Estudios Bíblicos
Estudios Bíblicos Predica de Hoy: David y la armadura de Saúl
Estudios Bíblicos Lectura Bíblica: 1 Samuel 17
I. David y las perspectivas de los demás. (Opinión de Saúl. vers. 33)
Considerando la intención de David de enfrentarse al gigante, el rey Saúl expresa su opinión. El rey es escéptico acerca de David: “No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud.” Se refiere a la juventud e inexperiencia de David: “eres un muchacho.”
En consecuencia, alaba la habilidad y la experiencia del enemigo: “él un hombre de guerra desde su juventud“. Si dependemos demasiado de las perspectivas de los demás, existen dos peligros ocultos, que son:
- 1. El peligro de subestimarnos a nosotros mismos. En este sentido, podemos perder oportunidades de éxito dadas por Dios.
- 2. El peligro de sobreestimarnos. En este sentido corremos el peligro de asumir responsabilidades o desafíos para los que no estamos preparados.
II. David y los deseos de los demás (el dudoso deseo de Saúl. vers. 37b)
Ante la insistencia de David de enfrentarse al gigante, el rey Saúl le dice a David: “..Ve, y Jehová esté contigo..” En apariencia, es un buen deseo, pero si profundizamos, vemos que en vers. 38 Saúl viste a David con su armadura, y esta oración de Saúl parece ser una simple expresión de devoción que demuestra su incredulidad. De lo contrario hubiese dicho: Ve y veamos si Dios está contigo como dices, para salvarte. No es que lo haya dicho con malas intenciones, sino que no es una oración producto de la fe, sino llena de dudas.
Al hablar de los deseos de los demás, vale la pena mencionar los siguientes puntos:
Necesidad de sentir la aprobación de los otros
En más de una ocasión podemos sentirnos tentados a hacer cosas, solo por escuchar confirmaciones que nos son aceptables, o simplemente para evitar aquellas que son en contra.
Quieren someterse a la voluntad de otros
Nuestra voluntad puede estar consciente o inconscientemente subordinada a otra persona, familiar, amigo, cónyuge, mayoritario o incluso al pecado.
Voluntad Impulsiva
La voluntad puede estar sujeta a las emociones del momento, llevando a malas decisiones y proyectos que nunca se terminan porque cuando la emoción cambia, también cambia el ritmo.
Si el testamento de David hubiera sido sometido a Saúl, ciertamente habría fracasado. Esto es solo por una razón; Saúl era un gran perdedor.
No puedes subordinar tu voluntad a los deseos de quien te deja solo. Saúl le dio su armadura a David, probablemente un lindo gesto, pero el mensaje fue claro: toma mi armadura y pelea mientras yo observo. Cuando yo era el rey y el jefe de la ciudad, tuve que decirle que fuera junto y derrotara al gigante.
Un verdadero deseo, o una verdadera oración por ti, debe ir acompañado de la intención de estar contigo y ayudarte si es necesario.
III. Habilidades de los demás (verss. 38-39)
El gran error de David sería ir al campo de batalla vestido con la ropa militar de Saúl. David lo expresa: “Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué.” David no podía caminar, y mucho menos pelear. Probablemente moriría tan pronto como apareciera en el campo de batalla.
3 lecciones en estos dos versículos a considerar:
1. No aceptar la oferta de proyectos para los cuales no estamos preparados.
Lo que significó protección y dignidad para Saúl para David significó peligro de muerte. David no sabía cómo usarlo y no estaba diseñado para él.
2. Hay cosas que no estamos llamados a hacer.
Hay cosas para las que no tenemos las habilidades para hacer. Hay ministerios que no nos responden porque no tenemos los dones para ellos. Además, este tipo de cosas es simplemente molesto.
Afronta la realidad con honestidad y sin complejos. David no se dejó poner en peligro por la armadura de Saúl, David evitó el peligro de traicionarse a sí mismo. Fue honesto con Saúl y especialmente consigo mismo. Comprendió que no estaba preparado para esto, pero sin timidez, porque sabía que se había vuelto perfecto en otra cosa.
3. No dejes atrás tu comparación.
Todos los guerreros, tanto israelitas como filisteos, vestían armadura. Usar armadura era normal, pero no usarla sería una locura. Cuando David se quita la armadura del rey, renuncia a parecerse a los demás, teóricamente poniéndose en desventaja frente a su oponente. Pero aparte de eso, renuncia a usar un uniforme militar contra quien pelea, así se distinguió David de los demás, quien recibió la burla de su enemigo con las palabras: “…¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos?..” (vers. 43).
Compararnos con los demás nos conduce a hacer cosas para las que no estamos preparados, o simplemente no tenemos talento.
La comparación engendra envidia, y en Proverbios 1:30 la palabra dice que la envidia pudre los huesos. En otras palabras, los que se comparan acaban siendo envidiosos, y los envidiosos se destruyen poco a poco.
VI. Mi propia preparación (Verss. 34-35)
David supo reconocer la preparación que recibió durante su vida. Hay que recordar que la labor pastoral era algo despreciado en la época, incluso en algunas culturas, como la egipcia, era abominable.
Pero sin complicaciones y consciente del propósito de Dios, David entendió que la pequeña tarea era sólo una preparación para una obra mayor. No menospreciéis lo que Dios te permite vivir y recibir hoy. Sepa que lo que está viviendo hoy es una preparación, esfuércese y comprométase. Espera lo que Dios te traerá a continuación.
V. Mis propios desafíos. (Verss. 35-36)
A Pesar de la aparente tranquilidad del trabajo pastoral, siempre existe el desafío oculto de enfrentar a los depredadores que se acercan a la manada para matar y comer.
David se refiere a la experiencia del rey de enfrentarse a osos y leones en defensa de sus ovejas, e incluso parece describir el combate cuerpo a cuerpo que una vez tuvo con esos animales para salvar una oveja.
Estas experiencias, aunque lejos de la experiencia de la batalla, dieron a David la confianza suficiente para creer que podría acabar con el gigante: “este filisteo incircunciso será como uno de ellos” (vers. 36).
- 1. No tengas miedo de afrontar los desafíos que se presentan hoy, porque no son para destruir, sino para formar.
- 2. Para experimentar el poder de Dios tendrás que atravesar por pruebas que te superan.
- 3. Tu perspectiva de las pruebas es diferente a la de Dios. Recuerda que Dios nunca permitirá que llegue a ti una prueba que no puedas superar (1 Corintios 10:13).
VI. Tu propia creencia (verss. 36-37)
Cuando David fue ungido como rey, la Biblia dice que: “desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David.” (1 Samuel 16:12-14).
El Espíritu de Jehová apareció en David, entre otras cosas, por una profunda convicción de su presencia. Hasta el punto de que pudo experimentar al Señor, incluso en medio del trabajo ordinario y cotidiano.
Estas experiencias lo llenaron de tal convicción que atribuyó al Señor las victorias que había alcanzado hasta ahora. E incluso en su futuro enfrentamiento con el gigante Goliat, declaró la intervención divina a su favor.
Ciertamente, David conocía muy bien las historias de todo lo que Dios había hecho por su pueblo en el pasado, pero además de conocer el poder de Dios, también estaba apoyado por una experiencia de ese poder en su propia vida. El Dios de Israel era también el Dios de David.
- 1. Es necesario conocer a Dios personalmente
- 2. Dios se conoce personalmente a través de la intimidad
VII. Armas personales de David (vers. 40)
Cuando David tiró las armas de Saúl, David tomó su cayado, fue al arroyo, tomó cinco piedras y las puso en su bolsa de pastor, y fue al encuentro del gigante.
La convicción y la fe de David en el poder de Dios iban acompañadas de la certeza de que lograría la victoria, con las armas que había usado en el pasado en su labor como pastor, y que sabía usar eficazmente. Dos lecciones importates que debemos aprender de esto:
- 1. No desear los dones, talentos y otros talentos de los demás.
- 2. Lo que Dios te ha dado, ya sea que creas que es poco o mucho, complejo u ordinario, son las armas que Él te ha entregado para vencer.
Conclusión
La historia de David y Goliat es una de las más conocidas de la Biblia, y sirve como ejemplo de fe y victoria sobre el temor. En la historia, David, un joven pastor, sale a enfrentarse al gigante Goliat y lo derrota con tan sólo una honda y una piedra. Los detalles de la historia son importantes para entender cómo pudo David derrotar a Goliat.
Cuando David llegó por primera vez al campo de batalla, vio a Goliat e inmediatamente sintió miedo. Sin embargo, estaba decidido a enfrentarse a él y puso su fe en Dios. Arrojó las armas de Saúl y cogió su cayado de pastor y un saco de piedras. David eligió cinco piedras que metió en la bolsa, creyendo que Dios le daría fuerzas. Esta convicción y fe en Dios es lo que le dio fuerzas a David para enfrentarse a Goliat y finalmente derrotarlo.
La historia de David y Goliat es un ejemplo clásico de fe en acción. Confiando en Dios y en su fuerza, David pudo enfrentarse a un gigante y vencer. Esta es una lección importante para todos aquellos que desean vivir una vida de fe. La convicción de David en Dios y su fe en Él son una inspiración para todos nosotros y deberían servirnos de ejemplo de cómo una vida de fe puede ayudarnos a lograr lo imposible.
© José M. Vallín. Todos los derechos reservados.