¿A quién alimentas más?

Mensajes Cristianos

Predicas Cristianas Texto Bíblico: Gálatas 5:17

Prédica de Hoy: ¿A quien alimentas más?

Introducción

Nuestro Dios es un Dios infinitamente majestuoso en todo lo que hace. Muestra de ello son las cosas creadas, las que vemos y las que no vemos pero que existen. Es decir; la creación entera que es visible y el mundo el espiritual dónde Él habita y que no podemos ver con nuestros ojos terrenales.

La vida de todo ser humano se debate siempre en lo natural y en lo espiritual, y en la vida de un creyente hijo de Dios es más visible. Vivimos en una lucha constante entre los deseos de la carne (deseos propios) y los deseos del Espíritu (los de Dios). Cómo siempre, Dios siempre nos da las herramientas para vencer todo obstáculo que hay entre lo santo y lo profano.

Una batalla constante (Efesios 6:12)

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¿A quién alimentas más?.. Mensajes Cristianos

Nosotros somos seres espirituales sujetos a un cuerpo carnal, somos un alma con un cuerpo y no un cuerpo con un alma. ¿Por qué? Porque fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios. Es por esa razón que todo los hechos que hacemos primero se gesta en la mente y luego en lo material.

Todos los seres humanos a diario nos vemos sujetos a la toma de decisiones desde que nos levantamos de la cama, durante el día y hasta que nos vamos a dormir. Los hijos de Dios nos encontramos con una batalla constante todos los días, cada hora, minuto y segundo. Es una lucha del Espíritu Santo contra los deseos propios de la carne, principalmente comienza en la mente y luego da a luz en lo material, en lo palpable.

Nosotros al conocer a Dios venimos viciados de las cosas del mundo que es contrario a todo lo santo de Dios, y no es porque seamos malos en si, sino; porque es una naturaleza pecaminosa que heredamos de Adán. Y como ahora estamos en el reino de Dios tenemos otras leyes de conducta y moral. Ya Dios es nuestro dueño y Él quiere tomar el control completo de nuestra vida. Por lo tanto depende de nosotros darle cabida al Espíritu de Dios o a los deseos de la carne.

Las dos mascotas

Uso ésta referencia para dar un ejemplo de los deseos de la carne y los deseos del Espíritu que luchan día a día dentro de nosotros.

Digamos que tengo dos mascotas y en vez de alimentar y dedicarle tiempo a las dos, solamente lo hago con una. ¿Qué va a pasar con mis mascotas? Bueno, obviamente una estará en forma, robusta y bien alimentada; y la otra estará débil, flaca, desnutrida y al borde de la muerte sin fuerzas.

Eso es precisamente lo que el apóstol Pablo quiso dar a entender en la carta a los Gálatas cuando dice que los deseos del Espíritu son en contra de la carne y viceversa. (Gálatas 5:17). Ambos deseos luchan entre sí para tomar el control de nuestras vidas, pero nada de eso tendrá efectividad si nosotros no le damos cabida.

Vayamos al ejemplo de las mascotas… Si mi día a día se basa en las cosas del mundo y no alimento mi espíritu, no renunció cada día a mi voluntad, no cuido mis palabras, no tengo temor de Dios, etc. Obviamente que ganará los deseos de la carne en mi vida.

Pero si al contrario yo me someto todos los días a Dios, a su voluntad, a que Él me hable a través de su palabra y poniéndola por obra, yo estaré dándole el lugar perfecto en mi vida, y los deseos de la carne cada día se van haciendo invisibles, porque el Espíritu Santo está tomando el control dándonos forma como hijo de Dios.

Conclusión

¿Por qué vemos tantos hombres y mujeres de Dios que en un tiempo fueron instrumentos grandes en las manos de Dios y de un momento a otro cayeron súbitamente al mundo? ¿Qué pasó allí?. Allí pasó que alimentaron más a la carne y trajo como consecuencia la caída en pecado nuevamente.

Amado hermano (a). Todos los días debemos postrarnos ante Dios y someter nuestro espíritu a las cosas de Él. Es decirle a través de la oración: Señor enséñame a hablar, enséñame a tratar a mi familia, a mis hijos, mi esposo (a). Quiero vivir para agradarte en todo lo que haga. ¡Yo cada día decido creerte a ti y no a lo que el mundo dice! ¡Yo renuncio a mis deseos y te doy el control de mi vida Señor!

Vivir en el Espíritu no es una carrera, es un destino eterno, es una forma de vida. Por lo tanto debemos llenarnos cada día más de Dios para hacerle frente a los deseos contrarios a las cosas de Dios y no caer en la trampa del enemigo.

Fíjese como Cristo se enfrentó al mismo enemigo, lo enfrentó con la palabra de Dios en su boca… ¡tomemos su ejemplo! El enemigo se irá de nuestras vidas cuando nos sometamos a Dios y a su palabra. (Santiago 4:7)

En la vida espiritual gana a quien yo alimente más.

Te pregunto: ¿A quien alimentas más? ¿ Al Espíritu o a la carne? ¿Qué poder tiene el enemigo en tu vida?

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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José R. Hernández
Pastor jubilado de la iglesia El Nuevo Pacto, en Hialeah, FL. Graduado de Summit Bible College. Licenciatura en Estudios Pastorales, y Maestría en Teología.

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