Estudios Bíblicos
Estudios Bíblicos Prédica de Hoy: ¿Existe Cristo corporalmente?
Introducción:
Aprovecho esta oportunidad para introducir este estudio bíblico contra los que dicen que Jesucristo está en espíritu en el cielo sin su cuerpo físico. Estudio bíblico contra los que niegan la existencia corporal de Cristo.
“…yo mismo soy…” (Lucas 24:39)
Mirad mis manos y mis pies, que “yo mismo soy”; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.
Imposible que Dios desaparezca el cuerpo físico de Cristo; Jesucristo en la “carne” es el cumplimiento del “juramento” que Jehová juro a David (Hechos 2:30-32)
Dios le juro a David por medio del profeta Natán, que de su descendencia en cuanto a la carne levantaría al Cristo para que se siente en su trono para siempre (Hechos 2:30). Jesucristo (el verbo) está ahora en el cielo (Colosenses 3:1) esperando a que todos sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; y luego vendrá a reinar mil años, y se sentará en el trono de David (en -Sion- donde reinó David).
Pero no será un espíritu el que se va a sentar en ese trono, sino, el Jesús de carne y hueso glorificado, que murió y resucitó por el poder de Dios (el padre); el cual no demudo ni demudara aquel juramento perpetrado a David su siervo. (2 Samuel 7:12-16; 1 Crónicas 17:11-14; Salmos 89:3-4; 89:34-36; 132:11; Hechos 2:30; 13:34-35) etc. Etc.
EL JURAMENTO DE JEHOVÁ A DAVID
Por el cual la carne de Jesucristo (el verbo) permanece para siempre en gloria
- 1 Crónicas 17:11-14
- 2 Samuel 7:12-16
- Salmos 89:3-4
- Salmos 89:34-36
- Salmos 132:11
Salmos 16:8-10
CUMPLIMIENTO DEL JURAMENTO DE DIOS A DAVID.
El cuerpo de Cristo (el verbo) nunca se corromperá por toda la eternidad; y todo el poder de Dios está en “Él” (Mateo 28:18) (Juan 16:15)
- Lucas 1:31-33
- Hechos 2:24-27
- Hechos 2:30-32
- Hechos 13:22-23
- Hechos 13:34-35
- Hechos 13:36-37
Jesucristo (el verbo) nació para ser rey (Juan 18:37) (Romanos 6:9); y si nació para ser rey, no reinara como un espíritu o fantasma. Cualquier persona o institución, o líder congregacional que sostenga que Jesucristo esta en espíritu en el cielo no tiene el Espíritu Santo y es parte de lo que los apóstoles llamaron “el espíritu de error” (1 Juan 4:1-3; 4:6) (2 Juan 1:7)
EL VERBO DE DIOS HECHO CARNE.
- Apocalipsis 19:13
- Juan 1:1
- Juan 1:14
- 1 Juan 1:1-3
- 1 Juan 5:6
- 1 Juan 4:2-3
- 2 Juan 1:7
EL TEMPLO DE SU CUERPO. UN CUERPO GLORIFICADO
- Juan 2:20-22
- Lucas 24:36-48
- Juan 20:20
- Juan 20:26-29
LA ASCENSIÓN CON EL CUERPO
Por causa del juramento de Dios a David, nuestro señor Jesucristo (el verbo) ascendió al cielo con su cuerpo de resurrección (cuerpo glorificado); no existe ni existirá jamás evidencia de que haya desaparecido su cuerpo de carne.
- Hechos 1:9-11
- Lucas 24:51
- Marcos 16:19
- Hechos 1:1-3
- Efesios 1:20
- 1 Pedro 3:22
TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO (EL VERBO)
- Hechos 10:39-43
- Hechos 2:32
- Hechos 3:15
- Hechos 13:30-31
- Hechos 5:32
- Hechos 4:33
- Hechos 1:22
Más citas: Hechos 1:8; Juan 15:26-27; Apocalipsis 19:10; 2 Tesalonicenses 1:7-10; Lucas 24:48
LA RESURRECCIÓN CORPORAL DE CRISTO (EL VERBO) ES LA FUENTE DE NUESTRA JUSTIFICACIÓN
- Romanos 4:25
- Romanos 10:9
SU VENIDA ES VISIBLE
- Hechos 1:11
- Marcos 14:62
- Apocalipsis 1:7
- Mateo 24:30
- Marcos 13:26-27
- 1 Juan 3:2
- Mateo 26:64
Más citas bíblicas con referencia a su manifestación
Hechos 7:55-56; 1 Juan 2:28; 1 Tesalonicenses 2:19; 1 Timoteo 6:14; Juan 21:22; Apocalipsis 22:7; 1 Tesalonicenses 3:13; 1 Tesalonicenses 5:23-24; 2 Tesalonicenses 2:8; 2 Timoteo 4:8; Hebreos 10:37; Santiago 5:8; Apocalipsis 22:12; Hebreos 9:28; 1 Pedro 1:13; 1 Pedro 5:4; Apocalipsis 22:20; Apocalipsis 22:3-4; Zacarías 12:10; Juan 19: 34-37; 1 Tesalonicenses 4:15-18; 2 Tesalonicenses 1:7-10.
“LA SANGRE DE CRISTO JESÚS (EL VERBO)”
Cuando se dice que carne y sangre no entrara en el reino de los cielos, pone en tela de juicio el sacrificio de expiación por el derramamiento de la sangre del señor; y está teniendo por “inmunda” la “sangre” del pacto en la cual fue santificado y lavado.
- Hebreos 10:19-20; 10:29; 13:20
- 1 Pedro 1:2; 1 Pedro 1:19-21
- 1 Juan 1:7
- Hebreos 12:24
- 1 Corintios 11:25
- Apocalipsis 1:5; 12:11
- Hebreos 9:12; 9:14-15
- Romanos 5:9
- Apocalipsis 5:9; 7:14
- Romanos 3:25
- Efesios 1:7
- 1 Corintios 11:27
- Hebreos 13:12
- Colosenses 1:14
LOS FALSOS TESTIGOS
La resurrección de Cristo fue corporal decir que fue en espíritu es hacer mentiroso a Dios y es un falso testigo de “Él”
1 Corintios 15:13-14 – porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios (el padre) que “él” resucitó a Cristo (el verbo), al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan.
LA GRAN CONTROVERSIA DE CONFUNDIR LA PALABRA “HEREDAR” POR “ENTRAR”.
La confusión de estas dos palabras a dado lugar a doctrinas heréticas y sectas como los “testigos de Satanás” que afirman que Jesucristo esta en espíritu en el cielo, porque “carne ni sangre -entrara- en el reino de los cielos”; y no tan solo ellos, sino, muchos evangélicos y pastores. ¿De dónde sale esta herejía?: sale precisamente de creer que “entrar” y “heredar” son “sinónimos” veamos:
-pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden “(heredar)” el reino de Dios, ni la corrupción “hereda” la incorrupción. (1 Corintios 15:50)
Nótese que la palabra entrar no aparece en el texto, sino “heredar” y la diferencia de las dos palabras es muy marcada; note la definición y sus sinónimos:
Herencia: (1). Recibir los bienes, el dinero o los derechos de una persona cuando esta muere, en cumplimiento de la ley o de las disposiciones señaladas en un testamento. (2). Recibir un hijo de sus padres una característica genética física o relativa a su carácter:
Sinónimos: patrimonio, sucesión, legado, transmisión…
Entrar: ir o pasar de un sitio a otro, generalmente, de un lugar exterior a otro interior. Penetrar o introducirse una cosa en un lugar. Pasar a formar parte de los miembros de un grupo, sociedad o empresa. Etc. Etc. Etc.
Sinónimos: (1). Penetrar, meter, introducir, importar. Adentrar. (2). Encajar, ajustar, caber. (3). (los ríos) desembocar, afluir, desaguar. (4). Ingresar, internar. Salir. (5). Empezar, comenzar, dar principio. (6). Invadir, irrumpir. .
Por lo tanto decir que la carne y la sangre no entrara en el reino de los cielos es hacer mentiroso a Dios (el padre), porque “el” resucito a Cristo (el verbo) en carne y huesos en gloria (Lucas 24:39); y también, sería como tener por inmunda la “sangre” del pacto eterno en la cual fue santificado (Hebreos 10:29)
JESUCRISTO HOMBRE; EL VERBO HECHO CARNE.
Los ángeles son espíritus (Hebreos 1:14) y son llamados “ángeles” en cualquier lugar del universo; pero en todo el universo el término “hombre”, es solo aplicado a seres de carne y huesos (humanos); y donde quiera que el hombre estuviere en el universo, si tiene su carne y sus huesos, es llamado “hombre” por su condición de carne; ya sea carne mortal o inmortal, o, ya sea carne corruptible o incorruptible.
Desde que el verbo fue hecho carne (Juan 1:14) por causa del juramento de Dios a David (1 Crónicas 17:11-14) hasta el día de hoy nuestro señor Jesucristo sigue siendo un “hombre” (1 Timoteo 2:5). El es nuestro sumo sacerdote en el cielo (Hebreos 4:14-15).
Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los “hombres” Jesucristo “hombre” (1 Timoteo 2:5) (Salmos 8:4-6) (Hebreos 2:6)
El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el señor (el verbo), es del cielo (1 Corintios 15:47) (Hebreos 2:7)
Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo (el verbo). (Lucas 24:39).
En la resurrección de nuestro señor Jesucristo (el verbo), su carne siguió siendo carne con sus huesos y su sangre, pero “glorificado por el padre” (inmortal e incorruptible) (Hechos 13:34-35; 2:26-27; 2:30-31) (Salmos 16:10) (Lucas 24:39)
También nosotros en la resurrección seremos semejantes a él porque le veremos tal como “Él” es.
- 1 Corintios 15:51-54
- Filipenses 3:20-21
- 1 Juan 3:2
He aquí otra cita bíblica que mal-interpretan para decir que Cristo esta en espíritu en el cielo
1 Pedro 3:18 – porque también Cristo (el verbo) padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios (el padre), siendo a la verdad “muerto en la carne, pero vivificado en espíritu”.
Esto, lo que significa es: que Jesucristo nunca vivió conforme a la carne, sino, conforme al espíritu; viviendo en obediencia a su padre, y fue justificado en el espíritu santo.
Las siguientes citas, por sí mismas, dan una mejor respuesta a este asunto:
- Gálatas 5:24
- 1 Pedro 4:1-2
- Romanos 8:1-11
COMENTARIO
He escuchado a pastores decir que nuestro señor Jesucristo (el verbo) tiene carne y hueso glorificado a la diestra del padre, pero sin sangre puesto que Cristo la derramó toda, en el tabernáculo celestial.
Esto es “falso” puesto que nuestro señor Jesucristo aun después de muerto, cuando el soldado le abrió el costado con la lanza salió agua y sangre y este soldado dio testimonio fehaciente de este hecho.
Pero el principal testimonio sobre este asunto lo da el Espíritu Santo cuando testifica diciendo: “este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre, no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el espíritu es el que da testimonio, porque el espíritu es la verdad.”
Fíjense, hermanos, que dice: que (da), no que (dio) sino, que “da testimonio” (presente eterno), y después confirma su inmutable veracidad diciendo: “porque el espíritu es la verdad”
Luego para sellar el testimonio de Dios concluye diciendo: “porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el padre, el verbo y el espíritu santo; y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.”
Fíjense hermanos, que dice: “que dan testimonio” (presente eterno). Sigue diciendo: “si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su hijo. El que cree en el hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo, el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su hijo.” (1 Juan 5:6-9)
Acuérdense amados hermanos, que Dios interpuso juramento para con David, de que de su descendencia en cuanto a la carne levantaría al Cristo para que se siente en su trono; David viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el hades, ni su carne vio corrupción (Hechos 2:30-32) a este Jesús (el verbo) resucitó Dios (el padre), de lo cual todos los apóstoles fueron testigos conjuntamente con el espíritu santo. Y el apóstol Pablo dijo que: “y en cuanto a que (Dios) le levantó de los muertos para nunca más volver a corrupción, lo dijo así: “os daré las misericordias fieles de David” (Hechos 13:34-35).
La descendencia humana tiene espíritu, agua y sangre; nuestro señor Jesucristo es de la descendencia de David en cuanto a la carne (Hechos 2:30); el juramento de Dios a David en cuanto a la resurrección de Cristo se cumplió en toda su plenitud. Jesús le dijo a los apóstoles: “yo mismo soy” (Lucas 24:39) ósea, completo: (espíritu, agua y sangre con carne y hueso, inclusive con las marcas en sus manos y el costado) pero totalmente glorificado por el padre que lo resucitó de los muertos; cuerpo inmortal e incorruptible. (1 Corintios 15:53)
¡A Dios sea la gloria!
Amados hermanos, nuestro señor Jesucristo no es un zombi. Muchos pastores están equivocados.
Yo me quedo asombrada de ver la enorme cantidad de personas y congregaciones, de concilios y pastores, institutos seminaristas, maestros, evangelistas, profetas, teólogos, apologistas, reverendos, y cuantos títulos puedan existir en el “cristianismo de estos últimos tiempos”; debatiendo la temática del cuerpo de Cristo (el verbo), el cual es el templo del Dios viviente (Juan 2:20-22); y todo el poder de Dios (el padre) está en Él. (Mateo 28:18) (1 Pedro 3:22) (Colosenses 2:9). Etc.
Usar este estudio, para todo lo que contribuya a la “sana doctrina de Dios”
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