Estudios Bíblicos
Estudios Bíblicos Predica de Hoy: ¿Profecía o adivinación?
Introducción
La Biblia nos enseña que uno de los dones del Espíritu Santo es la profecía (1 Corintios 12:10).
Según Romanos 12:6 este don debe usarse conforme a la medida de fe que Dios repartió al creyente. Una cosa que realmente me molesta en muchas congregaciones por donde Dios me ha llevado a ministrar como Evangelista, es que ha habido muy mala enseñanza al respecto. Por ejemplo un Pastor le decía a sus feligreses: “Profetice que su hijo será un gran abogado, profetice que usted tendrá una gran empresa, profetice que la riqueza y la prosperidad están con usted..” y cosas así por el estilo.
Muchos de estos Pastores se basan en pasajes como: “Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate al mar, y no dudare en su corazón sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho…” (Marcos 11:22). Suena lógico que apoyándose en un pasaje como este, el creyente sea llevado a pensar que la profecía es una habilidad humana y en complicidad con la confesión positiva a fin de recibir beneficios casi siempre materiales.
La profecía bíblica
Pero, ¿era así en la vida de los Profetas de Dios en las escrituras? El apóstol Pedro dice: “...porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo…” (2 Pedro 1:21)
Podemos ver entonces, que la profecía bíblica, parte de la inspiración del Espíritu Santo que habita en la vida del creyente que está lleno de Dios.
La profecía por la voluntad humana
Pedro es claro al afirmar: “PORQUE NUNCA LA PROFECÍA FUE TRAÍDA POR VOLUNTAD HUMANA” (2 Pedro 1:21). Esto debe enseñarnos que ningún Pastor, Evangelista, Maestro, o Predicador, quienquiera que sea, puede venir a decirnos: “Profetice sobre su vida y sus circunstancias”, observemos que la profecía no fluye por la voluntad humana sino por la revelación del Espíritu de Dios.
Pablo dice que la Profecía es para hablar a los hombres para edificación, aliento, y consolación (1 Corintios 14:3), y en este mismo capitulo enseña a los creyentes Corintios: “…Así mismo los profetas hablen dos o tres y los demás juzguen. Y si algo LE FUERE REVELADO a otro que estuviere sentado, calle el primero…” (14:28-29). Vemos aquí, que la Profecía parte de una revelación sobrenatural, o inspiración del Espíritu de Dios sobre el creyente lleno de Cristo.
En el capítulo 13 vs. 9 de la misma carta a los Corintios, Pablo dice: “…Porque en parte conocemos y en parte profetizamos…” quiere decir esto, que la profecía frecuentemente viene acompañada por la revelación de la palabra de ciencia, entonces es que en parte conocemos y debido a esta revelación: “en parte profetizamos”, en base a lo revelado por la palabra de ciencia se profetiza, frecuentemente quienes operan en la profecía saben que la realidad que se vive en muchas congregaciones, lo que llaman profecía no lo es, sino una mera ambición y codicia del ser humano haciendo “declaraciones de fe” o “declaraciones proféticas”.
Otra recomendación de Pablo al respecto pero en su carta a la Iglesia en Tesalónica es: “…No menospreciéis las profecías,” y añade: “EXAMINADLO TODO“.
Conclusión
El hecho de que muchas congregaciones no comprendan bien como se manifiesta la profecía, no significa que debamos desecharla, pero tampoco vamos a correr, como está tan de moda en muchas iglesias, a hacer fila delante de los Evangelistas o Predicadores o “Profetas” para que nos profeticen al oído, las cosas que a veces en nuestra codicia queremos oír…
¡¡¡¡Noooo!!!!
© Luis César Martínez Jaime. Todos los derechos reservados.