Mensajes Cristianos
Mensajes Cristianos Texto Bíblico: Génesis 2:8-19
Prédica de Hoy: El huerto del Edén
Introducción
El huerto de Edén habla de gracia sobre gracia. El hombre hecho por Dios fue invitado a entrar en toda la plenitud de Dios y disfrutarla. El huerto puede ser tomado como una figura de la provisión que Dios ha efectuado para el hombre en Cristo Jesús. Aquí describiré brevemente lo que era y lo que había en el huerto.
ERA UN JARDÍN
La biblia nos dice que era un jardín, un lugar perfecto creado para el hombre. Allí todo era fértil y productivo. Era un lugar preparado, para un hombre preparado. Se nos recuerda el pacto hecho con Cristo antes que el mundo fuese. Él era el Cordero inmolado desde antes de la fundación del mundo (Efesios 1:4).
FUE PLANTADO POR EL SEÑOR
El hombre no puso mano en la hechura de esta heredad. Ésta, como el plan de la salvación, era obra de Dios: «La salvación es de Jehová» (Jonás 2:9). Tanto la «planta» como el trabajo de plantar le pertenecían a Él solamente .
FUE PLANTADO PARA EL HOMBRE

Dios tenía delante de Sí el bien del hombre en la plantación de cada árbol. Consideró toda la necesidad del hombre, e hizo amplia provisión para su completa satisfacción.
Toda la eterna providencia de Dios a nuestro favor se ve en la plenitud que mora en Cristo. En Cristo está la provisión de Dios para el hombre necesitado. Aleluya… y lo puedo testificar porque he sido testigo de que Dios provee.
También dice que “El árbol de la vida”. Éste se hallaba en medio del huerto. LA VIDA es la primera necesidad del hombre. Cristo dijo: «Yo he venido para que tengan vida» (Juan. 10:10). Éste era el árbol de vida eterna para Adán.
La cruz de Cristo en medio es el árbol de vida para el hombre caído. Antes que Adán pudiese morir tenía que ser alejado del árbol de la vida. Estar sin Cristo es estar sin esperanza.
En el huerto todo árbol es delicioso a la vista. Aquí también Adán encontró su placer. En la provisión de Dios para nosotros en Cristo hay vida y toda cosa deleitosa. Todo árbol era bueno para comer. Hay muchos placeres que no satisfacen, pero estos placeres divinos son buenos para alimentación. Edifican y fortalecen.
Cada promesa de Dios es un árbol de fruto; el jardín del Señor está lleno de ellos.
Al leer el libro de Génesis podemos darnos cuenta a simple vista que todo parecía perfecto hasta que leímos que también estaba el «árbol de la ciencia del bien y el mal». ¿Hubiera sido mejor sin esto Verdad? Aquí hay una verdad profunda. No podremos conocer el bien y el mal, en un sentido verdadero, hasta que hayamos sido plantados en Cristo. Allí el pecado y la gracia son bien conocidos.
Había un río de agua (Génesis 2:10). Un río irrigaba el huerto. Hay un río cuyas «corrientes alegran la ciudad de Dios» (Salmo 46:4). Las bendiciones en Cristo son todas hechas fructíferas por el poder del Espíritu Santo.
El HOMBRE FUE PUESTO ALLÍ POR DIOS
«Dios lo puso en el huerto» (Génesis. 2:15). Adán no fue hecho en el huerto, pero si fue plantado allí para disfrutar de la plenitud de Dios. El ser nosotros injertados en Cristo es un acto divino. La provisión es mucha, pero eso no es suficiente. El alma del hombre, por el Espíritu Santo, tiene que ser puesta en contacto con ella.
Amado hermano (a) Adán fue puesto allí para labrar y guardar el huerto (Génesis 2:15). La vida cristiana, aunque es una vida de fe, no es una vida de ocio. Tenemos que esforzarnos por la obra de Dios.
Donde estés, da fruto
Ya todos sabemos el desenlace de la historia de la Huerto, Adán y Eva pecaron en desobediencia a Dios y por lo tanto fueron expulsados del huerto para siempre y el pecado entró a dañar todo lo de Dios.
Cabe destacar que en el huerto no existía ni día ni hora, era una dimensión de Dios obviamente distinta a la que comúnmente conocemos, allí no había enfermedad ni vejez. Aunque eso se acabó cuando ellos cayeron; también hay que resaltar que mientras estuvieron en el Edén ellos dieron frutos.
Adán le puso nombre a todos los animales y es por el nombre con el cual se les conoce hoy en día. Amado hermano en el Señor… dónde Dios te ponga, Ud. debe dar frutos porque dentro de Ud. habita Él. Dónde Ud. llegue, el ambiente debe cambiar porque llegó un hombre o una mujer llenos del poder del Espíritu Santo.
Conclusión
A lo largo de los años he escuchado a decenas de consiervos diciendo: ¡no me gusta ésta iglesia me voy para otra! Déjame decirte algo: Dios es el que te lleva al lugar dónde él quiere que Ud. esté. Así que si Ud. está en un lugar del reino de Dios que a Ud. no le gusta, sepa que Dios te puso allí para que cambiarás ese ambiente y des frutos para su gloria y para su honra.
Demos frutos donde quiera que estemos y no desobedezcamos a Dios como lo hizo Adán y Eva.
Bendiciones
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