Mensajes Cristianos
Recordemos la muerte y resurrección de Cristo, su legado y nuestro consolador, el Espíritu Santo. Jesús ha sido el único que sabía todo lo que sufriría antes de morir crucificado, no sería fácil pero respetaba la voluntad de Dios que era perfecta y por amor a nosotros entrego a su único hijo unigénito, para salvarnos.
“Sin embargo, Dios nos dio vida en unión con Cristo, al perdonarnos todos los pecados y anular la deuda que teníamos pendiente por los requisitos de la ley. Él anuló esa deuda que nos era adversa, clavándola en la cruz. Desarmó a los poderes y a las potestades, y por medio de Cristo los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal” (Colosenses 2 13:17)
Gracias Señor porque nos concediste la vida eterna, tu sacrificio es recordado y valorado por una eternidad, gracias por tus enseñanzas porque han pasado siglos y tus palabras nunca pasaran, son nuestro tesoro y queremos tenerlas interiorizadas para obedecerte y agradarte.
Es inimaginable pensar en tu cuerpo molido por los azotes, el dolor que sufriste, la humillación y ser entregado a los incrédulos, para sufrir una muerte lenta y dolorosa. Fuiste digno hijo de Dios, no te dejaste tentar, porque el maligno no creyó que pasarías la prueba ante tanto dolor.
Con amor nos has mostrado que tu voluntad es perfecta para quien en ti cree, porque tú mismo lo dijiste “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí”. (Juan 14:6), conocerte a ti nos ayuda a vivir, saber amar y tratar a los demás.
Al ser Cristianos creemos en ti, confiamos en ti, esperamos en ti. Resucitamos contigo al declarar que eres hijo de Dios y que tu bendita sangre nos limpia de todos los pecados. (1 Juan 1:7)
“Por medio de El ustedes creen en Dios, que lo resucito y glorifico, de modo que su fe y su esperanza están puestas en Dios”. (1 Pedro 1:21)
No somos perfectos, pero siempre estas esperándonos para escucharnos y guiarnos en nuestro camino, perdonas nuestras faltas y nos creas conciencia de lo que está bien y que no.
Ahora vivimos en la Fe, la esperanza, la alegría de saber que el Señor nos acompaña y eres nuestro amigo (Juan 15:15), porque se relaciona con nosotros de forma individual para edificarnos y realizar sus obras.
Es tan poderoso tu nombre JESUS (En arameo que fue el idioma que hablo El Señor aquí en la tierra se dice Yeshúa) “No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisione para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así es el Padre les dará todo lo que pidan en mi nombre” (Juan 15:16)
La palabra “JESUS”, en hebreo significa “Dios Salva” o “Salvador” En su nombre hay perdón de los pecados (Marco 2:10), su nombre tiene el poder de expulsar demonios, en su nombre podrán sanar enfermos (Marco 16 17:18).
Cuando asistimos a la iglesia y tomamos la cena recordamos su muerte y lo dijo el Señor “También tomo pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y dijo: Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mi” (Lucas 22:19).
Jesús le pidió a el Padre que nos dejara un defensor, un consolador el Espíritu de verdad para que siempre este con nosotros y more en sus hijos (Juan 14 16:17).
Gracias Señor por escogernos, queremos ser dignos de ti y honrarte cada día con nuestro comportamiento, nuestras palabras, realizar tus obras, porque tu muerte salvo a la humanidad.
Gracias por mostrarnos el camino a la salvación y ser luz para tantas personas que necesitan conocer la verdad que eres tú.
Tu nos fortaleces, eres nuestra roca, conocerte fue la mejor decisión que pudimos haber tomado en nuestra vida, nunca es tarde, porque con paciencia e insistencia entendimos que nos buscabas y te aceptamos, aquí estamos a tus pies, te amo Señor.
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