepan, ni vean, hasta que entremos en medio de ellos y los matemos, y hagamos cesar la obra...”

Observe detenidamente que el enemigo cuando ve que el cristiano está quitando las brechas de su vida (cerrando los portillos), entonces el enemigo de nuestras almas en una forma desesperada, lanza ataques con el fin de hacerte daño, y quizás tiene hasta deseos de destruirte, y así de ese modo impedir que desaparezcan esas brechas (o al menos, alguna de ellas). Así pretendían hacer los enemigos de Nehemías. Observe detenidamente que: antes de lanzar el ataque, el enemigo conspira contra ti.

Conspirar significa: aliarse contra alguien o algo para realizar algo contra alguien. La conspiración que se había contra Nehemías la efectuaron los diversos enemigos suyos, a saber: Sanbalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los de Asdod. (¿Cuantos Sanbalat, cuantos Tobías, cuántos árabes, muchas veces se han unido entre sí, para conspirar contra ti?)

La respuesta, cada uno de nosotros la sabemos, y a veces quizás no la sabemos y quizás…nunca llegaremos a saber quiénes han conspirado contra nosotros)

¿Quiénes eran los que conspiraron contra Nehemías?

  • Sanbalat (sátrapa persa de Samaria – los samaritanos eran enemigos acérrimos de los judíos. Sanbalat era “horonita”, es decir, de Horonaim, una ciudad de Moab. Los moabitas eran enemigos acérrimos de Israel.
  • Tobías (amonita) de la tribu de Amón, enemigos acérrimos de los judíos.
  • Árabes – enemigos de Israel (hasta hoy)
  • Amonitas – enemigos de Israel desde el principio.
  • Asdod – Asdod era una ciudad filistea al oeste de Jerusalén. ¡Ni que decir si eran o no enemigos!

Estos eran:

¡Diferentes personajes, seguramente con diferentes ambiciones, y diferentes tribus, muchas veces enfrentadas entre sí, pero que tenían todos un enemigo en común mucho mayor: los judíos!

Nunca olvidemos que: Lo que une al enemigo es el odio al pueblo de Dios. De ahí el término “conspirar”.

“El amor une para el bien; el odio también, pero para destrucción”

El enemigo para destruir, muchas veces se infiltra

Nehemías 4:11Y nuestros enemigos dijeron: No sepan, ni vean, hasta que entremos en medio de ellos y los matemos, y hagamos cesar la obra.”

Una característica más que vemos aquí, es que la conspiración del enemigo está formada por diferentes facciones o grupos, y actúan a través de la infiltración. (Eso exactamente ocurrió en nuestra congregación)

Los que pretendían infiltrarse, lo pretendían haciéndose pasar por judíos, y la finalidad de hacer eso, era destruir el pueblo de Dios. (Así pasa muchas veces en las iglesia, aquellos que quieren destruir una obra o el avance del evangelio de Jesucristo, se infiltran en la iglesia, y se hacen pasar como verdaderos cristianos, sin serlo… son los Sanbalat y Tobías, de esta llamada época moderna)

Decíamos que: Esto mismo está ocurriendo hoy en día adentro de muchas iglesia cristianas, así que esto, no es nada nuevo.

El enemigo actúa de igual modo que en los días de Nehemías.

Diferentes grupos o facciones; a saber, satanistas, luciferinos, ilumínate, brujos, etc. etc. se ponen de acuerdo para conspirar contra las iglesias evangélicas por el método de la infiltración, entre otros…y no le sorprenda también, que adentro de las iglesias, hay quienes llamándose cristianos conspiran para derribar a un pastor, a un miembro de la oficialidad, etc.

La advertencia de los que sabe verdaderamente saben cómo manejar estas situaciones.

Nehemías 4: 12 “…12 Pero sucedió que cuando venían los judíos que habitaban entre ellos, nos decían hasta diez veces: De todos los lugares de donde volviereis, ellos caerán sobre vosotros…”

Los judíos de Nehemías fueron advertidos por otros judíos que por vivir en medio de sus enemigos, sabían acerca de esos planes de destrucción.

Lo mismo ocurre hoy en día, hay cristianos que conocen las artimañas del enemigo en este mismo sentido, Dios les ha llevado a una situación de comprender el grado de ataque que existe, y advierten al pueblo de Dios de esas mismas intrigas.

Lamentablemente, hoy en día, no todos reaccionan como lo hizo Nehemías. Veamos que hizo él:

“…9 Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche…13 Entonces por las partes bajas del lugar, detrás del muro, y en los sitios abiertos, puse al pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos.

14 Después miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas. 15 Y cuando oyeron nuestros enemigos que lo habíamos entendido, y que Dios había desbaratado el consejo de ellos, nos volvimos todos al muro, cada uno a su tarea…”

Hoy en día, muchos hermanos olvidan fácilmente que estamos en guerra permanente contra el enemigo, Efesios 6: 12, y que eso es algo que Dios permite para que busquemos la dependencia de Él y la santidad correspondiente.

El ejemplo de esto último lo tenemos en Nehemías. Este varón de Dios, habiendo comprendido el alcance de la oposición del enemigo, hizo algo al respecto.

a) Llamamiento a la oración y a la acción espiritual

Primeramente llamó a todos a la oración, y segundo hizo algo en lo natural: “…9 Entonces oramos a nuestro Dios…”

El buscar a Dios es lo primero que hay que hacer antes de nada, y en ese contexto, se requiere de una oración perseverante de protección:

“…y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche…”

El poner guarda contra el enemigo, en nuestros términos significa como decimos, el orar perseverantemente por protección en el poder del Espíritu Santo.

b) Y siguió haciendo algo muy práctico:

“…13 Entonces por las partes bajas del lugar, detrás del muro, y en los sitios abiertos, puse al pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos. 14 Después miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas…”

Cuando Nehemías entendió que el enemigo se dio cuenta de que los judíos sabían acerca de sus artimañas y planes de destrucción, y que Dios lo había desbaratado todo, lejos de asustarse, o de no hacer nada, él y los suyos prosiguieron con la obra, cada uno según su responsabilidad. El levantar el muro para aquellos judíos, sería para nosotros el hacer la obra de la iglesia, conforme la guía de Dios. ¡Así que adelante!

Cuando los enemigos se unan para conspirar contra ti, recuerda siempre la estrategia de este hombre de Dios, Nehemías, quien uso los recursos espirituales que Dios le había puesto a su disposición, y aunque a veces puedas sentir que estas derrotado, al final, la victoria será tuya, porque Dios así lo ha querido.

© J. Jaime Gonzalez. Todos los derechos reservados.

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J. Jaime González

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