Estudios Biblicos
En este mensaje hablaremos de nuestro amado Dios, el Dios de pactos; para poder hablar de ello debemos tener claro en nuestra mente, ¿Qué significa pacto? .
PACTOS, ALIANZA: El término en hebreo “berit” es el que designa los acuerdos, tratados y arreglos entre dos personas, o dos reyes, o dos naciones, con fines de beneficiarse mutuamente o con propósitos defensivos u ofensivos.
Podemos ver entonces que pacto es un juramento de fidelidad mutua que se realiza entre dos partes. Un pacto de Dios es una promesa que se hace, acompañada de un juramento y no un contrato de acuerdo entre Dios y el hombre. Es Dios quién establece el pacto y jura por sí mismo que cumplirá dichas promesas, el hombre en cambio, promete y jura obediencia y entrega a Dios y a su servicio, (Jeremías 31:34).
Consideremos que los pactos que Dios hace con los hombres no pueden evaluarse en la misma forma con que se mira a los realizados entre los seres humanos.
Nosotros en este día, no hablaremos de pactos entre hombres, sino de pactos de Dios con el hombre y aunque muchos crean que los pactos fueron en el A.T; y les puede costar creer que hoy Dios sigue haciendo pactos con el hombre, hoy Dios sigue siendo el mismo Dios de pactos que se manifiesto en la antigüedad, Él está llamando y usando a sus siervos con nuevos y grandes desafíos para glorificarse en esta nueva generación, siervos valientes que tienen un corazón entregado y dedicado para Dios, para que le sirvan de manera específica; para mostrar su poder, sus maravillas, sus proezas y hacer cosas grandes y notorias para mostrar su gloria a través de la fe, del amor, obediencia y fidelidad de estos siervos.
En el mensaje anterior: “HAZ CONMIGO TU PERFECTA VOLUNTAD” Te preguntabas si eras capaz de decirle “Si” al Señor, toma mi vida y haz como Tú quieras; Si entregaste tu corazón he hiciste pacto de amor, sacrificio, consagración, obediencia y servicio; hoy Dios te seguirá hablando, Dios probará tu corazón nuevamente y es porque quiere hacer algo grande y nuevo quiere mostrar su gloria en tu vida y usarte en sus propósitos Divinos.
¿ESTÁ DISPUESTO TU CORAZÓN PARA ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS?.
Veamos la palabra.
Génesis 15:1-17 “Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram, yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande. Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿Qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliézer? Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa. Luego vino a él palabra de Jehová. Diciendo: No te heredará este, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó afuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia. Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saque de Ur de los caldeos, para darte a heredad esta tierra. Y el respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar? Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino. Y tomó él todo esto y los partió por la mitad, y puso cada mitad cada una enfrente de la otra; mas no partió las aves. Y descendía aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba. Mas a la caída del sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él.”
Verss. 17-18 “Y sucedió que puesto el sol y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. En aquél día hizo Jehová un pacto con Abram: A tu descendencia daré esta tierra……” .
Este gran siervo Abraham padre de la fe, amigo de Dios, siervo del Altísimo es un tremendo ejemplo de fe, amor y obediencia ciega a Dios, el pacto que Dios hizo con Abraham es un pacto de promesa, “El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gente, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia” Romanos 4:18.
Dios te quiere decir; que en medio de esta generación donde la maldad se ha multiplicado y el amor de muchos se ha enfriado; Él tiene y conserva aún preciosos siervos como Abraham, que están dispuestos a una entrega incondicional, corazones llenos de amor por Él y su obra, preciosos siervos de Dios que no miden consecuencias y arriesgan su vida y todo lo que son y todo lo que poseen, para confiar en Dios porque en Él han puesto su esperanza, en lo por venir, en las cosas que no se ven pero que se esperan, en la gloria eterna que Dios tiene preparada para los que le aman.
Los siervos verdaderos de Dios saben que “las promesas de Dios son en Él Si, y en él amén” 2 Corintios 1:20, el que prometió es fiel y verdadero y lo cumplirá, la mirada de estos preciosos siervos no están puestos en esta tierra, ni en las cosas vanas de la vida, su mirada está puesta en el cielo, en el autor y consumador de la fe, nuestro amado Señor Jesucristo y en su obra redentora, esperando cada día su advenimiento.
Dios es quién hace pacto con sus siervos escogidos, es un pacto de obediencia porque sabe que esos siervos podrán cumplirlo, porque Dios mismo es quién los ha probado a fuego, los ha moldeado a su imagen y semejanza.
Los preparado en las pruebas y las aflicciones y han permanecido fieles a Él y a su palabra en obediencia, santidad, consagración, en amor y en una entrega total a su voluntad y porque Dios mismo es quién establece el pacto y quién lo ejecuta con sus siervos que tienen un llamado específico de parte de Dios para ser usado por Él para bendecir a esta tierra. Hebreos 6:12.
Dios, es el mismo de ayer, hoy y por los siglos. Vamos hacer una reseña de pactos que Dios ha hecho con el hombre, después de estos pactos, nada es igual en estos siervos, la gloria de Dios se mostró en sus vidas, en su generación y las generaciones venideras.
Hay diferentes pactos de Dios con el hombre: Unos que pueden afectar tu vida, tu ministerio, tu familia, tus relaciones; Pero los pactos Divinos de Dios con sus siervos escogidos para glorificar su nombre y su poder, son eternos y afectan, pueblos, reyes, naciones y sobre las generaciones venideras.
Solo debes responderle a Dios, si quieres ser instrumento en sus manos para glorificar su nombre en la tierra, y recibirás la promesa sellada a fuego en los cielos y confirmada en la tierra.
Veremos algunos de los siervos que Dios usó para manifestar su poder y su gloria.
Éxodo 3:1-6; Dios llamó y se manifestó a Moisés, “Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios” (3:4-6).
El fuego, el humo y la sangre de los animales simbolizan el sello y la firma de Dios en su juramento por sí mismo que cumplirá su pacto y la promesa hecha al hombre; en el nuevo pacto, Jesús derramó su sangre por el pacto eterno, como cordero inmolado en la cruz, Jesucristo es el sello y la firma de Dios en su juramento y en la promesa que Dios hace con el hombre. “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por sus llagas fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” Isaías 53:4-6.
