Bosquejos Biblicos
BOSQUEJOS BIBLICOS.. TEXTO BÍBLICO: JUAN 15:1-17
INTRODUCCIÓN
Amanece el labrador, ve el precioso pámpano de la vid cubierta con tierra y lodo. Se apresura a recogerla con sumo cuidado; la lava y la limpia; la savia le llega directamente de la vid.
En poco tiempo la rama produce los valiosos frutos, abundantes, gracias al cuidado vehemente del cultivador, bajo el sustento de la vid.
El labrador los recoge en cestos, con gran gozo y alegría; se regocija porque toda su labor ha sido muy fructífera. ¿Cuán importante es mi relación con Dios? ¿Cómo debiera ser mi comunión con Dios?
1. COMUNIÓN CON DIOS (verss. 1-4)
A. UNA COMUNIÓN FUNDADA EN CRISTO (vers. 1)
Nuestro señor Jesucristo nos sustenta y protege como hijos amados suyos. Él es el tronco del cual dependemos. Nuestro padre celestial nos tiene en sus amorosas manos; nos provee todo lo necesario para la subsistencia de nuestra vida en esta tierra y en la venidera.
B. UNA COMUNIÓN QUE OBRA (vers. 2)
Pudiéramos tener una vida cristiana infructuosa, originada en el descuido del quehacer cristiano; el cual es el estudio diligente de su palabra; no obstante, estamos seguros en sus manos y nadie nos puede arrebatar de ellas. Bien vale meditar en ellas. Para tener frutos, un cristiano nunca debe descuidar la palabra de Dios y la oración.
Dones y talentos muy bien desarrollados facilitan la obra. Procurar los dones espirituales fructifica la vida espiritual, testificar y predicar de la obra de Cristo trae hombres a sus pies. Quien esté inmerso en estas actividades habrá de ser respaldado por Dios, conforme a su palabra.
C. UNA COMUNIÓN POR MEDIO DE SU PALABRA (vers. 3)
Las escrituras, cual cristalinas aguas, llegan al espíritu del hombre; limpian el alma, lavan al corazón de todo cuanto pudiera perturbar la relación del cristiano con su Dios. Su palabra es el medio por el cual se puede acceder a la santidad de Dios.
D. UNA COMUNIÓN DEPENDIENTE (vers. 4)
Con la oración y lectura de la palabra, el cristiano permanece en aquel que lo tomó por hijo, en el Dios que sustenta la vida. Puesto que somos dependientes de Cristo, toda acción que hagamos no rendirá fruto si no permanecemos constantemente, día y noche, a tiempo y fuera de tiempo, en abundancia o escases, en su palabra; con la finalidad de dar buenos frutos.
3. UNA COMUNIÓN CON RESULTADOS (verss 5- 10)
A. UNA COMUNIÓN FRUCTÍFERA (verss. 5- 6)
El amor de Dios nos escogió para proclamar su palabra, la obra redentora de Jesucristo; anunciar sus verdades a fin de ganar almas para Cristo, por medio de la dirección del Espíritu Santo, llevando una vida pía, en un estudio ferviente de sus leyes, con oración constante.
B. UNA COMUNIÓN PROVISTA (vers. 7)
Todo cristiano verdadero, al ser dependiente del Dios único, se presenta delante de sus pies. De este adquiere todo lo necesario para cumplir la obra encomendada. En esta vida debe estar confiado en que sus oraciones serán respondidas en el tiempo oportuno.
C. UNA COMUNIÓN QUE GLORIFICA A DIOS (vers. 8)
La finalidad principal de las almas convertidas al amor de Jesucristo es predicar de su único y suficiente salvador, procurando llegar a su estatura, que en último término es la meta de nuestro peregrinar por la Tierra.
D. UNA COMUNIÓN CON AMOR (verss. 9-10)
Orar, leer la biblia y ponerla en práctica es el medio para permanecer en el amor de nuestro señor Jesucristo. La relación del Padre con el Hijo está basada en el amor. Dado que Dios es amor, esta relación debe ser imitada; practicada como cristianos, con los hermanos en Cristo y el prójimo.
La palabra nos la reveló Jesucristo directamente del Padre. En la vida, el cristiano, por medio de ella, ha de permanecer ligado a su amor.
Es crucial que el cristiano estudie, memorice, medite y practique su ley. Con la lectura, instrucción y enseñanza de sus mandamientos, el cristiano permanece firme en el Logos.
CONCLUSIÓN
Nuestra relación con Jesucristo, con Dios, es una relación de comunicación, de amor. Por medio de su palabra mostramos nuestra dependencia a él.
La inclinación por el estudio metódico y sistemático de su palabra, con el fin de ser obrero que traza bien la palabra, para cumplir la gran comisión, es una actividad que no se debe descuidar.
La relación del cristiano con Jesucristo es una relación con plena dependencia de Él.
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