Dios de pactos

Así mismo cuando Dios se manifiesta a sus hijos, le da paz en sus corazones y aquieta su espíritu para recibir la visión, palabra y revelación. Nunca se debe temer a la palabra revelada por Dios cuando se está en obediencia y se anda en el temor de Dios y sus siervos conocen que están cumpliendo su perfecta voluntad.

El pecador es quién debe temer por no andar en los caminos de Dios y ser subyugados por el pecado, haciendo mal y recibiendo daño, dolor y muerte, porque vivir en las obras de la carne es muerte, “Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son de Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y pazRomanos 8:5-6.

Luego le dijo: “Yo soy tu escudo”, como le dijo Abram, hoy te lo dice a ti: Yo soy Tu guardador, Tu ayudador, Tu proveedor, Tu auxilio, Tu roca fuerte; Yo soy el que te sustento y te doy plena seguridad, paz y felicidad para que nunca dudes que Yo mismo te guardo y te conservo.

Dios le dice que Su galardón será sobremanera grande. Hoy te habla a ti, y te dice que no solo es tú galardonador, sino tu galardón. Cuán grande será la recompensa que Dios tiene para tu vida que te está hablando así, es que seguramente tu amor por Él, fidelidad, consagración, obediencia, entrega, servicio es tan grande que Dios lo ha visto, eres la niña de sus ojos, eres una perla preciosa en sus manos y Él tiene aún cosas mayores para ti; siendo un siervo/a  de Dios tan pequeñito para que el Dios de la gloria haya puesto sus ojos y su esperanza en ti para manifestar su poder.

La gran aflicción de Abram, era la falta de un heredero, ni  esperanza de tenerlo por su avanzada edad, cómo podría un esclavo heredar todo lo que Dios le estaba entregando; Allí fue la entrega de la promesa más grande dada a Abram, Luego vino a él palabra de Jehová. Diciendo: No te heredará este, sino un hijo tuyo será el que te heredará.

Para ser más fuerte y poderosa la promesa en el corazón de Dios, le sacó afuera y le mostró el cielo para que lo contemple y vea en cada una de esas estrellas sus generaciones, Dios es así, no es escaso en sus promesas, como tampoco la confirmación de ellas. Dios confirmó esta promesa diciendo: “Yo soy Jehová, que te saque de Ur de los caldeos, para darte a heredad esta tierra”.

Dios te dice a ti confirmándolo en tu corazón: Si Yo te lo he dicho, si te saque de tierra de esclavitud y te traje en el camino con  grandes señales y prodigios, si te guié, te mostré mi poder y mis maravillas, he hice grandes cosas contigo; ¿No te daré también heredero y te entregaré la tierra prometida?.

Abram, con todas las señales que Dios le ha dado le pide aún más: Y el respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar? ¿Usted cree que Abram le faltaba fe y convicción de la promesa? NO, Seguro que NO, porque “Creyó a Jehová,  y le fue contado por justicia”.

Entonces ¿Por que le pidió señal a Dios de la promesa? Y yo le pregunto a usted, ¿Usted no haría lo mismo que Abram; aunque usted tenga fe y crea en Dios y sus promesas? ¡Seguro que Si! ¿Verdad? Todas las señales parecen poco cuando hay una promesa tan grande que Dios le quiere entregar.

Abram, no le pidió señal a Dios por tener duda o incredulidad en su corazón, él sabía y conocía quién era Dios, pero recibir la confirmación de la promesa era para fortalecer su corazón en la espera de ella, para afirmar su fe en la promesa, era para ser fortalecido frente a las horas de prueba y tentación, era para soñar hasta el momento en que Dios cumpliera el pacto de Su promesa.

Cada uno de los siervos escogidos sueñan en cumplir el propósito Divino de Dios y le dicen cada día, como una súplica ante su presencia: ¡Señor, quiero vivir, quiero cumplir tu voluntad, quiero tu promesa, me muero si no me la das; déjame vivir, no quiero morir en el intento! ¡AYÚDAME, SEÑOR! Cuanto amor, clamor y lágrimas derraman estos siervos amados de Dios a los pies de Cristo por cumplir Su perfecta voluntad Divina.

Dios dirige Abram para que prepare un sacrificio, Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino. Y tomó él todo esto y los partió por la mitad, y puso cada mitad cada una enfrente de la otra; mas no partió las aves.

Dividir los animales por la mitad, era parte de la ceremonia y se empleaba para la confirmación de pactos; Jesús es el cordero inmolado por el sacrificio eterno hecho por la humanidad, Isaías 53:7, estos pactos se cumplieron en la persona de Jesucristo, y ahora por la fe, amor y obediencia recibimos las promesas del pacto eterno.

Los siervos que quieren ser usados en gran manera por Dios deben guardar su palabra, no ser oidor, sino hacedor de ella, Santiago 1:25; deben poseer la sabiduría celestial, para recibir con sabiduría las instrucciones que vienen de parte de Dios e inteligencia espiritual para comprenderlas. Daniel 9:22-23.

La señal del pacto se estaba cumpliendo, pero Dios no aparecía Abram, Y descendía aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba. Mas a la caída del sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él., Ya estaba todo establecido, todo hecho, todo confirmado pero Dios no aparecía a Abram, allí lo dejó solo a la vista, porque Dios nunca deja solos a sus escogidos, nunca los abandona, menos aún en las pruebas, siempre está para fortalecerlo y ayudarlo.

Abram, esperaba la aparición de Dios, quería verlo y escuchar su voz, pero pasaban las horas y las fuerzas de Abram de debilitaban en la espera y mientras seguía esperando sus expectativas iban en aumento, pero su corazón seguía firme en la promesa, paso las horas del día ahuyentando las aves de rapiña para que no le llevasen los animales del sacrificio o se lo comiesen.

Sus siervos deberían estar atentos para que las aves de rapiña, no se coman la bendición o se la roben, allí hay que estar despiertos para ahuyentar al enemigo sea cual sea su nombre, debilidad, duda, flaqueza, vanos pensamientos, tentaciones, el enemigo no se va a quedar tranquilo si estás llamado para ser usado en gran manera por Dios, el enemigo sabe que tu restas en el reino de las tinieblas, y te querrá sacar del propósito Divino.

Pero recuerda, si estás tomado fuertemente de la mano de Dios, nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida, nadie podrá quitar tu recompensa, nadie te podrá arrebatar la bendición, está establecido por Dios y por la eternidad que tuya es.

Mas a la caída del sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él.

Quién por un momento no sintió temor en esa oscuridad sobre su vida, quién no sufrió dolores de parto en la espera de la promesa, quién no se sintió solo y desamparado, por más que sabía que no lo estaba; y tuvo que sufrir soledad, dolor, tristeza, desamparo aún de aquellos más cercanos por no ser comprendidos, por no ser escuchados, sentir y ver como la noche avanza y no poder oír la voz y ver el rostro de su amado.

El sueño que le sobrevino a Abram, no era el sueño común, porque ¡Qué cree usted? ¿Cómo Abram, estaría ahuyentando las aves de rapiña, si no tendría fuerza y sus ojos estarían cerrados por el sueño? Imposible, ¡Verdad! Lo que acontecía en Abram, es como acontece muchas veces a sus siervos, se guardan en la presencia de Dios, donde el enemigo no los pueda hallar, donde la tormenta no los pueda mover, logran entrar en la habitación del Altísimo, se cobijan bajo sus alas, se resguardan bajo sus plumas, donde su alma está centrada solo en Dios, viven en una dependencia absoluta en él hasta que Dios mismo le entrega la victoria.

Llegó el momento de la revelación para Abram, Y sucedió que puesto el sol y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. En aquél día hizo Jehová un pacto con Abram: A tu descendencia daré esta tierra……” .

El santo temor a Dios prepara el alma para el gozo del Espíritu. Después de ser probado Abram, la gloria de Dios se le apareció, para entregarle la promesa confirmada a través del pacto con él. Como Dios con toda su majestad y con todo su poder y gloria se mostrará a sus siervos escogidos para hacer con ellos grandes cosas y maravillas, que aún todavía no se han visto en esta generación.

En esos momentos más difíciles que hay que atravesar antes de recibir la promesa, estás en la cumbre de la prueba, ya falta poquito; Dios te está probando si eres capaz de soportar todas las aflicciones de este mundo y si aún sigues en pie, es porque puedes cumplir cualquier propósito Divino por más difícil que sea, no será imposible, porque es Él quién lo hará, no será con ejército, ni con fuerza, no será tu intelectualidad, ni sabiduría humana, sino con el poder de su Santo Espíritu. Fuiste probado a fuego y saliste aprobado, Adelante, avanza, te ganaste la bendición ya estás preparado para cumplir el propósito Divino de Dios.

Conclusión

Amada/o siervo/a de Dios, no importa el tiempo que tengas que esperar en la promesa que Dios te ha dado, no importa el dolor y las aflicciones que tengas que pasar por amor a su nombre en la espera, no importa las tormentas que se levanten en contra de tu vida, ni las fuertes olas que muevan tu barca. Si Dios ha hecho pacto contigo, recuerda que Él mismo lo cumplirá, nunca dudes de sus promesas, si con señales te ha confirmado su perfecta voluntad Divina.

Afianza tu fe en la gran promesa que Dios te haya dado, afírmala en tu corazón, se un soñador en Dios se cumplen todos tus sueños, no permitas que nada, ni nadie ponga dudas en tu corazón aférrate con tu alma a la promesa Dios hizo el pacto contigo, por Él mismo hizo el juramento y lo cumplió, espera en el tiempo de Dios y recibirás tu galardón.

Dios es el mismo Dios de pactos de ayer, hoy y por los siglos, en Cristo obtenemos todas las victorias, en Él recibimos todas las bendiciones, todas las riquezas y cada una de sus promesas, Jeremías 31:31-34.

Aunque la promesa tarde y llegue con lentitud, recuerda que llegará ¡CON SEGURIDAD LLEGARÁ! Dios lo estableció, lo prometió y lo ejecutará.

Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, más se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare espéralo, porque sin duda vendrá, no tardaráHabacuc 2:2-3.

Que el Todopoderoso derrame sabiduría y entendimiento en tu vida para cumplir su propósito y seas el instrumento que Dios use para manifestar su poder, gloria, maravillas y prodigios, que desate en tu Espíritu la fe de Abram, y te muevas conforme a ella.

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