Hablar en lenguas

Estudios Bíblicos

Estudios Bíblicos Predica de Hoy: Hablar en lenguas

Estudios Bíblicos Lectura Bíblica de hoy: Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.1 Corintios 14:2

Introducción:

Ciertamente, en muchos estudios bíblicos se busca aclarar y arrojar luz sobre ciertos temas que causan controversia en la Iglesia de Cristo, y este es el caso de los estudios bíblicos en la actualidad.

Según las investigaciones, según la enseñanza de algunas iglesias, el hablar en lenguas es un signo indiscutible e importante de una verdadera vida cristiana, mientras que según la enseñanza de otras tales manifestaciones no deberían tener cabida en la iglesia. Pero ¿qué dice la palabra del Señor sobre el don de hablar en lenguas? ¿Le corresponden estas manifestaciones a la iglesia de hoy? ¿El hablar en lenguas me hace menos cristiano que ellos?

Estos estudios bíblicos tienen como objetivo responder a las preguntas presentadas. En primer lugar, es necesario averiguar a través de estudios bíblicos cuál es el verdadero propósito de hablar en lenguas, y sobre todo buscar referencias bíblicas a lo que se dice. Como primera referencia, tenemos un pasaje del libro de los Hechos:

y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.” (Hechos 2:3-4)

Estos versículos nos muestran claramente la venida del precioso Espíritu Santo sobre los creyentes. Como podemos apreciar, la venida del Espíritu Santo les permitió hablar nuevos idiomas o nuevas lenguas, que como nos cuenta la historia, eran desconocidos para los que las hablaban. Y cuando continuamos leyendo, el siguiente versículo arroja más luz sobre el asunto:

Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.” (Hechos 2:6)

El don de hablar en lenguas

Dado el contexto de la lectura, los creyentes recibieron el don de hablar en lenguas para proclamar las maravillas y la gloria de Dios a cada transeúnte de diversas nacionalidades que visitaba el lugar en su propio idioma nativo.

Otro pasaje importante sobre el propósito de hablar en lenguas se encuentra en lectura Bíblica de hoy. Si tomamos este pasaje literalmente y asumimos que el único propósito del don de lenguas es predicar a personas que hablan en lenguas que no conocemos, nos enfrentamos a un tremendo dilema. Pero en cambio, obtenemos evidencia de cómo Dios puede usar los dones espirituales para diferentes propósitos. En los siguientes versículos, el Apóstol Pablo revela este otro propósito del caso de este estudio bíblico:

  • El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia.” (1 Corintios 14:4)
  • “Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.” (1 Corintios 14:14)

Aparentemente, a través de la preciosa revelación del Espíritu Santo, Pablo entiende que el don de lenguas puede manifestarse en la intimidad de los creyentes que oran íntimamente con Dios por su propia iluminación espiritual.

Hablar en lenguas en la iglesia

Pero al aplicarlo al ámbito eclesiástico (entendido como iglesia) en estos estudios bíblicos, el apóstol también, a través de las escrituras que se enumeran a continuación, afirma que este don no puede servir para la edificación de la iglesia si no hay hermanos presentes que puedan traducir lo que se habla en el momento de la manifestación:

  • Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire.” (1 Corintios 14:9)
  • pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.” (1 Corintios 14:19)

Entonces, si bien es cierto, según estos estudios bíblicos, el don de lenguas proviene claramente de Dios, y debe usarse con un propósito y en orden para la edificación de los hermanos y los incrédulos. Estos estudios bíblicos nos permiten visualizar lo dicho anteriormente al citar la conclusión del capítulo. “Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden.” (1 Corintios 14:39-40).

Según algunos estudios bíblicos, se considera especulación en ausencia de referencias o evidencia firmes, y en estos estudios bíblicos no hay evidencia de que la palabra de Dios imponga límites a los dones. Hablar en lenguas no se pudo ubicar en los primeros días de la Iglesia. Los estudios bíblicos acerca de este tema no encontró evidencia firme de que hablar en lenguas constituyeran una prueba irrefutable y esencial en la vida de un verdadero cristiano.

Según el mismo Señor, y según el estudio de la Escritura, los que verdaderamente pertenecen a Dios serán conocidos por sus frutos, y no por las lenguas que hablen.

Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos”. (Mateo 7:16-18)

En la epístola a Gálatas, el apóstol Pablo define con más precisión cuáles son realmente estos frutos:

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” (Gálatas 5:22-23)

Conclusión

Hemos encontrado que en la palabra de Dios nunca mencionan el don de hablar en lenguas como el logro cristiano básico. Sino que es un ejemplo de comunión e intimidad con el Espíritu Santo.

Finalmente, se puede concluir que el hablar en lenguas es un don de Dios, y donde se propone el don de lenguas como principio fundamental y evidencia de la verdadera vida cristiana, es una mera especulación. Afirmar que hablar en lenguas no son signos pertenecientes a la iglesia moderna, ya que según los estudios bíblicos no hay evidencia bíblica que respalde tales afirmaciones.

© Pedro Blanco. Todos los derechos reservados

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Pedro Blanco
Mi familia y yo aceptamos a Cristo como nuestro rey y salvador hace más de 20 años. Fui ministro en mi iglesia local por 15 años. Es mi oración que el material que publique te sirva de bendición.

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