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Mensajes Cristianos Mensaje de Hoy: Para descansar realmente
Mensaje Cristiano Texto Biblico: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28)
El mundo nos tiene corriendo sin descanso
El estilo de vida actual no nos permite tomarnos un tiempo para la reflexión. Todo nos lleva a estar corriendo constantemente, sin hacer un alto para meditar hacia dónde vamos. Es por esto que realmente no descansamos cuando lo podemos hacer. Porque lo que buscamos es lo que nos ofrece el mundo como distracción, y no lo que nos ofrece Dios.
El mundo nos atrae con sus espectáculos, sus diversiones que atacan a los sentidos, y el placer inmediato. Todo lo que no sea placentero, es trabajo. Y el trabajo nos insume mucho tiempo del día, por lo que ni bien lo terminamos, buscamos zambullirnos en la falsa recompensa del goce mundano.
Tenemos que estar muy atentos para discernir dónde ponemos nuestro descanso y reparo. Si lo hacemos en lo que nos ofrece el mundo, no será realmente un tiempo para recuperar el espíritu, sino para dejarlo más turbado aún. Estaremos vacíos al final del día y al comienzo del siguiente. (Salmo 62:1)
Tenemos que buscar la presencia de Dios en nuestra vida. Si no buscamos la presencia cotidiana de Dios en nuestra vida, todo nos agobiará fácilmente. Porque nuestra alma y corazón están hechos solamente para ser entregados a Dios y llenados por Él. Con el consuelo de su Palabra y la oración sosegada hallaremos la paz que tanto anhelamos.
Cristo nos da plenitud en nuestra vida
Cuando estamos muy agotados y todo nos pesa, se puede deber a que no estamos felices con nuestra vida. Y esto tiene su origen en que no vivimos sostenidos por la fe, sino que buscamos la felicidad en lo que nos ofrece el mundo.
El mundo no nos puede brindar verdadera paz. Porque no la tiene en sí mismo, no puede darla a los demás. De manera que es un error buscar la tranquilidad en lo que sólo nos ofrece ruido y excitación. Para lograr el verdadero descanso debemos salir de esta trampa.
Sólo Cristo nos puede dar la verdadera paz y tranquilidad. Él sosiega nuestra alma, aunque para los que no tienen fe sea más difícil seguir sus enseñanzas que no hacerlo. Es cierto que el seguimiento de Cristo es exigente. Pero no menos cierto es que la recompensa es muy grande, porque nos da la tranquilidad de la conciencia (Mateo 11:29-20).
El que medita la Palabra y la pone en práctica, tiene más herramientas para discernir lo que es valioso de lo que no lo es. Entonces, podremos ver dónde está el deseo de nuestro corazón, y sentiremos una vida más plena. Porque ya no estará llena de ruido y sensualidad, sino que estará cimentada en Dios y en su ley. Allí está la felicidad.
Tenemos que buscar el tiempo para estar con Dios
Las ocupaciones diarias no son una excusa para dejar de hablar con Dios. En cada momento de nuestro día podemos elevar la mente hacia Él y pedirle que nos de su guía y su Espíritu Santo. De esta manera tendremos el corazón centrado y dispuesto para ocuparse de lo más importante, que es nuestra salvación.
Igualmente, tenemos que reservar un tiempo para dedicarle exclusivamente a la alabanza a Dios. Y si lo hacemos en la iglesia junto a los hermanos, será más fructífero aún. De allí saldremos renovados, con la fuerza del Espíritu Santo que nos animará para seguir con las tareas cotidianas (Deuteronomio 5:12-14).
Respetemos ese día de descanso en el Señor. Es algo que nos hará bien al cuerpo y al espíritu. Es el verdadero descanso que tenemos que buscar, y lo único que hará que tengamos una vida más plena y serena.
Conclusión
El mundo no nos ofrece verdadera paz. Si queremos descansar realmente, tenemos que buscar el reposo que brinda el Señor. Allí hallaremos la tranquilidad que necesita nuestra alma para reponer sus fuerzas.
Lo que ofrece el mundo es ruido y placeres efímeros. El fruto de esto es el vacío en el alma, porque nuestro espíritu no fue hecho para llenarse de lo material. Necesitamos lo que nos da Dios, que es la paz de una conciencia tranquila si vivimos en su ley (Salmo 23:1-2).
Debemos reservar un día para alabar a Dios y meditar en su Palabra. Pero además, tenemos que aprender que durante el día podemos elevar muchas veces la mente hacia Dios, sintiendo su presencia y protección.
© Renzo Garcia. Todos los derechos reservados.
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