La protección de Dios

Mensajes Cristianos

Mensajes Cristianos Texto Biblico:Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos.” (Salmos 91:11)

Sin duda uno de los textos más hermosos de la biblia se encuentra en el Salmo 91. Aquí Dios nos explica cómo es vivir bajo la sombra de Dios. Vivir bajo la protección de Dios.

¿En quién nos refugiamos?

El salmo inicia explicando que toda persona que se refugia en Dios, y pone en él toda su confianza, podrá vivir seguro. En nuestra vida podemos tener paracaídas, sistemas de seguridad y métodos para correr pocos riesgos, pero nada puede defendernos de ataques espirituales, sino solo la protección de Dios. Solo en Dios podemos tener esa seguridad que necesitamos para cualquier aspecto de la vida.

Podrán venir los ataques más feroces contra nosotros, pero si Dios está de nuestro lado podemos ser más que vencedores. Podemos obtener las victorias en cualquier batalla en la que nos enfrentemos. Toda nuestra confianza debe estar puesta en Dios. En Él no hay un plan B pues no hay duda de su victoria. Toda la esperanza está en Él y no nos defraudará.

Dios nos libra

De cualquier ataque del enemigo obtenemos protección de Dios. De nuestros errores Dios nos libra. Aunque el enemigo ande como león rugiente podemos sentirnos seguros. Aunque como un cazador nos ponga trampas para que nuestro pie tropiece, de Dios obtenemos protección.

Vendrán grandes ataques, con pestes y cualquier arma, pero Dios enviará a sus ángeles que nos defiendan. Aunque nos sintamos solos y multitudes vengan contra nosotros, con Dios podemos estar convencidos que más son los que están por nosotros que los que vienen contra nosotros.

Dios cerrará la boca de los leones y el fuego no nos quemará. Dios nos dará la victoria con un puñado de fuerza. Aunque estemos débiles Él nos dará fuerzas, renovadas como las del águila. Aunque ande en valle de sombra no temeremos mal alguno, pues es mayor el que está con nosotros que el que está en el mundo. Él te libra de cualquier mal.

Aunque otros caigan

Aunque la peste llegue cerca de nosotros, no nos afectará. Podrán caer a nuestro lado miles, pero no llegará a nosotros. Ningún mal nos podrá tocar cuando Dios está de nuestro lado. Podremos ver en nuestro caminar con Dios, como vienen ataques, y a nuestro lado como personas que no se refugian en Él caen y son heridos. Pero nuestra vida está a salvo en las manos del Señor. Y no solo nosotros, sino que protege a todos los nuestros, porque hemos puesto al altísimo como nuestro Dios.

Nadie nos contará las maravillas de Dios, sino con nuestros ojos veremos sus obras. Seremos testigos en primera línea lo que significa tener la protección de Dios. Cualquier victoria que pudiéramos tener por nosotros mismos se vuelven nada al ver la mano de Dios.

Pon a Dios primero

Solo debemos poner a Dios como nuestro protector. Él lo único que quiere que le obedezcamos en todo lo que nos pide. Él se convierte en nuestra muralla contra los ataques del maligno. El se convierte en nuestro castillo y fortaleza que no permite que nada ni nadie nos haga daño.

¿Quién se atreverá a enfrentar a Dios? Si Dios es por nosotros nadie puede hacernos daño. Si alguno se atreve a venir contra nosotros, y estamos tomados de la mano de Dios, el tal sufrirá una derrota para siempre. No se levantará más.

Dios es primero el primero en nuestra vida. Antes que dedicarnos a obtener dinero, antes que dedicarnos a buscar el éxito material, debemos ponerlo a Él en primer lugar en nuestra vida. Con este orden será fácil tomar decisiones cuando Dios nos pida algo.

Es fácil dejarlo todo cuando nuestra prioridad es Dios. Para algunos tal vez sea difícil el poner a Dios primero, como ese joven rico que estimo más importante sus pertenencias que la obediencia a Jesús. No así los apóstoles que dejaron todo por seguir al maestro. Pero ellos recibirán su recompensa directamente de Jesús.

Sin miedo

A lo único que debemos tenerle miedo es a desobedecer a Dios. Debemos humillarnos ante Él y entregarle todo. Aparte de a Dios a nada ni a nadie debemos temer. ¿Acaso hay alguien más poderoso? En lugar de eso debemos ser fiel hasta la muerte. Pelear la buena batalla bajo el cuidado de Dios. Y cuando llegue el momento de partir podrán decir de nosotros que fuimos valientes y atrevidos. Que nada nos hacía daño. Que Dios estaba cuidandonos.

Dios es nuestra fortaleza, nuestro protector, nuestro guardador. La plaga pasará por nuestro lado pero no nos tocara, porque hemos puesto al altísimo como salvador y protector. Sin miedo enfrentemos los ataques, seguros de que la victoria vendrá.

En una guerra normal este consejo no tiene lógica, pero en el evangelio es una verdad: no importa si  consideramos el adversario, si examinamos su tamaño y fuerza, ya que sea cual sea ese poder o estrategia, si se enfrenta contra Dios o sus santos saldrá derrotado. Y tu si estas con Él tendrás una victoria rotunda.

© Mauricio Alvarez. Todos los derechos reservados.

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