Bosquejos para Predicar
Prédica de Hoy: La certeza de Abraham
Bosquejos para Predicar Lectura Bíblica de hoy: “...Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda. 10 Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él. 11 Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres. 12 Se rio, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo? 13 Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? 14 ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo. 15 Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído…” Génesis 18:9-15
Introducción:
A. Después de recibir a los visitantes con tal hospitalidad convirtiéndose para nosotros en un ejemplo de servicio, Abraham es confirmado una vez mas en la promesa esta vez con un cambio dramático en su vida.
B. Aprendemos de este texto:
I. LA RISA DE SARA (Vers. 12)
A. El texto nos dice que ante el anuncio de Dios Sara se ríe. Su risa no es de alegría sino mas bien de incredulidad y lo sabemos claramente por sus preguntas.
B. Su incredulidad humanamente hablando estaba bien fundamentada: ya eran viejos, no había ovulación, parece que ya no tenían relaciones sexuales.
C. Sara se parece a Abraham (17:17) quien también se ríe de incredulidad. ¿por que entonces la Biblia nos habla de Abraham como un hombre de fe? (Romanos 4:18-21). Para resolverse esta pregunta hay que comprender para que tiempo se esta escribiendo este texto.
Es decir Romanos no se refiere a Abraham de Génesis 18 para atrás sino mas bien de Génesis 18 para adelante. Ya que vemos que de aquí en adelante Abraham no vuelve a dudar, él no llego a ser un hombre de fe de la noche a la mañana se requirió el trato de Dios.
D. No llegamos a ser hombres de fe de la noche a la mañana se requiere de un trato de Dios.
