El Apóstol Mateo

Marco A. Hernández

El Apóstol Mateo

Estudios Biblicos

Estudios Bíblicos Estudio de: El Apóstol Mateo

Estudio Bíblico Completo: La Vida y Ministerio del Apóstol Mateo

Introducción

Mateo, el Apóstol y Evangelista

Mateo, también conocido como Leví, es una de las figuras más fascinantes en el Nuevo Testamento. Su vida refleja la transformación radical que puede ocurrir cuando una persona encuentra a Cristo. Como recaudador de impuestos, Mateo fue despreciado por sus compatriotas, pero Jesús lo llamó a una vida de servicio y misión. Más tarde, Mateo escribiría uno de los cuatro evangelios, relatando la vida y enseñanzas de Jesús con un enfoque particular en la realeza de Cristo y el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento.

Este estudio tiene como propósito explorar a fondo la vida de Mateo, desde su llamado como discípulo hasta su contribución al cuerpo de la Escritura, con especial énfasis en el Evangelio que lleva su nombre. También analizaremos las enseñanzas teológicas clave que Mateo destaca en su relato, y cómo estas continúan impactando la vida cristiana hasta hoy. A través de una mirada cronológica, profundizaremos en el contexto histórico en el que Mateo vivió y escribió, incluyendo el papel que jugó dentro de la comunidad judía bajo el dominio romano.

I. Mateo

Un Recaudador de Impuestos Llamado a Seguir a Jesús (Mateo 9:9-13)

a. El Oficio de Mateo como Recaudador de Impuestos

Antes de seguir a Jesús, Mateo trabajaba como recaudador de impuestos, un trabajo que lo colocaba entre los más odiados por sus compatriotas judíos. Los publicanos, como se les llamaba, eran vistos como traidores por trabajar para el Imperio Romano y recaudar impuestos para ellos. Además, muchos publicanos eran notoriamente corruptos, extorsionando a la gente al recaudar más de lo que debían, para enriquecerse personalmente. Esto es lo que hace el llamado de Jesús a Mateo tan radical: Cristo extendió Su gracia y llamado incluso a aquellos marginados por la sociedad.

Flavio Josefo, el historiador judío del siglo I, describe a los recaudadores de impuestos como personas que “se ganaban el desprecio de la gente debido a la forma en que se aprovechaban de su posición para extorsionar a sus compatriotas” (Antigüedades de los Judíos, Libro 18, Capítulo 1). Mateo, como publicano, no solo era visto como un traidor a su nación, sino que también era considerado espiritualmente impuro según los estándares religiosos de su época.

Este contexto hace que el llamado de Jesús a Mateo sea notable. En Mateo 9:9, leemos: “Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió”. Esta breve pero poderosa declaración muestra la autoridad de Jesús y la disposición de Mateo a abandonar su vida anterior para seguir a Cristo.

b. El Llamado de Jesús a Mateo

El llamado de Mateo no fue un evento ordinario. En el contexto de la cultura judía, que valoraba la pureza ritual y el cumplimiento de la Ley, la elección de un recaudador de impuestos como discípulo hubiera sido escandalosa. Sin embargo, Jesús estaba redefiniendo las nociones de quién era aceptable ante Dios. Él declaró: “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos… No he venido a llamar a justos, sino a pecadores” (Mateo 9:12-13). Esta enseñanza subraya la misión de Jesús: ofrecer salvación y gracia a todos, incluso a los que eran marginados por la sociedad.

El teólogo británico John Stott comenta: “El llamado de Mateo es un recordatorio profundo de que la gracia de Dios se extiende más allá de los límites de la moralidad convencional. Jesús no solo invita a los moralmente correctos, sino también a aquellos que han sido rechazados por la sociedad” (El Mensaje de Romanos, 1994).

c. La Fiesta en Casa de Mateo

Inmediatamente después de su llamado, Mateo organizó una gran fiesta en su casa, a la que invitó a otros publicanos y personas de mala reputación. Este evento provocó la crítica de los fariseos, quienes no podían comprender por qué Jesús comía con personas que ellos consideraban impuras (Mateo 9:10-11). Sin embargo, este evento sirvió como un momento clave en el ministerio de Jesús, ya que utilizó la oportunidad para enseñar sobre la misericordia y la verdadera naturaleza de su misión. Mateo dejó todo atrás, incluyendo su lucrativo trabajo, para seguir a Cristo.

El llamado de Mateo no solo marcó el inicio de su discipulado, sino que también es un recordatorio de cómo Jesús derrumba las barreras sociales y ofrece Su gracia a todos. A partir de este momento, Mateo caminaría junto a Jesús, presenciando milagros y escuchando enseñanzas que cambiarían el curso de la historia.

II. El Ministerio de Mateo como Discípulo de Jesús

a. Testigo de los Milagros y Enseñanzas de Jesús

Como uno de los doce apóstoles, Mateo estuvo presente durante muchos de los momentos más importantes del ministerio de Jesús. Fue testigo de milagros como la alimentación de los cinco mil (Mateo 14:13-21), la resurrección de Lázaro (Juan 11:1-44), y la curación de muchos enfermos y endemoniados. Mateo también estuvo presente cuando Jesús calmó la tormenta en el Mar de Galilea (Mateo 8:23-27), demostrando Su poder sobre la naturaleza.

El evangelio de Mateo es particularmente importante porque no solo relata estos milagros, sino que también se centra en las enseñanzas de Jesús. Uno de los bloques más grandes de enseñanza en este evangelio es el Sermón del Monte (Mateo 5-7), donde Jesús establece el fundamento ético del Reino de los Cielos. En este sermón, Jesús explicó cómo su reino era diferente a los reinos terrenales y cómo sus seguidores debían vivir una vida de justicia que superara la mera observancia externa de la Ley.

El historiador Justo L. González comenta: “El Sermón del Monte, como lo relata Mateo, es quizás el manifiesto más claro de lo que significa vivir bajo el gobierno de Dios. Jesús redefine las expectativas morales y espirituales de sus seguidores, alejándolos del legalismo hacia una vida de gracia” (Historia del Cristianismo, 1993).

b. El Enfoque de Mateo en Jesús como el Mesías

Uno de los énfasis teológicos más fuertes en el evangelio de Mateo es la presentación de Jesús como el Mesías prometido en las Escrituras hebreas. Mateo cita el Antiguo Testamento más que cualquier otro evangelista, mostrando cómo Jesús cumple las profecías mesiánicas. Desde la genealogía en Mateo 1, que conecta a Jesús con Abraham y David, hasta las numerosas referencias a los profetas, Mateo subraya continuamente que Jesús es el Mesías que Israel estaba esperando.

En Mateo 1:22-23, Mateo cita a Isaías 7:14: “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros”. Esta referencia es clave porque vincula a Jesús directamente con la promesa del Emanuel, el Dios que habitaría entre su pueblo. Para Mateo, no había duda de que Jesús era el cumplimiento de todas las promesas hechas a los patriarcas y profetas.

El teólogo N.T. Wright escribe: “Mateo presenta a Jesús no solo como el Mesías de Israel, sino también como el Rey divino cuyo reinado establecerá el verdadero cumplimiento de la Ley y los Profetas” (The New Testament and the People of God, 1992).

c. La Participación de Mateo en la Gran Comisión

Después de la resurrección, Mateo fue testigo del evento conocido como la Gran Comisión. En Mateo 28:19-20, Jesús dio a sus discípulos la orden de hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos y enseñándoles a guardar todo lo que Él había mandado. Este mandato es el clímax del evangelio de Mateo, y se ha convertido en el fundamento de la misión de la iglesia cristiana.

Mateo, como uno de los que escucharon directamente estas palabras de Jesús, habría tomado este mandato muy en serio. La Gran Comisión no solo fue una instrucción para los discípulos presentes, sino para todos los seguidores de Cristo a lo largo de los siglos. La enseñanza y el ejemplo de Mateo contribuyeron significativamente a la expansión del cristianismo, no solo entre los judíos, sino también entre los gentiles.

A lo largo de su ministerio, Mateo no solo fue testigo de los milagros y enseñanzas de Jesús, sino que también participó activamente en la difusión del evangelio. Sin embargo, su contribución más duradera fue su evangelio, un relato que ha sido utilizado por generaciones para enseñar y discip

III. El Evangelio de Mateo: Un Relato del Mesías y Su Reino

a. La Autoría del Evangelio de Mateo

El evangelio que lleva el nombre de Mateo ha sido tradicionalmente atribuido a él desde los primeros días de la iglesia. Aunque algunos estudiosos han debatido esta autoría, la tradición eclesiástica, basada en testimonios como el de Eusebio de Cesarea en su Historia Eclesiástica (Libro III, Capítulo 24), sostiene que Mateo, el apóstol, escribió el evangelio. Este evangelio está dirigido principalmente a una audiencia judía, lo que se refleja en su énfasis en el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento.

Eusebio menciona que Mateo escribió su evangelio en hebreo o arameo, antes de que fuera traducido al griego. Esto sugiere que su intención era alcanzar a la comunidad judía, demostrando que Jesús era el Mesías prometido. El evangelio de Mateo contiene más citas del Antiguo Testamento que cualquier otro evangelio, lo que refuerza su enfoque en Jesús como el cumplimiento de las Escrituras hebreas.

El teólogo R.T. France sostiene: “El evangelio de Mateo se destaca por su cuidadosa estructura y su enfoque en demostrar que Jesús es el verdadero heredero de las promesas hechas a Abraham y David” (Matthew: Evangelist and Teacher, 1989).

b. El Sermón del Monte: El Corazón de las Enseñanzas de Jesús

Uno de los pasajes más conocidos y extensos del evangelio de Mateo es el Sermón del Monte (Mateo 5-7). Este sermón es fundamental para entender las enseñanzas de Jesús sobre el Reino de los Cielos y cómo deben vivir sus seguidores. En el sermón, Jesús redefine la justicia, mostrando que el verdadero cumplimiento de la Ley no es solo un asunto de acciones externas, sino también de la pureza interna del corazón.

Las Bienaventuranzas (Mateo 5:3-12) son el comienzo del sermón y presentan un retrato radical de aquellos que son bendecidos en el Reino de Dios. En lugar de los ricos y poderosos, Jesús declara bienaventurados a los pobres en espíritu, los que lloran, los mansos y los que tienen hambre y sed de justicia.

En Mateo 5:17, Jesús aclara que no ha venido para abolir la ley, sino para cumplirla. Mateo utiliza este sermón para resaltar que Jesús no estaba fundando una nueva religión, sino que estaba revelando el verdadero significado de la Ley y los Profetas. El teólogo Dietrich Bonhoeffer, en su obra El Costo del Discipulado (1937), comenta: “El Sermón del Monte no es simplemente un ideal inalcanzable, sino el llamado radical de Jesús a vivir bajo el Reino de Dios en el presente”.

c. Las Parábolas del Reino de los Cielos

El evangelio de Mateo también destaca las parábolas como un medio principal de enseñanza de Jesús. Las parábolas de Mateo revelan la naturaleza del Reino de los Cielos y cómo los discípulos deben vivir en él. Entre las parábolas más destacadas que Mateo incluye están la parábola del sembrador (Mateo 13:1-23), la parábola del trigo y la cizaña (Mateo 13:24-30), y la parábola de la red (Mateo 13:47-50).

Estas parábolas utilizan imágenes del mundo agrícola y cotidiano para revelar verdades profundas sobre el Reino. Mateo enfatiza que el Reino de los Cielos es algo que comienza de manera pequeña, como una semilla de mostaza, pero que crece y se extiende de manera global. Las parábolas también revelan el juicio final y la separación entre los justos y los impíos, mostrando que el Reino no solo es de gracia, sino también de justicia.

N.T. Wright, en su comentario sobre Mateo, dice: “A través de las parábolas, Jesús revela las realidades escondidas del Reino, invitando a sus oyentes a ver el mundo a través de los ojos de Dios” (Matthew for Everyone, 2004).

Transición: A través de su evangelio, Mateo nos presenta un retrato completo de Jesús: el Mesías que cumple las profecías, el Maestro que revela los misterios del Reino, y el Juez que traerá justicia al final de los tiempos. Sin embargo, el legado de Mateo no se limita a sus palabras escritas; su impacto también se refleja en su testimonio como discípulo y en su papel en la expansión de la iglesia primitiva.

IV. El Impacto Teológico del Evangelio de Mateo

a. Jesús como el Mesías Prometido

El tema central del evangelio de Mateo es que Jesús es el Mesías prometido. Desde el principio, Mateo presenta a Jesús como el cumplimiento de las promesas hechas a Israel. En la genealogía de Mateo 1, se traza el linaje de Jesús desde Abraham, pasando por David, lo que subraya Su derecho legal al trono de Israel. Mateo 1:1 dice: “Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham”, lo que coloca a Jesús en el contexto del pacto que Dios hizo con Su pueblo.

Mateo cita repetidamente el Antiguo Testamento para demostrar que Jesús cumple las profecías mesiánicas. Por ejemplo, en Mateo 2:6, cita a Miqueas 5:2 para mostrar que el Mesías nacería en Belén. Estas conexiones entre el Antiguo y Nuevo Testamento son fundamentales para entender el propósito de Mateo: mostrar que Jesús es el Rey prometido que establecerá el Reino de Dios.

El teólogo Craig Keener escribe: “El evangelio de Mateo está diseñado para mostrar a su audiencia judía que Jesús es el cumplimiento de las promesas del Antiguo Testamento, y que su reinado es el que Israel ha estado esperando” (The Gospel of Matthew: A Socio-Rhetorical Commentary, 1999).

b. El Reino de los Cielos

Otro tema teológico clave en el evangelio de Mateo es el concepto del Reino de los Cielos. Mientras que otros evangelios usan el término “Reino de Dios”, Mateo, por respeto a la sensibilidad judía hacia el uso del nombre de Dios, utiliza “Reino de los Cielos”. El Reino es presentado como el gobierno divino sobre la tierra, inaugurado por Jesús pero aún esperando su consumación final.

En Mateo 4:17, se nos dice que Jesús comenzó su ministerio proclamando: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”. Esta proclamación es el eje central de la predicación de Jesús, y Mateo organiza su evangelio en torno a esta idea. A través de los milagros, enseñanzas y parábolas, Jesús revela cómo es este Reino y cómo deben vivir sus ciudadanos.

El teólogo George Ladd afirma: “El Reino de Dios, tal como lo presenta Mateo, es una realidad tanto presente como futura. Jesús inaugura el Reino en su primera venida, pero su plena manifestación vendrá con su regreso” (The Gospel of the Kingdom, 1959).

c. La Justicia del Reino y el Juicio Final

Mateo también pone un fuerte énfasis en la justicia del Reino. A través de sus enseñanzas, Jesús aclara que la justicia del Reino de Dios es más profunda que la simple observancia de la Ley. En el Sermón del Monte, Jesús enseña que la justicia del Reino es una cuestión del corazón, no solo de acciones externas. Mateo 5:20 dice: “Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos”.

Además, Mateo destaca el juicio final como una parte integral del mensaje del Reino. En Mateo 25:31-46, Jesús describe el juicio de las naciones, donde los justos y los impíos serán separados como ovejas y cabritos. Este pasaje subraya que aquellos que viven de acuerdo con la justicia del Reino heredarán la vida eterna, mientras que los que rechazan a Cristo enfrentarán el juicio.

El evangelio de Mateo no solo presenta a Jesús como el Mesías, sino que también revela cómo es vivir en su Reino. Mateo nos llama a una vida de justicia, basada no solo en la obediencia externa, sino en un corazón transformado por la gracia de Dios. Este mensaje de justicia y juicio sigue siendo relevante para los cristianos de hoy.

V. El Legado de Mateo y Su Impacto en la Iglesia Primitiva

a. Mateo y la Comunidad Judía

El evangelio de Mateo fue escrito en un contexto donde muchos cristianos eran de origen judío, y la relación entre la nueva fe en Jesús y las tradiciones judías era una cuestión central. Mateo busca demostrar que la fe en Jesús no es una ruptura con el judaísmo, sino su cumplimiento. Este enfoque fue crucial para la iglesia primitiva, que necesitaba integrar a judíos y gentiles en una sola comunidad de fe.

El teólogo Raymond E. Brown comenta: “El evangelio de Mateo es un puente entre el judaísmo y el cristianismo. Mateo muestra que la llegada de Jesús no era una ruptura con el Antiguo Testamento, sino la culminación del plan redentor de Dios” (An Introduction to the New Testament, 1997).

b. El Uso del Evangelio de Mateo en la Iglesia Primitiva

El evangelio de Mateo fue uno de los más utilizados en la iglesia primitiva, particularmente debido a su énfasis en la enseñanza de Jesús. Es el único evangelio que contiene la Gran Comisión en su forma completa (Mateo 28:19-20), lo que lo convierte en un texto clave para el desarrollo de la misión cristiana. La iglesia primitiva utilizó el evangelio de Mateo no solo para la enseñanza, sino también para la formación de discípulos.

Eusebio de Cesarea, en su Historia Eclesiástica, menciona que el evangelio de Mateo fue ampliamente utilizado en las primeras comunidades cristianas judías, lo que demuestra su relevancia para las personas que aún valoraban sus raíces judías pero que habían aceptado a Jesús como el Mesías.

c. Mateo como Modelo de Discipulado

Finalmente, la vida de Mateo como apóstol es un poderoso ejemplo de discipulado. Su transformación de un recaudador de impuestos despreciado a un seguidor de Jesús y autor de uno de los evangelios más influyentes es testimonio del poder transformador de la gracia de Dios. Mateo no solo recibió el llamado de Jesús, sino que dedicó su vida a difundir el evangelio y a hacer discípulos de todas las naciones.

El legado de Mateo continúa vivo hoy, no solo a través de su evangelio, sino también a través de su vida como discípulo. Su ejemplo de obediencia y dedicación nos desafía a seguir a Cristo con todo nuestro ser, confiando en la gracia de Dios para transformar nuestras vidas.

VI. Aplicaciones Prácticas para los Creyentes Hoy

a. El Llamado de Jesús es para Todos

El llamado de Mateo como recaudador de impuestos nos recuerda que Jesús llama a personas de todas las clases y trasfondos. No importa cuán lejos nos sintamos de Dios, Su gracia está disponible para nosotros. Mateo nos enseña que no hay nadie tan perdido que no pueda ser encontrado por Cristo.

b. Vivir como Ciudadanos del Reino

El evangelio de Mateo nos desafía a vivir como ciudadanos del Reino de los Cielos, buscando primero el Reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33). Esto significa vivir de acuerdo con los valores del Reino, como la misericordia, la justicia y el amor al prójimo.

c. La Urgencia de Estar Preparados para la Segunda Venida

Mateo enfatiza la importancia de estar preparados para el regreso de Cristo. En un mundo lleno de distracciones, debemos vivir con un sentido de urgencia espiritual, asegurándonos de que nuestras vidas reflejen la justicia y el amor de Dios mientras esperamos su regreso.

A través del evangelio de Mateo, somos llamados a vivir en el Reino de los Cielos, anticipando el regreso de nuestro Rey. Esto implica una vida de obediencia, justicia y amor a los demás, reflejando los valores del Reino en nuestras acciones diarias.

Conclusión

El Legado Duradero de Mateo

La vida de Mateo es un testimonio del poder transformador de la gracia de Dios. Desde su llamado como recaudador de impuestos hasta su papel como apóstol y autor de uno de los evangelios más influyentes, Mateo nos muestra que nadie está fuera del alcance del amor redentor de Cristo. Su evangelio sigue siendo una guía esencial para los cristianos de hoy, enseñándonos sobre el Reino de los Cielos y el llamado a vivir una vida de justicia y amor.

Preguntémonos: ¿Estamos viviendo como ciudadanos del Reino de los Cielos?. El ejemplo de Mateo nos desafía a responder al llamado de Jesús, a vivir conforme a Sus enseñanzas y a estar siempre preparados para Su regreso.

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