Mensajes Cristianos
Nadie es dueño de tu felicidad, por eso no dejes que tu alegría, tu paz, tu vida en manos de nadie. Yo sé que es fácil decirlo, pero hay que practicarlo en no dejarnos quitar el gozo que nos da Dios, así sea de las personas que más queremos que son nuestra familia.
Somos dueños de nuestra vida, y por lo mismo decidimos quien entra y sale de ella. Pero no dejes que nadie entre con su amargura, indulgencia, mal humor, soberbia, desanimo, etc., (estos sentimientos no provienen de Dios) a que se lleven tu gozo.
Tengo un conocido que es un excelente esposo, pero es frustrante ver como su familia le quita la paz. Su familia es religiosa, pero Dios no es religión sino obra. Y Dios quiere que obremos con perdón y amor por los demás, si amamos a nuestros seres queridos deseamos que estén bien y cada vez mejor.
Su familia no son malas personas, pero con su actitud crean división, y es de sabios saber manejar la situación con amor, paciencia y oración para que sea Dios cambiando sus corazones.
En el mundo actual le llamamos tener inteligencia emocional, para no dejarnos impregnar de sentimientos negativos y no ser partícipes de sentimientos que dañan la armonía.
Nuestra familia es muy importante, pero nuestro hogar es un tesoro, por eso el hombre sabio edifica su casa sobre la roca, y como líder de su hogar debe protegerlo contra estos malos sentimientos.
No es necesario alejarnos de nuestros seres queridos, porque ellos tomaron la decisión de ser así. Ora a Dios para que cambie lo que hay en su corazón.
En la palabra de Dios nos dice “De la abundancia de tu corazón habla tu boca” (Lucas 6:45). A veces es mejor alejarnos un poco para dejar que nuestro Señor actué y obre en las personas que amamos.
El amor no es de solo palabras, cuando tomas la decisión de amar por ejemplo a tu pareja, no puedes ser soberbio, o simplemente descargar tu mal humor cuando llegas a tu casa. Tu hogar es sagrado y a veces lo entiendes cuando ya es demasiado tarde.
Cuando dices es que yo soy así es mentira. Tú quisiste ser así, pero no te das cuenta con tu comportamiento el daño que haces, las mujeres se desencantan de sus esposos por falta de delicadeza en el trato, y esto fue algo que conocí muy de cerca.
Las mujeres somos frágiles y nos gusta que nos traten con dulzura en todo momento, por ejemplo si llamas a tu mujer es para ser amable, y no para generar estrés a la persona que más quieres.
Los detalles son importantes, pero enamora más la actitud. Hermanos cuando estés con tu esposa(a), o hijos(a), apaga el celular, hace parte del respeto que tienes hacia tu ser querido.
No dejes que otros te echen la suciedad que hay en su corazón, más bien contribuye si está en tus fuerzas para hacerlos reflexionar sobre el mal que están causando.
Cuida a los tuyos como un tesoro y ojala no tengas que quejarte luego porque los perdiste. Tu eres el que debe cambiar, no te conviertas en un recipiente de todo lo que quieran ensuciar tu corazón con malas actitudes, cambia tu, porque tú eres el que decide que dejas entrar en tu corazón y mente, tu eres el dueño de tu felicidad, tu puedes cambiar tu destino, pero ojala que sea para mejorar con la guía de Dios.
Muchas personas pueden con su mala actitud robarnos energía y a veces lo hacen, no con mala intención, pero tú eres el que pone barreras, demuéstrate a ti mismo y a las personas que más quieres que tu felicidad no es negociable.
Dios te acompañara si lo haces con amor, en la palabra de Dios dice: “A quien cause división amonéstalo dos veces y después evítalo” (Tito 3:10), pero que esas palabras sean para edificar, corregir, porque Dios nos llamó a amar como Él lo hizo. Y por ultimo, no te olvides de lo que encontramos en la palabra de Dios que nos dice: “No te dejes vencer por el mal, al contrario vence al mal con el bien” (Romanos 12:21).
Deseo tengan un gran día.
¡Dios los bendiga!
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