Mensajes Cristianos – Predicas Cristianas
“…Esto digo, pues, y afirmo juntamente con el Señor: que ya no andéis así como andan también los gentiles, en la vanidad de su mente, entenebrecidos en su entendimiento, excluidos de la vida de Dios por causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su corazón…” Efesios 4:17-18
Cuando empezamos a escrudiñar la palabra de Dios y recibimos a Cristo como nuestro Señor y Salvador es muy cierto que nos enamoramos de él, pero también es cierto que por nuestros pensamientos se nos pasan muchas interrogantes como por ejemplo.
Podremos vivir sin asistir a fiestas, cambiar nuestra manera de hablar, dejar amistades que solo causan vicios, cambiar nuestra manera de vestir con lo que está a la moda, en fin muchas cosas más.
Pero, ¿realmente es un sacrificio doloroso? ¿Acaso no dijo Cristo: -Mi yugo es fácil y ligera mi carga? Así que, si realmente nacimos de Dios nuestro nuevo corazón buscará las cosas de arriba, aunque muchas veces el pecado puede engañarnos.
Pero veamos que se nos en Efesios 4:23-24 “y que seáis renovados en el Espíritu de vuestras mente, y os vistáis del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad”.
Entonces cuando el Espíritu Santo empieza a trabajar en tu corazón el amor que sientes por Dios es más grande que tus costumbres y placeres mundanos.
Lo que antes te parecía un sacrificio, algo difícil de dejar o viviendo con el temor de que lo harás por un tiempo pero que puedes volver a caer en ese mundo, ya deja de ser una certeza en tu cabeza y corazón, puesto que ahora tú sientes una seguridad en su palabra y en las promesas que te da en cada versículo, y a medida que tú vas aprendiendo empiezas a tener armas para luchar contra todas esas debilidades que hay en tu vida.
Hermanos, no existe mayor motivación para andar como es digno del evangelio que las promesas de nuestro Dios. Así que obedezcamos a su palabra Mateo 5:16:
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
Amados, una vez más Dios nos que seamos luz para los hombres del mundo que aún no lo conocen y ellos puedan ver las buenas obras que Dios hace en nuestras vidas y así el maravilloso nombre de Dios será glorificado entre los hombres.
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