Los pactos de Dios (Parte II)

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Estudios Bíblicos Predica de Hoy: Los pactos de Dios (Parte II)

Estudio Bíblico Texto Bíblico:Pero Jehová había dicho a Abram: vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.Génesis 12:1-4

Introducción

Dios había hecho una promesa a Noé. Desde entonces comenzó a multiplicarse y a llenar la tierra. Tiempo después Dios inicia a formarse un pueblo, el cual será escogido entre todos los pueblos de la tierra. 

Dios llama a su siervo Abraham y hace un pacto con él. Así inicia este nuevo pacto de Dios con el ser humano en su plan perfecto de Salvación.

4. El pacto con Abraham (Génesis 12:1-4): Pactos de Dios

Este pacto inicia con el llamamiento de Abram. Dios lo saca de su casa y lo lleva en un viaje largo, donde le muestra una tierra que será para él y su descendencia. Abram acepta el llamado de Dios y le obedece, sale de su casa y deja que Dios le muestre esta tierra.

Las promesas de Dios para con Abram son grandes. Dios promete bendecir a Abram y hacerlo una nación grande. No solo lo hará una nación grande sino que su nombre será de bendición, será grande. Esta bendición no solo lo alcanza a él, sino que Dios promete que serán benditas todas las familias de la tierra. Dios bendecirá a todos aquellos que le bendigan y maldeciré a todos los que maldigan a esta nación.

Dios lleva a Abram a la tierra que le había prometido, le pide que camine por ella porque a él la dará y a su descendencia. Abram pudo ver con sus ojos esa tierra prometida, pudo contemplar esa tierra y reclamar como propia, aunque no la poseyó realmente, por la fe era suya. Sabemos que Dios cumple sus promesas y nos damos cuenta que por la fe Abraham fue dueño de esa tierra, gracias a la promesa de Dios.

Pero Abram no tenía hijos, vino pues Dios y le prometió un hijo. Nuevamente Abram le cree a Dios y le es contado por justicia. Desde que Dios le dijo a Abram que saliera de la tierra, hasta que pudo ver a su hijo pasaron muchos años. Durante décadas estuvo Abram creyendo a Dios y a sus promesas. Pudo ver Abram cumplida la promesa de un heredero y pudo ver la tierra que Dios les daría a sus hijos. 

Dios le cambió hasta el nombre y ya no se le conoció más como Abram, sino como Abraham para hacer referencia a lo que Dios haría en su vida. Es de notar que aún no tenía Abraham hijos cuando Dios le cambió el nombre. La fe es llamar las cosas que no son como si fuesen. Así Dios le cambió ese nombre para que pudiera llamar esas cosas que no eran realidad en ese momento, pero que en la mente de Dios ya habían sido hechas y por la fe de Abraham ya era poseedor de esas promesas.

Dios cumplió sus promesas y Abraham tuvo descendencia, y fue una nación grande y los reyes salieron de ella. Él creó a la nación de Israel empezando por su siervo Abraham. El Señor cumplió ese pacto y el pueblo de Israel poseyó la tierra que le había prometido a Abraham.

5. Pactos de Dios: Pacto Mosaico (Éxodo 19:5-8)

Hasta este momento los pactos de Dios han sido para hombres y a través de ellos bendecir a los demás. En este nuevo pacto Dios lo hace con una nación entera, con el pueblo de Israel. 

Abraham murió y su descendencia comenzó a multiplicarse, tango que formaron un pueblo numeroso. Este pueblo descendió a Egipto donde, al principio, fueron tenidos en honra por haber Dios librado a la nación de la hambruna por causa de José. Pero pasados los años los egipcios se olvidaron de esta salvación y tuvieron miedo de los israelitas, pues se habían multiplicado en gran manera.

Fueron pues esclavos en Egipto, pero Dios se acordó de esa promesa que le había hecho a Abraham. Dios levanta uno de los más grandes líderes que ha tenido la humanidad entera. Por medio de Moisés Dios libra a su pueblo de la esclavitud y los sacó de Egipto con mano poderosa.

Con milagros y prodigios el pueblo de Israel sale de Egipto rumbo a la tierra que Dios le había prometido a Abraham. Delante de ellos va Moisés, un hombre que habla cara a cara con Dios y transmite los mandamientos de Dios a su pueblo.

Por medio de Moisés Dios le da al pueblo de Israel un decálogo conocido como los diez mandamientos. Esta ley moral contiene la sabiduría de Dios de manera que hoy en día es usada para delimitar el comportamiento humano. Dios da estos mandamientos a su pueblo para que los cumpla y los ponga en práctica para que vivan y sean bendecidos.

También les da Dios una serie de leyes civiles que deben cumplir para vivir en paz entre los miembros del pueblo y con todas las demás naciones alrededor de la tierra que les dará el Señor. Debiendo el pueblo cumplir con estos estatutos para que vivan en paz y tranquilidad, siendo poseedores de la tierra. Así Dios los bendecirá y bendecirá la tierra a donde los envía.

Además les brinda el Señor una serie de leyes ceremoniales que el pueblo debía cumplir cuando se acercaban al Señor. Dios les dejó todos estos mandamientos y estatutos para que los cumplan, Dios promete que los bendecirá. Dios nuevamente cumple con su promesa y los introduce en la tierra prometida.

El pueblo de Israel en Éxodo 19:8 acepta las leyes de Dios, aceptando el pacto que Dios les estaba presentando. por medio de Moisés ese mensaje fue dado al pueblo quienes aceptaron servir a Dios. Nuevamente vemos cómo Dios hace un pacto con los seres humanos, en esta caso con el pueblo de Israel.

6. Pactos de Dios: El pacto israelita (Deuteronomio 27-30)

Esta es una continuación del pacto Mosaico. Podemos leer cada una de las bendiciones que Dios promete al pueblo de Israel que les dará cuando entren a la tierra prometida. Pero también les muestra cada uno de los mandamientos y estatutos que deben cumplir para él el pacto tenga vigencia y las bendiciones sean sobre su vida.

Dios quiere que su pueblo viva bien en la tierra que les da. Podemos leer muchos estatutos que el pueblo debe cumplir para vivir bien, para que la tierra de sus frutos, para vivir en paz con las naciones vecinas, para que Dios les de la victoria en la guerra. Dios les enseña cuál debe ser su comportamiento entre ellos mismos, pues Dios quiere que vivan en armonía. 

El pueblo debía cumplir con todo lo que Dios les mandó. También les proveyó Dios de una forma de obtener el perdón por sus pecados a través de ciertas ceremonias que se llevaban a cabo en determinadas fecha y momentos. Dios buscó la salvación de su pueblo a través del derramamiento de sangre.

Vemos como en el pacto edénico, al ser roto Dios derrama sangre de animales para proveer de vestido para Adán y su esposa. De la misma manera en este pacto Dios ordena el derramamiento de sangre para que el pueblo pueda tener redención por sus pecados.

Estas ceremonias debían cumplirse a cabalidad para que todo el pueblo pudiera ser redimido. Dios les dio instrucciones precisas que debían cumplir e instituyó a sacerdotes para que velaran por el cumplimiento de las ceremonias.

Nuevamente el pueblo acepta cada una de las ordenanzas de Dios y prometen cumplirlas. De esta manera Dios los introduce a la tierra prometida y ellos deben cumplir con esa relación del pueblo con la tierra y la obediencia a los estatutos de Dios. Este pacto de la ley es cumplido. Así pasa el tiempo y el pueblo de Israel se acerca a Dios en determinado tiempo y luego hacen lo malo, pero nuevamente se acercan a Dios. 

Dios les envía disciplina a través de naciones, a través de hombres. Cuando el pueblo se acercaba a Dios, Él los libraba de estas naciones, pero cuando volvían Dios enviaba disciplina nuevamente.  Dios enviaba a sus jueces para librar al pueblo de Israel de la aflicción de estas naciones.

Conclusión

Abraham cumplió su parte y fue obediente al mandato de Dios. Por su parte Dios cumple su promesa y le da a Abraham descendencia para que se convierta en una nación. Así empieza esta historia de Dios con su pueblo escogido. 

Durante el pacto Mosaico vemos como Dios saca al pueblo y les da mandamientos que aceptan cumplir. En el camino sin embargo el pueblo se olvida de sus palabras y hacen lo malo, pero Dios continúa fiel a su pacto, el pacto con Abraham y forma la nación de Israel. 

Dios nuevamente hace un pacto con su pueblo y les permite poseer la tierra. Aunque en ella había naciones más grandes y fuertes, el pueblo pudo vencerlas pues Dios estaba con ellos cumpliendo su parte del pacto que habían hecho.

El pueblo recibe instrucciones de Dios de cómo debe ser su comportamiento en esta tierra y ellos obedecen. Las condiciones de Dios son obediencia a sus mandamientos para ser bendecidos, pero si desobedecen sufrirán en la tierra.

Dios es fiel a sus promesas y bendice la obediencia de los hombres, pero también castiga la desobediencia. Debemos ser obedientes para recibir estas bendiciones de Dios, Él es fiel.

© Ricardo Hernández. Todos los derechos reservados.

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Ricardo Hernández
Siervo de Jesucristo.

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