Valores cristianos – Parte I

Estudios Biblicos… Predicas Cristianas

INTRODUCCIÓN

Para poder hablar de Valores Cristianos, primero necesitamos entender qué significan los Valores.

En un sentido, se puede decir que Valores, son las convicciones profundas de los seres humanos que determinan su manera de ser y orientan su conducta. Por decirlo de algún modo: la solidaridad frente a la indiferencia; la justicia frente al abuso; el amor frente al odio.

Y también, al hablar de Valores nos referimos a lo que involucra tanto nuestros sentimientos como nuestras emociones. Por ejemplo: cuando valoramos la paz, y nos molesta y lastima la guerra; o cuando valoramos la libertad y nos enoja la esclavitud; o cuando valoramos el amor y nos lastima el odio.

Dicho esto vamos a empezar a escudriñar estos valores pero a la luz de la Palabra de Dios:

  • Solidaridad:

Este valor habla de que solamente los esfuerzos unidos, los esfuerzos que se juntan como uno solo, son los que consiguen llegar a la meta o alcanzar el objetivo.

El libro de Eclesiastés en el capítulo 4 versos 9 y 10 nos da una referencia clara acerca de este valor:

“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! Que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.”

No es lo mismo enfrentarse a la lucha en solitario que contar con un aliado. Es cierto, que hay ocasiones en que debemos afrontar por nuestra propia cuenta  determinados desafíos para que de ese modo, nuestro carácter tenga la oportunidad de formarse y también de aprender habilidades sin el nefasto hábito de la codependencia. Sin embargo, es innegable que el peso de una carga se soporta más y se lleva mejor cuando puede ser compartido.

En este punto, es donde podemos hablar de amigos, porque como dice el libro de Proverbios en el capítulo 18 verso 24:

“El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano.”

Hablar de solidaridad implica ponerte al nivel de esa otra persona. Ser capaz de ponerse en sus zapatos el tiempo suficiente no sólo para entender por lo que está pasando sino también para unirte a su causa.

Los movimientos sociales como los derechos humanos, el derecho al trabajo, la protección ambiental y de la fauna en peligro de extinción, la libertad de expresión, la lucha civil por la democracia entre otros, no tendrían el auge ni el alcance que han alcanzado hoy en día, de no ser porque muchos, sin importar su edad, raza, nivel económico o instruccional decidieron unirse para apoyar ese mismo clamor; y es precisamente, como resultado de esa unión que batalla por un mismo objetivo, que la realización del mismo es mucho más fácilmente materializable que cuando se enfrenta en individual.

Una iglesia que pelea unida, se mantendrá unida, porque sus miembros han acordado no ser simples espectadores sino colaboradores activos en el proyecto. Cuanto más se identifiquen con el objetivo mayor será su necesidad de agruparse en lugar de querer combatir solos.

  • Honestidad:

Con este valor lo que necesitamos entender es que es preferible tener recursos limitados y mantenerse dentro de la ley, que enriquecerse de manera ilegal.

El capítulo 7 del libro de Josué nos relata un tristemente célebre caso de un hombre cuya falta de honestidad, provocó la derrota del pueblo al que pertenecía cuando éste debió enfrentarse ante sus enemigos en batalla, la deshonra de su propio nombre y familia, y como si eso no fuera suficiente, también le condujo a la muerte y a la erradicación absoluta de su nombre y de su legado de sobre la faz de la tierra para siempre.

Acán fue egoísta, codicioso, desobediente y mentiroso. Todo el tiempo que mantuvo en oculto el efod de lino y las barras de oro, guardó silencio para poder sacar un provecho personal. No tuvo cuidado de las consecuencias que acarrearía su decisión.

Sus acciones son el claro ejemplo de un antivalor, es decir, la postura opuesta a lo que el valor en sí mismo demanda.

Cuando se opera bajo el valor de la honestidad, estás tomando en cuenta a tu prójimo, sin importar de quién se trate. Ser honesto tiene más que ver con un acto genuino y transparente de la propia conducta hacia quienes nos rodean y respecto a quienes somos y lo que hacemos que a un simple comentario bien adornado y moderadamente educado.

Ser honesto busca la transparencia de tus acciones que a su vez, no persiguen el bienestar personal por encima del mal ajeno.

  • Dignidad:

Cuando hablamos de este valor se debe tomar en cuenta que los demás valen tanto como nosotros; este valor es inherente a todo individuo. No es transferible y no debería ser arrebatado, ya sea por las diferencias: sociales, económicas, políticas, académicas, biológicas y demás. Pues, todos formamos parte de la misma especie: somos humanos.

En el evangelio de Lucas capítulo 6 versos 37 al 42 encontramos un relato por el mismo Jesús que nos deja muy en claro lo que la dignidad implica.

Para empezar, “No juzgar”. La mayor parte del tiempo, sentimos esa necesidad de opinar sobre determinado asunto, si bien no formamos parte de ello terminamos pensando que gozamos de cierta superioridad moral que nos autoriza a emitir un juicio de valor sobre el tema o sobre otro ser humano, que al igual que nosotros puede fallar o puede acertar.

“No condenar”, si el acto de juzgar no resulta lo suficientemente perjudicial, la condena es aún mucho peor, porque nos creemos con el derecho de decidir sobre lo que debe o no sucederle a otra persona o cosa, y claro está lo que se elige no se orienta hacia lo bueno sino todo lo contrario.

“Perdonar” exige una voluntad interna del individuo para renunciar a su enojo y optar por un camino que le permita así mismo y a los demás, vivir en paz y en armonía.

author avatar
Predicas Biblicas
Predicas Biblicas un central de sermones cristianos dedicado a evangelizar a las naciones a través de predicas cristianas, estudios biblicos, y mensajes cristianos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio