¿Como ser un hombre espiritual?

Estudios Biblicos… Predicas Cristianas

¿Qué es ser espiritual? Ser espiritual es la posición que se obtiene como resultado de vivir una vida en el Espíritu.

¿Qué es vivir en el Espíritu? Vivir en el Espíritu, es vivir una vida conforme o bajo la dirección del Espíritu; es vivir en la perfecta voluntad del Espíritu (Gálatas 5: 16).

¿Cómo y qué hacer para vivir una vida en el Espíritu? Teniendo una mente espiritual. ¿Cómo se obtiene una mente espiritual? Meditando en los asuntos del Espíritu. ¿Cómo se medita en los asuntos del Espíritu? A través de su Palabra. El término “Meditar” indica: hacer un estudio preciso, conciso y detallado de los pensamientos (Josué: 1:8. Salmos 1:2. Salmos 119:97-104).

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él…” Josué 1:8.

Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche” (Salmo 1:2).

Meditar en la Palabra nos lleva a tener un estado mental, una mente espiritual. Pablo presenta en sus Epístolas siete estados de mente: Mente carnal, corrompida, entenebrecida, vana, cauterizada, reprobada y espiritual.

Dios tiene que sacarnos de cualquiera de estos estados de mente y llevarnos a la mente espiritual para poder vivir en el Espíritu.

De acuerdo al estado de mente que obtengamos, tendremos unos comportamientos y unas actitudes. Esto es corroborado en la carta que el Apóstol Pablo escribe a los Efesios.

“…entre los cuales todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y los pensamientos…” (Efesios 2:3).

  • Todos nuestros hechos y nuestros dichos están en proporción directa de lo que pensamos.
  • Toda acción tiene como precedente un pensamiento.
  • Nuestra vida se moverá más en pos del pensamiento más dominante.
  • Siembra un pensamiento y cosecharás una acción, siembra una acción y cosecharás un hábito, siembra un hábito y

Cosecharás un carácter, siembra un carácter y cosecharás un destino.

El problema del hombre no está en lo que hace, sino en lo que pensó hacer, porque conforme a cómo piensa, actúa.

Por esta causa, el blanco que Satanás tiene para vencernos en la batalla es la mente; si Satanás logra que nosotros meditemos en sus pensamientos, es una ventaja que tiene para ganar la batalla.

Nunca progresaremos en la vida espiritual a menos que nuestro pensamiento se ponga en armonía con Dios y con su Palabra (2ª Corintios 10:5).

Por eso es imposible controlar los deseos e impulsos de la carne si primero no tomamos control de los pensamientos que la activan. De allí la importancia que tienen los elementos con los cuales alimentamos nuestra mente. Debemos tener cuidado de lo que oímos, vemos y leemos.

Por eso Pablo dijo: “Que en todo lo verdadero, lo honesto, lo justo, lo puro, lo amable, lo de buen nombre, lo virtuoso, en esto pensad” (Filipenses 4:8).

Pablo dijo “las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” (1ª Corintios 15:33).

¿Por qué las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres? Porque al corromper tu mente, corromperán tus acciones.

Según el Apóstol Pablo, la única forma en que podemos vestirnos del nuevo hombre y despojarnos del viejo, es que tengamos una mente renovada por la Palabra.

En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”. (Efesios 4:22-24)

El término griego que aparece para hacer referencia a la “Renovación de la mente” es “Ananeoo”, que es un término compuesto: “Ana-Atrás. Neoo-Nuevo”, por lo que indica: retroceder para volver a comenzar.

Pablo insta al creyente a despojarse de todos los pensamientos ajenos a la verdad de Dios, para regresar al comienzo, y como un niño aprender el lenguaje de Dios, para tener Sus pensamientos, hablar y actuar como Él.

El término que se utilizó en el griego para la renovación de la mente da la idea de: “hacer joven la mente”.

La renovación de la mente aparece gramaticalmente como un imperativo durativo continuo, que indica un ejercicio diario a tiempo y fuera de tiempo.

Imperativo: Es una orden, un mandato.

Durativo: Que se ejercite en el momento de la orden. Es ya.

Continuo: Que lo mantengas en la acción, y no abandones el ejercicio.

El “Renovar el espíritu de vuestra mente” no se trata de la misma mente en sus poderes naturales de la memoria, juicio y percepción; sino “El espíritu de la mente”, que en el sentido figurado tiene que ver con aquel tipo de pensamiento que, bajo el poder del Espíritu Santo que mora en el creyente, es dirigido hacia Dios, en el goce de la comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo, en el cumplimiento de la voluntad de Dios a través del conocimiento de la Palabra.

Una vez que haya logrado despojarme del viejo hombre y vestido del nuevo, he librado la batalla con mis propias pasiones, mi alma y la carne; entonces podré librar las batallas que se me presenten (Santiago 4:7).

Según Romanos 13:12-14; Gálatas 5:16; Efesios 4:22-32; Colosenses 3:5-10. Somos nosotros los llamados a librar nuestras propias batallas internas, Dios no lo va hacer por nosotros. Una vez que hemos librado nuestras propias batallas, libraremos las batallas en el mundo exterior.

Ten presente que librar las batallas en nuestro interior no es un asunto fácil. Proverbios 16:32 dice que le es más fácil a un hombre dominar una ciudad completa que a su propio espíritu.

© 2011. José Briceño Aldana

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José N. Briceño Aldana
Director presidente del ministerio de la formación y la evangelización "Jesús Soberano Señor".

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