De la amargura a la libertad del espíritu

Estudios Bíblicos

Estudios Bíblico de Hoy: De la amargura a la libertad del espíritu

Estudios Bíblicos Lectura Bíblica: Efesios 4:31-32

Introducción

Por nuestra limitada interpretación de los planes divinos, los seres humanos tendemos a buscar el cumplimiento inmediato y milagroso de las promesas de Dios. Sin embargo en ocasiones Dios actúa en procesos largos que permiten fermentar sectores amplios.

Los períodos de transición son por lo regular períodos repletos de dificultades, porque se trata de tiempos de transformación, y por lo tanto de lucha entre lo viejo que se niega a morir, y lo nuevo que apenas toma fuerza. Por esta razón, es necesario preparar bien el equipaje para la travesía de renovación, pues esta travesía es muy diferente a un viaje de placer.

En esta predicación nos acercamos a uno de estos períodos que aparecen en La Biblia, la transición del reino de Saúl al reino de David, que contiene grandes riquezas espirituales y sirve de guía para todo movimiento de resistencia y transformación en la historia.

La unción del profeta Samuel sobre David, y la victoria sobre el gigante filisteo Goliat, fueron el inicio de una serie de acontecimientos muy difíciles en la vida de David.

Algunos de estos hechos no son los que algunos podrían esperar como la evidencia de la unción divina, sin embargo en estos acontecimientos de conflicto se empezó a gestar la nueva realidad en Israel que llevaría a David al trono.

David tenía apenas 15 años cuando fue ungido en el seno de su hogar como rey por el profeta Samuel. Pero es hasta la edad de 30 años que, en Hebrón, llega a ser el rey de todo Israel.

Tan difícil llegó a ponerse la situación durante este período que David se vio en la necesidad de esconderse en varios lugares. Uno de ellos ha pasado a la posteridad como “LA CUEVA DE ADULAM” lugar donde se empezó a gestar la fuerza armada que acompañaría a David para establecer el nuevo orden.

Aparte de los familiares, se empezaron a unir a David: los afligidos, los endeudados y los que tenían amargura de espíritu (Reina Valera). Los oprimidos, los que tenían deudas, y los descontentos (de Estudio).

El que se encontraba en apuros, los entrampados y desesperados (de Jerusalén) perseguidos, endeudados y descontentos (Felix Puzo) afligidos, endeudados y amargos de ánimo (del Oso).

Lo primero que necesitamos aprender es que para iniciar un movimiento de reforma, se necesita el respaldo de Dios. En otras palabras la unción, un llamamiento genuino de parte de Dios para realizar algo en Su nombre y un carácter a prueba de toda adversidad.

Porque la persecución, el exilio, y el desierto son parte de el peregrinar hacia una nueva dimensión del Espíritu y los que son llamados deben aferrarse a Dios para pasar por estos caminos tortuosos en los que deambulan los lobos de la amargura, la duda, la fatalidad que querrán hacer presa de estos que llevan el fuego de Espíritu.

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Los Pastores de la iglesia son Adoniram Ibarra Silguero y Maria Muñoz Quesada.

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