Predicas Cristianas
1 Corintios 10:14 “…Por tanto, amados míos, huid de la idolatría…”
Dios te ayudara a resistir la tentación ayudándote a reconocer a aquella persona, y situaciones, que te originan problemas. Como no sabemos cuándo atacara el enemigo, la biblia nos enseña cómo debemos estar preparados siempre para poder pelear, Efesios 6 nos da un ejemplo maravilloso de la vestidura del creyente, que debemos usar.
Esta armadura divina debe estar siempre puesta, desde la coraza hasta los calzados, pero hoy en día creo que ni las sandalias nos ponemos. Como el guerrero que va en el tumulto de la batalla bien reforzado con su armadura, así el cristiano debe estar vestido de toda la armadura de Dios, ¿y para que cree que hay que ponérsela? “para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo” (Efesios 6:11). Para eso es la armadura de Dios, no para dejarla en casa.
Al parecer, sentimos que estamos superdotado de sabiduría y de dominio propio que creemos que la armadura de Dios es solo una pesada carga más. “más vale pesada que destruido” salimos tan rápidos de nuestro hogar que se nos olvida ponérnosla.
Dios ha provisto esta armadura para ti y para mí, crees que yo no tengo tentaciones, o soy el más inmaculado, el diablo me señalo como su enemigo, y ningún súbdito lo abandona así por así quedándose el tranquilo. Ya puso precio a mi cabeza. No desprecies la ayuda que te da el Salvador, no desperdicies las armas que se te han entregado, úsalas en el nombre de Cristo y vencerás.
Apartarse de todo aquello que sabes que es erróneo.
La juventud y su curiosidad por el mundo, es igual a la de un gato, es tan curioso que no se apercibe del peligro, y en vez de huir se congela. Como existen tantas tentaciones en nuestro entorno, se nos hace discernir entre lo bueno y lo malo, lo malo vemos bueno y lo bueno lo vemos malo. Andamos siempre viviendo al revés, ¿Por qué pasa eso?
Primero por tu deficiencia de oración, pasas mas en internet, celular y televisión, que cuando llega la noche este tan agotado de tanta información que lo que quieres es dormir. Una de las decadencias más grandes en nuestros líderes jóvenes es su falta de comunión con Dios, pereza orar y estudiar la Biblia. Y el diablo ha encontrado la forma de distraernos al 100% no creas que viendo la TV por tres horas y orar 10 minutos escucharas la voz de Dios, lo más que escucharas son las propagandas que se han quedado en tu mente. Oseas 4:6 – “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.”
Una reprensión de Dios para Israel, y hoy en día esta misma palabra es para nosotros, caemos en las tentaciones diarias porque despreciamos la ayuda de Dios y su buen consejo.
Hasta cuando caeremos conociendo la ayuda, hasta cuando cederemos a las tentaciones sabiendo que la paga del pecado es muerte, si dios nos ha provisto medios para seguir en victoria, ¿Por qué la despreciamos?
Escoger solo lo que es correcto
1 Corintios 10:23 “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica“.
Hay muchas cosas que podemos hacer, la diferencia entre el creyente con el no creyente es que, el no creyente hace todo lo que quiera sin tener que rendirle cuenta a nadie (supuestamente) pero el creyente sabe que no todas las cosas son buenas o vienen de Dios. Cuando venimos a los pies de Cristo el nos da de su sabiduría para entender y ver la realidad de las cosas (Juan 8:32).
Cuando conocemos a Jesús el nos revela toda la verdad mediante su Espíritu Santo, entonces el Espíritu nos hace ver que muchas cosas que hay en este mundo no son buenas, por eso Pablo decía que todo le era licito, así que, si él quería se iba al mundo, pero entonces pensaba, no me conviene.
Cuando se es mundano y se lleva una vida desordenada todas las cosas que prohíbe la biblia se ven como oportunidades, ejemplos, mujeres, fiestas, borracheras, orgias, fornicaciones etc. Todas estas cosas para el no creyente son oportunidades que no se pueden despreciar. Hablo como hombre y experimentador de todas esas detracciones.
Pero cuando uno viene al conocimiento de Dios vemos que eso era tan terrible que podía llevarnos a la muerte tanto física como espiritual. Todavía me siguen siendo licitas, pero ahora no me conviene hacerlas, si las quiero las vuelvo a repetir pero si lo hago sabiendo lo que significa me es pecado y me lleva a la muerte eterna.
