El aguijón de Pablo

Estudios Biblicos… Predicas Cristianas

VERDADES EN RELACIÓN AL AGUIJÓN DEL APÓSTOL PABLO.

Uno de los argumentos que tienen los que enseñan que la enfermedad viene de parte de Dios, es el conocido “Aguijón de Pablo”, que ha sido transmitido a la Iglesia por generaciones, sin darse cuenta que dicha enseñanza va en contra de la misma naturaleza de Dios.

Se han ofrecido incontables explicaciones concernientes a la naturaleza del aguijón de Pablo en la carne. Éstas van del rango desde una tentación incesante, inflexibles oponentes, enfermedades crónicas tales como problemas oculares según Gálatas 4:15, malaria, migrañas y epilepsia, hasta inhabilidad para hablar. Es entendible que Pablo considerara a este aguijón un obstáculo para un ministerio más amplio y efectivo.

Lo que sabemos acerca de este aguijón en la carne, proviene de informaciones del mismo Pablo, que dejó escrito en su segunda carta a los Corintios el capítulo doce verso siete, notemos lo que dice: “Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera.”

Vamos a estudiar en forma detallada algunos factores que nos darán una clara visión acerca del Aguijón de Pablo.

En 2ª Corintios 12:1-9 Pablo habla acerca de un aguijón en la carne el cual le causaba mucha aflicción. Según este pasaje antes mencionado, aunado a 1ª Corintios 2:3,5. 2ª Corintios 10:10. Gálatas 4:13.15. 6:11 algunos han afirmado que Pablo sufría de una enfermedad crónica en los ojos que le dejaba ciego, le hacía débil y le daba una apariencia repulsiva; y que dicha enfermedad es producto del resplandor de la luz que lo encandiló cuando tuvo el encuentro con Jesús camino a Damasco.

Esta suposición se ha usado a menudo como un argumento contra la fe en la sanidad divina, y también para tener base y resignarse a una enfermedad y no luchar contra ella. Pero analicemos algunos aspectos que niegan tales afirmaciones.

La expresión “Aguijón en la carne” no se usa ni siquiera una vez en el Antiguo o Nuevo Testamento para hacer referencia a la enfermedad, sino como una ilustración a la persecución.

Cada vez que la expresión es usada en cualquier parte de la Biblia, se señala específicamente el significado del “Aguijón en la carne”. Por ejemplo: En Números 33:55 Moisés dijo a los Hijos de Israel antes de entrar a la tierra de Canaán.

Y si no echareis a los moradores del país de delante de vosotros, sucederá que los que dejareis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos y por espina en vuestros costados, y os afligirán sobre la tierra en que vosotros habitareis”.

Según este pasaje, las Escrituras claramente nos dicen que los “Aguijones” en los ojos y las “Espinas” en los costados, eran los habitantes de Canaán, y no se refiere a ningún tipo de enfermedad.

Ocho años después, Josué también dice en el Capítulo 23 con relación a las naciones paganas en Canaán: “Serán como azote para vuestros costados y espina para vuestros ojos”. De esta forma vemos nuevamente que los “Azotes en sus costados y los aguijones en sus ojos”, eran los cananitas y no ojos o costados enfermos.

En el caso del Apóstol Pablo no se escapa de esta verdad, él mismo en forma precisa declara que el “Aguijón” en la carne era “el mensajero de Satanás”.

Debemos tomar en cuenta que el término “mensajero” utilizado en el pasaje es “Ángel” que en las traducciones bíblicas nunca es utilizado ni es aplicable a una enfermedad sino a un ente moral libre.

Tampoco dicho término era utilizado para hacer referencia a circunstancias o cosas, por lo tanto, según este principio gramatical no se debe utilizar el término “Ángel” para hacer referencia a la enfermedad, en referencia al aguijón de Pablo.

Por esta causa y por lo dicho al principio, algunas versiones bíblicas lo traducen textualmente como sigue: “…Me fue dado…, un ángel del diablo, o un emisor de Satanás…”

Con esto damos por descartado que el “Aguijón” de Pablo fuera una enfermedad, el apóstol lo presente como un mensajero (Ángel) del diablo el cual le causaba resistencia.

Por otro lado, el término “Abofetear”, que aparece en el pasaje en relación a la persecución del tal aguijón, es “Kolafizo”, que indica: golpear con el puño en una forma seguida. Es decir, Abofetea significa: dar golpe tras golpe, como cuando las olas golpean contra el barco. De acuerdo a esta observación la versión de Weymouth lo traduce como sigue: “El ángel de Satanás lidiando golpe tras golpe”, ya que abofetear se refiere a recibir golpes intensamente repetidos.

Si las bofetadas que Pablo recibió se refieren a una enfermedad, según las características del término “abofetear”, debían ser muchas enfermedades o la misma enfermedad repitiéndose muchas veces.

Entonces apóstol paso toda su vida enfermo.

La palabra “abofetear” también se puede entender como asolar, perseguir, instigar, que es el sentido que se da en el pasaje, debido a las intensas persecuciones. En el momento de la conversión de Pablo, Jesús le dijo a Ananías acerca del porvenir de este hombre. “Porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mí nombre”. (Hechos 9:16)

El apóstol declara una lista de ciertas persecuciones y situaciones difíciles -las cuales voy a describir- y que a su vez está haciendo referencia sin lugar a dudas, a las bofetadas instigadas por el ángel de Satanás como tal “aguijón”.

“Además de las afrentas, necesidades, persecuciones y angustias, azotes, cárceles, tumultos, trabajo, desvelos, ayunos, en deshonra, en mala fama, entre engañadores, Como moribundos más he aquí vivimos, como castigados mas no muertos, como entristecidos más siempre gozosos, como pobres más enriqueciendo a muchos, como no teniendo nada más poseyéndolo todo; azotes sin números, en cárceles, en peligro de muerte muchas veces.

De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno, tres veces he sido azotado con vara, una vez apedreado, tres veces he sufrido naufragio…, un día y una noche he estado como náufrago en alta mar, en camino de peligros muchas veces, en peligro de ríos, peligro de ladrones, peligro de los de mi nación, peligro de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajos y en fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez, despreciado, perseguido, difamado, hecho como la escoria del mundo, el desecho de todos hasta hoy lo he sido”.

Pablo fue perseguido en damasco, rechazado en Jerusalén, olvidado en tarso, apedreado en Listra, azotado, atacado y preso en Éfeso, expulsado en Tesalónica y en Verea, tomado como impostor en Atenas y en Corito, aprisionado en Jerusalén, acusado en Cesárea, víctima de naufragio en el viaje a Roma, mordido de serpiente en la isla de Malta, preso y decapitado en la capital Roma; Él en lo personal afirma traer en su cuerpo las Marcas de Cristo. Gálatas. 6:17.

author avatar
José N. Briceño Aldana
Director presidente del ministerio de la formación y la evangelización "Jesús Soberano Señor".

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio