¡Tempestad! ¡Batalla! – Hablemos

Bosquejos Biblicos .. Bosquejos para Predicar

Texto bíblico: Salmo 20

1. INTRODUCCIÓN

Mañana por la mañana, amenazante el gigante se dispone a dar voces desafiantes, la montaña se interpone, el fuego amenaza, el león está rondando en su terreno, la serpiente y el áspid están a lo largo del camino, las aguas se encrespan y la tormenta amenaza. Ante tan sombrío horizonte, intimidante, los cristianos unidos se tornan de rodillas, con el temor reverente hacia su Dios y con plena confianza inician las oraciones, el dialogo directo con el dueño de nuestras vidas. Ante la tormenta inminente, como es debido, hablamos con nuestro Señor y padre celestial.

¿En qué términos se habla directamente al padre celestial en estas circunstancias?, ¿cómo pedimos por el hermano que hará frente a estas contingencias? ¿Existe algún beneficio en rendir todo a Dios?

2. HABLEMOS AL HERMANO DE LAS VIRTUDES DE JEHOVÁ (v 1-5)

2.1. HABLEMOS DE SU ATENCIÓN CONSTANTE (v 1)

El día en que el conflicto está cercano, los cristianos, hermanados por el vínculo del amor, elevamos una oración de intercesión en favor del hermano ante el Yo Soy. En oración ferviente dirigimos nuestras peticiones, mostrándole con toda sinceridad nuestros deseos y, sobre todo, dependencia. Rogamos que incline su rostro a cada vida en particular, antes de que pronunciemos la primera palabra, el Omnisciente creador sabe lo que sucede y está atento a la oración de sus hijos.

2.2. HABLEMOS DE SU DEIDAD (v 1b)

El comandante en jefe de las huestes celestiales, Jehová de los ejércitos, en la historia bíblica, ha peleado las batallas de los hombres de fe. La oración de hoy es que el Señor defienda a sus siervos, que, como un escudo, vaya delante de sus llamados.

2.3. HABLEMOS DE SU AYUDA CELESTIAL (v 2)

Es petición, que desde el mismo trono de gracia, allá, en el tercer cielo, y a su vez en toda la creación; en su señorío, el señor extienda su mano en favor de sus amados; como el seguro ayudador, conforme a su promesa de «… siempre te ayudaré, siempre te sustentaré….».

2.4. HABLEMOS DE SU SACRIFICIO (v 4a)

Todo cristiano lo es a razón de que acepta el don de gracia, la obra de salvación que hizo Dios, su muerte en la cruz y su posterior resurrección; además es guiado por el Espíritu Santo, todos los días que le toca vivir bajo el sol, y lo que le corresponde a sus hijos es entregarle todo lo que de sus manos recibimos.

2.5. HABLEMOS DE SU GRACIA (v 4b)

Le hablamos directamente, con el vínculo que hay entre padre a hijo, pidiendo que cumpla sus planes de bien para nuestras vidas; nuestros planes y deseos están sujetos a su voluntad, así como la realización de los mismos. La súplica es que nos dé y cumpla todo lo pedido conforme a su infinita sabiduría.

2.6. HABLEMOS DE SU SALVACIÓN SEGURA (v 5a)

Los hijos del Rey, como parte de su cuerpo invisible, nos alegramos y alegraremos por la salvación de Dios en favor del siervo, por el socorro de la oveja de su rebaño, por el auxilio del soldado de sus tropas, por la ayuda al hermano. Entonces con gran júbilo y regocijo elevaremos la alabanza, la adoración reverente. Sus siervos, junto con toda la creación, con todo el universo, aclaman al Dios que nos favorece, Jehová nuestro estandarte.

2.7. HABLEMOS DE SU RESPUESTA A LAS PLEGARIAS (v 5b)

Reiteramos nuestra oración por el cumplimiento de los planes, deseos y peticiones de los hijos delrey.

3. HABLEMOS DE LAS CONDICIONES DE LA HOSTILIDAD (v 6-9)

3.1. HABLEMOS DE LA FORTALEZA DE DIOS (v 6)

Tal como con nuestro Salvador, el creyente puede proclamar la verdad de que Jehová ayudará a cada uno de sus amados, en virtud de su magnificencia, el Fuerte de Jacob extenderá su brazo.

3.2. HABLEMOS DEL ESTADO DEL ENEMIGO SIN DIOS (v 7a)

Los adversarios pueden maquinar los más temibles y admirables artefactos de guerra, urdir tretas, las más audaces estrategias, contar con todos los recursos y confiar en ellas.

3.3. HABLEMOS DE LA SEGURIAD EN ÉL (v 7b)

Mas los cristianos tenemos a quien pelea por nosotros, Jehová Sebaot. Sabiendo esto, hablaremos de todas sus obras, de todas sus victorias, la del ayer y del mañana.

3.4. HABLEMOS DE SU VICTORIA (8)

En el día de conflicto, repararemos en el desplome del gigante, el enmudecimiento del león, la dispersión del áspid y la serpiente, mas nosotros nos levantaremos firmes, no en nuestras fuerzas, sino en las fuerzas del Fuerte de Jacob.

3.5. HABLEMOS DE SU FAVOR CONSTANTE (9)

Pedimos en constante oración —la salvación es tuya Señor, hoy y siempre te tendremos como torre fuerte, sabiendo que oirás toda petición nuestra.

4. CONCLUSIÓN

Antes del momento de la batalla, previo al ataque del adversario, es sabido el mensaje bíblico, que los hermanos en Cristo iniciemos la oración mutua, de intercesión.

Unos en secreto, con las puertas cerradas, otros reunidos de a dos o de a tres, algunos en gran congregación; conmemorando su grandeza, afirmaremos nuestra confianza en el fuerte de Jacob, seguros de que en esta batalla, del Señor es la victoria.

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