La apostasía que viene

Los cristianos pueden comprar muchos libros, pueden comprar mucha música, los cristianos necesitan viajar. Entonces, hay empresas ‘cristianas’ entre comillas, de transportes. Hay librerías que hacen negocio con los cristianos, hay músicos que hacen negocio con los cristianos.

Mercadería, tráfico, comercio. “Sobre los tales” -dice la palabra inspirada- ¿qué dice en el verso 3? Sobre los tales, ¿qué?… (“ya de largo tiempo la condenación no se tarda”) … “la condenación no se tarda”. ¿Qué más?… (“y su perdición no se duerme”) … “y su perdición no se duerme”.

Hermanos: ¿saben ustedes cuánto dinero se puede recoger en un estadio lleno de cristianos pagando su entrada?… No quiero decir más de eso… No quiero decir más de eso. ¿Cuánto dinero puede ganar un escritor si escribe un libro que se vende por millones? … “Harán mercadería de vosotros”.

Usted sabe que los escritores mundanos, cuando les va bien con un libro, escriben una segunda parte, y una tercera parte y una cuarta parte, porque el negocio es bueno. Lo estamos viendo en los ambientes cristianos también. Un libro exitoso se vende por millones. Entonces ese mismo libro se adapta para las mujeres, para los niños, para los padres. El mismo libro, pero una adaptación para los niños, para las mujeres, para los padres.

¿Sabía usted que hay libros que se escriben no porque Dios haya dado la inspiración y haya dicho una palabra para su pueblo, sino porque la industria editorial cristiana dice: “Necesitamos que nos escriba un libro sobre este tema, porque los hermanos están pidiendo libros sobre estos temas”?

Entonces los escritores cristianos se ponen de acuerdo, forman grupos de trabajo y escriben el libro en el más breve plazo para poder llegar a esa gente que está esperando leer sobre el tema que les preocupa. “Por avaricia harán mercadería de vosotros”. Pero, sobre ellos, “la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme”.

Dios no perdonó

Luego dice que Dios no perdonó a los ángeles que pecaron. Los ángeles estaban muy cerca de Dios, rodeaban su trono, eran perfectos y hermosos, alababan a Dios con melodías preciosas (seguramente mucho mejor que lo que lo hacemos nosotros con nuestra voces tan débiles).

Pero cuando los ángeles pecaron, dice en el verso 4, ¿qué hizo Dios con ellos?: “…arrojándolos al infierno, los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio”. Los ángeles que pecaron fueron condenados a prisiones de oscuridad.

En los días de Noé, ¿qué pasó? Verso 5: “Dios no perdonó”. Dios no perdonó al mundo antiguo en los días de Noé. Por eso trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos. No perdonó al mundo antiguo, no perdonó a los ángeles.

¿A quién tampoco perdonó? En el verso 6: “No perdonó a Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente”. No perdonó a Sodoma y a Gomorra.

Podemos hacernos la siguiente pregunta: El Dios que no perdonó a los ángeles, ni tampoco al mundo antiguo, ni perdonó a Sodoma y Gomorra, ¿perdonará al mundo actual, a la cristiandad apóstata? ¿La perdonará?

Verso 9 dice (Hay dos cosas que Dios sabe hacer muy bien. Lo ha hecho en el pasado, lo hará en el futuro, y lo hace en el presente también): “Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio”.

¿En cuál lado estamos nosotros? ¿Cuál lado estás tú? ¿En el de los piadosos o en el de los injustos?

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Gonzalo Sepúlveda

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