Los pactos de Dios (Parte I)

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Estudios Bíblicos Predica de Hoy: Los pactos de Dios (Parte I)

Estudio Biblico Texto Biblico:Y los bendijo Dios, y les dijo: fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” (Génesis 1:28 y 2:17)

Los pactos

Un pacto es un compromiso entre dos hombres, en este caso entre Dios y la humanidad. Dios siempre busca su relación con los seres humanos a través de pactos. En ellos Dios deja ver sus promesas para la raza humana y la forma en que se relaciona con ellos. Dios cumple a cabalidad esas alianzas y espera que los seres humanos no se olviden de esas promesas para ellos. 

Nuestro Señor es un Dios de pactos y a lo largo de la historia, Él siempre ha provisto de algún contrato que sirva de testimonio en su relación con el ser humano. Nunca el hombre ha estado desprovisto de este tipo de contratos y somos respaldados por ellos para el cumplimiento de las bendiciones de Dios.

Dios hace una promesa al ser humano, Dios se relaciona con la humanidad y espera que esta cumpla con sus estatutos y mandamientos. Cuando obedecemos estos mandamientos, Dios envía sus bendiciones contenidas en el contrato, pero cuando la respuesta del ser humano es de desobediencia a esos mandamientos, Dios envía su corrección.

Básicamente hay dos opciones en estos contratos, uno de obediencia y otro de desobediencia.

No hay opciones adicionales o intermedias, Dios deja ver en los pactos las consecuencias de la obediencia y la consecuencia de la desobediencia. Es elección del ser humano el hacer una cosa o la otra, pero las consecuencias de esa decisión están estipuladas en el pacto.

Hay entonces dos partes en el pacto, Dios y los hombres. Hay dos opciones para el ser humano, cumplir el acuerdo o no. Dios también hace dos cosas, bendecir o disciplinar al ser humano.

De parte de Dios podemos estar completamente seguros que cumplirá cada uno de los puntos acordados. Es el ser humano que no ha sabido cumplir con esos acuerdos y sufre las consecuencias por ello. Sin embargo Dios busca cómo restaurar esa relación y un nuevo acuerdo nace para salvar a la humanidad de sus decisiones de pecado.

I. El pacto Edénico (Génesis 1:28-31; 2:8-17)

El primero de los pactos de Dios con la humanidad fue al inicio de la creación, cuando Dios crea a Adán y Eva y los coloca dentro de un huerto donde estarían cuidados por Dios mismo. Este lugar fue creado por Dios y Él vio que todo lo creado fue bueno. Dios es perfecto y su creación también lo fue. Así como todo lo creado primero estuvo en la mente de Dios y por el poder de la palabra fue creado todo, así todo fue hecho.

En este pacto Dios promete al ser humano cuidarlos, y que sojuzgan la tierra, que se multiplicaran y los bendijo Dios. Dios dio al ser humano de toda planta que da semilla y toda fruta para alimento. En este lugar Adán y Eva no tenían que esforzarse por la bebida o por el alimento pues Dios proveía para ellos en el huerto. Había ahí ríos que transportaban el agua y de él el huerto recibía el vital líquido.

Esta bendición y protección de Dios estuvo disponible para los seres humanos y gozaron Adán y Eva de ello. Dice la palabra que Dios buscaba a Adán, el Señor se paseaba en el huerto y el hombre podía conversar con Dios de una forma natural.

Pero hubo una parte de este pacto que debía cumplirse para que siguieran gozando de esta relación estrecha con Dios. La prohibición de Dios la encontramos en Génesis 2:17, Dios les dice que no deben comer del árbol del bien y del mal. 

El hombre desobedece este mandamiento de Dios, entonces Dios lo saca del huerto y la puerta del pecado se abrió para entrar y contaminar a toda la humanidad. Dios cumplió su parte de bendecir al ser humano y estar con él en una relación estrecha.

Era un ambiente perfecto donde Dios puso al ser humano y le bendijo. Pero cuando el hombre desobedeció rompió ese pacto, Dios entonces cumple con esa advertencia que le había dado a Adán. 

De esta manera terminó el pacto edénico, con la desobediencia del hombre. Fue roto entonces este pacto, Dios cumplió con su parte pero Adán no cumplió con lo demandado por el Señor.

Podemos solo imaginar qué habría sido del ser humano si no hubiéramos desobedecido en el huerto. Estaríamos en un ambiente perfecto con Dios y el Señor se paseaba en medio de nosotros libremente. Contaremos con la presencia de Dios todo el tiempo.

Esta misma relación la volveremos a tener al final de los tiempos. En los cielos y tierra nueva volveremos a tener una relación perfecta con nuestro Dios. Dios mismo será nuestro sol y aquí no habrá ni llanto, ni tristeza, ni dolor.

II. Pacto Adámico (Génesis 3:14-19)

A causa de la caída y del pecado del hombre, Dios envió una maldición sobre la serpiente. También hubo consecuencias para Adán, quien recibió las consecuencias de haber roto el pacto anterior. Dios le dice que la tierra será maldita por su causa y con trabajo comerás de la tierra todos los días de su vida. 

Pero cuando se refiere a la mujer hace referencia a la enemistad que puso Dios entre ella y la serpiente.

En el versículo quince del tercer capítulo de Génesis leemos cómo Dios le dice a la serpiente que habrá una enemistad entre la simiente de ella y la simiente de la mujer. Que la serpiente le dañará el calcañar pero ella será herida en la cabeza, esta es la promesa de redención que la humanidad tendrá para acercarse a Dios. Dios promete en estos versículos como la serpiente, que engañó a la humanidad, recibirá su castigo y tendrá un golpe mortal en la cabeza a causa de la simiente de la mujer.

Es pues este pacto la promesa de redención para el ser humano que había roto el primer pacto. Vemos como aquí se nos muestra esas consecuencias del pecado, pero también como Dios hace una promesa de redención para restaurar esa relación y que el ser humano tenga oportunidad de salvación y libertad del pecado.

III. El pacto con Noé (Génesis 9:1-27)

El tercer pacto de Dios con los seres humanos se revela en la historia de Noé. Aquí vemos como toda la tierra estaba corrompida a causa del pecado y Dios decidió quitar al ser humano de la faz de la tierra. Dios no tolera el pecado y al haber la humanidad elegido el pecado toda la tierra fue llena de maldad.

Pero Noé halló gracia ante los ojos de Dios. Noé fue varón perfecto que buscó al Señor y Dios le bendijo. Dios envió un diluvio que acabó con toda la vida en la tierra, excepto a Noé, su familia y los animales que entraron en el arca. Dios entonces bendijo a Noé y reafirmó las bendiciones de la creación de multiplicarse en la tierra. 

También Dios dejó claro que la vida humana no debe ser derramada y que también el hombre puede comer de los animales. Aquí vemos cómo Dios prepara también el escenario para los sacrificios, pues ordena al hombre que coma de los animales pero que no coma de su sangre.

La señal de este pacto de Dios con Noé fue el arcoiris que vemos en el cielo durante la lluvia. Dios promete que no volverá a destruir la tierra con un diluvio y esta señal nos recordará esa promesa de Dios. El hombre por su lado debe multiplicarse y llenar la tierra. 

Pero vemos como uno de los hijos de Noé hace lo malo y este envía una profecía para sus tres hijos.

Conclusión

Nuestro Señor es Dios de pactos, que busca cómo establecer un contrato con la humanidad para que podamos alcanzar la bendición de nuestro Padre.

Estos pactos fueron establecidos por Dios, quien los cumplirá siempre a cabalidad y el ser humano debe también hacer su parte para que las bendiciones contenidas en el pacto de Dios vengan a nuestra vida.

Debemos tener siempre presente que Dios cumple su palabra, sin importar cuál haya sido la promesa de Dios Él siempre cumplirá lo que dijo. Pero es necesario que nosotros también cumplamos con nuestra parte para ser merecedores de la recompensa y bendiciones de Dios establecida.

En estos tres pactos vemos como Dios ciertamente cumple con sus promesas. Vemos cómo el hombre no tenía necesidad de nada y estuvo con Dios en un ambiente perfecto donde se paseaba en medio del huerto donde el hombre había sido puesto.

Pero desde la primera caída del ser humano esa relación con Dios se rompió y el pecado entró a toda la humanidad por un hombre.

Tanto fue el pecado en la humanidad que Dios decide acabar con ella, pero hubo alguien que agradó a Dios y no pudo Él castigarlo cuando estaba alejado de la maldad del mundo.

Hoy en día podemos ver aún esa señal del pacto de Dios con Noé y sabemos que no volverá a haber un diluvio como en los días de Noé. Pues Dios es fiel a su palabra y si Él lo dijo lo cumplirá.

El ser humano debe aprender a cumplir con los estatutos de Dios y obedecer para poder recibir sus bendiciones. Las bendiciones de Dios son abundantes para la humanidad y quiere cumplirlas todas, pero es necesario que seamos obedientes en todas las cosas para poder recibirlas de parte del Señor.

© Ricardo Hernández. Todos los derechos reservados.

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Ricardo Hernández
Siervo de Jesucristo.

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