El río de Dios

Mensajes Cristianos

Mensajes Cristianos Predica de Hoy: El río de Dios

Mensajes Cristianos Lectura Bíblica de Hoy: Ezequiel 47:1-5

Introducción

Muchos creyentes, cristianos que se congregan, se preguntan: ¿Qué es el río de Dios y donde lo encontramos? ¿Para qué me sirve el río de Dios? ¿Habrá quien se oponga a que el río de Dios fluya en Su iglesia? Y estas son preguntas que solamente se pueden responder entendiendo a Dios, y conociendo Su Palabra.

El río

En cualquier río de la tierras están las aguas, y en Apocalipsis 22:1, el río representa el “agua de vida que salía del trono de Dios y del Cordero”. También es importante recordar que al ser sacrificado Jesús, de su costado herido fluyen las aguas de vida que van siempre en aumento, en el creyente individual como en el corazón de la congregación.

El profeta ve un río brotando desde abajo de la puerta del templo y en dirección al oriente. Es decir, a lo largo del Gihón, y se convierte en la única fuente de agua en la proximidad de Jerusalén en costado derecho del valle del Cedrón, atravesando los muros de Jerusalén y permitiendo la vida de los habitantes. Pero lo principal de la visión es el crecimiento rápido de las aguas que de ser un arroyo pequeño llega a ser un río inmenso. Pero sin el aporte de corrientes auxiliares, sino por su propia provisión desde el manantial sagrado en el templo.

Esto nos está diciendo que hay cosas fáciles de entender y otras difíciles

Por eso nos habla de aguas hasta el tobillo, otras más difíciles, hasta las rodillas y los lomos, como también otras que están fuera de nuestro entendimiento, cuales solo podemos contemplar la profundidad.

“¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas” Romanos 11:33-36.

El poder de Dios está representado en este río que sale desde la casa de Dios y se desborda hacia todo lugar. Y también cuando Jesús entró en el santuario señaló lo que sucedería en los últimos días, donde la gloria del Señor se desbordaría al mundo desde la casa de Dios.

El río del Espíritu

El río que nos muestra Ezequiel nos enseña que el río del Espíritu puede aumentar su caudal conforme el pueblo adore al Señor. Es decir, que con mayor adoración, mayor será el nivel de las aguas del poder y la manifestación de Dios.

La visión de Ezequiel nos muestra la Iglesia cuya adoración se proyecta como un gran río, donde al aumentar la adoración, las aguas también crecen. Entonces podríamos decir que hay una relación entre el crecimiento de la adoración en la Iglesia como templo del Espíritu Santo, y el caudal de las aguas del río de Dios.

Según sube la adoración en el altar también suben las aguas y el poder de Dios.

Por lo que el ángel nos muestra diferentes niveles de crecimiento del caudal del río de Dios, de manera que las aguas primero llegan a los tobillos. Al crecer luego llegan hasta las rodillas, luego hasta los lomos, y finalmente cubren totalmente a un ser humano puesto de pie en el río.

Pero también debemos observar que en cada nivel el ser humano va perdiendo la posibilidad de moverse con su propia fuerza, y a mayor adoración, mayor nivel de las aguas del río, mayor caudal, y menor posibilidad de moverse con fuerzas humanas.

Y cuando el río ha crecido a consecuencia de una adoración poderosa, solamente se puede nadar en la dirección que el río lleva. Ya no es nuestra voluntad la que nos gobierna, sino la de Dios, porque el río sale de Dios, y esto es lo que el Espíritu Santo desea que ocurra en la Iglesia y en la vida de cada creyente cuando le adoran, llevarlos en la dirección que el Señor desea, dejando de lado los anhelos personales, buscando primeramente el reino de Dios y su justicia, Mateo 6:33.

Esto ocurre cuando el pueblo de Dios adora al Señor continuamente. Las aguas del río de Dios crecen tanto que nadie puede andar en por mismo, sino es nadando. Caminando en la dirección que señala el Espíritu Santo, y no en la que marca el egoísmo, la soberbia, y el orgullo del hombre.

¿Por qué no vemos continuamente milagros de Dios?

Cuántas veces nos preguntamos por qué no vemos continuamente milagros de Dios, o pensamos que el poder de Dios ha disminuido ya que no recibimos la bendición que tanto anhelamos, y ésta es una de las razones.

Cuando la iglesia adore continuamente

Cuando la iglesia adore continuamente “haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos” Hageo 2:7. La gloria del Señor llenará la tierra como las aguas cubren al mar, y la gloria postrera será mejor que la primera porque es a través de nuestra adoración.

Cuando el río del Señor se desborda en la iglesia, reedificamos, levantamos, y restauramos, no solamente ciudades, sino escombros de generaciones destruidas por el pecado.

“Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones” Isaías 61:4, esto es fundamental para las generaciones que nos seguirán, pues entonces “serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya” Isaías 61:3.

Ezequiel nos dice que al adorar a Dios las aguas del río del Espíritu se desbordaran y tocaran a los hombres que buscan esas aguas y entonces crecerán, darán fruto a tiempo y su hoja no caerá, entonces estos creyentes que permanezcan a la orilla del río prosperaran.

Contaminan el agua

Lamentablemente muchos creyentes se acercan a la orilla y contaminan el agua con su murmuración, ira, división, adulterio, celos, hechicería, contaminan las aguas del río de Dios con sus obras de la carne y las ensucian.

Muchas personas del mundo vienen al río al oír los testimonios, se inclinaban a probar el agua y anhelan meterse dentro de la corriente, pero al ver todo esto la rechaza y se alejan del río y de la iglesia.

Como también puede ocurrir que haya creyentes que se aíslen de la corriente del río de Dios para convertirse en lagunas insalubres, sin vida y sin poder; y en la iglesia, los que se aíslen, “sus pantanos y sus lagunas no se sanearán; quedarán para salinas” Ezequiel 47:11. Mientras que los que estén “junto al río, en la ribera, a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. A su tiempo madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina” Ezequiel 47:12.

El río de Dios

El río de Dios recibe sus aguas de la vida de Dios y la adoración de su pueblo, cuando él no vive conforme a la Palabra del Señor, el río recibe lo malo, el pecado, y esto contamina las aguas de Dios y afecta el fluir de Su Espíritu, pero también impide que la gente busque de Dios.

Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de DiosHebreos 12:1-2

Disciplinar la carne

Para esto debemos disciplinar la carne ya que es algo que la Palabra de Dios enseña claramente, aunque muchos no saben cómo hacerlo y se dan por vencidos porque creen que es imposible, y otros siguen luchando aunque están perdiendo una batalla tras otra.

Nosotros tenemos la bendición de ser parte de la generación que verá las señales y los prodigios que los antiguos profetas desearon ver. Pero el pecado impide el derramamiento del Espíritu. El poder y la gloria de Dios se manifestarán en nosotros solo cuando nos despojemos del pecado, y veremos las grandes maravillas que han sido profetizadas.

Nuestros hijos

Todo esto no es solo para nosotros, Jacob invirtió tiempo en bendecir a sus hijos, sobre cada uno declaró palabras proféticas, sobre cada uno soltó una palabra que marcó sus vidas y su futuro. Los padres estamos para bendecir a nuestros hijo.

Hemos sido puestos para marcar vidas y futuro con una palabra de sanidad, de restauración, de perdón y de gracia. Nuestra misión va mucho más allá que generar dinero todo el día para alimentar la carne. Piensa que tus palabras los atraerá o los sacará del camino de Dios. Tus palabras los edificará o los destruirá, tu palabra los sanará y liberará o los enfermará y atará a estructuras enfermizas.

Si tu hijo tiene una visión negativa de la vida que lo lleva a meterse en problemas. Ese hijo necesita que tú le hables palabras de fe, ayúdale a hablar lo que Dios habla y aprenderá a pensar como Dios piensa.

Como padres

Como padres, sentémonos con ellos, no para decirle lo que tiene que hacer, sino para ayudarle a pensar y buscar soluciones a sus inquietudes. Dale una palabra de sabiduría que le abra los ojos, dales un sueño que los motive a seguir el camino del Señor. Siembra nuevos desafíos que traigan una nueva dirección y abran delante de ellos caminos nuevos para sus vidas. Recuerda que fuiste puesto para bendecirles.

Piensa que las palabras que hablamos tienen el poder de cambiar el ambiente en el que vivimos. Un ambiente de violencia está alimentado y sostenido por palabras violentas y agresivas que hablan los padres.

Un ambiente egoísta es mantenido por actitudes y hechos egoístas de los padres. Aquellos que viven hablando enfermedad y dolor viven sufriendo nuevas enfermedades y dolores. Las palabras tienen el poder de provocar ambientes determinados. Entonces, habla palabras que cambien el ambiente en que viven tus hijos.

Conclusión

El río de Dios nace en el altar, pero fluye de Jesús, pues dijo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”. Ahora, su nivel sube o baja sea la vida de los creyentes y la adoración de Su iglesia, ya que el que cree en Jesús, “de su interior correrán ríos de agua viva”, y estos ríos son la adoración continua de cada uno individualmente, y de la iglesia en su conjunto. Es la adoración que rompe barreras, la adoración que cubre una iglesia del pecado, una ciudad, una nación.

© Luis A. Coria. Todos los derechos reservados.

Predicas Bíblicas.. Mensajes Cristianos

author avatar
Predicas Biblicas
Predicas Biblicas un central de sermones cristianos dedicado a evangelizar a las naciones a través de predicas cristianas, estudios biblicos, y mensajes cristianos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio