Como águilas

Predicas Cristianas

Como águilas deberíamos volar, en libertad pues el Señor nos ha hecho libres para que cumplamos con el propósito que cada uno tenemos en Cristo y no caminando como un ave de corral; es hora de dejar de pregonar una libertad que no disfrutamos.

Es hora de dejar de predicar un evangelio que no cumplimos ni disfrutamos, es la hora en que debemos ponernos en las manos de Dios para trabajar en su obra y disfrutar de sus bendiciones.

Leamos la palabra de Dios en Isaías 60:8-9¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes, y como palomas a sus ventanas?. Ciertamente a mi esperarán los de la costa, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer a sus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Jehová tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado”.

Convenirse en cristiano, recibir a Jesús en nuestro corazón como Señor y Salvador personal, es tan sólo el comienzo de una nueva y maravillosa vida; debemos tener en cuenta que Dios pocas veces lleva al cielo, a su presencia, a las personas en cuanto se vuelven cristianas.

Es decir en cuanto reciben al Señor en su corazón, y esto es bastante razonable pues Él tiene tareas específicas para cada uno de nosotros aquí en la tierra, cada uno tiene propósitos que deberemos de cumplir antes de llegar a la misma presencia del Señor.

Volver a nacer, renacer en Cristo, es como salir un polluelo del cascaron; mucho antes de que tu nacieras, antes incluso de tu concepción, Dios te tenía a ti en mente para que colaboraras en su obra de amor, llevando su Palabra a fin de que muchos otros puedan ser salvos.

Desde el principio, el Creador ha reservado para ti un propósito específico que deberás cumplir en el peregrinar de tu vida en la tierra, y también en la eternidad junto a Él, participando de su reino.

Sin embargo, nunca conocerás ni cumplirás ese maravilloso propósito si no creces como cristiano para alcanzar la madurez espiritual necesaria; para ser una verdadera águila, no basta con salir de cascarón de un huevo de águila, sino que es necesario que crezcas y luego que vueles y te desarrolles como un águila.

En cierta ocasión un filósofo contó una historia acerca de una bandada de gansos de corral, y decía: Todos los domingos los gansos se reunían cerca del comedero; uno de ellos, un ganso predicador, se trepaba con mucha dificultad en la cerca y hablaba a sus hermanos gansos acerca de las glorias del reino de los gansos.

Les recordaba lo maravilloso que era ser ganso y no gallina o pavo, puesto que los gansos podían volar largas distancias sin agotarse, podían atravesar tempestades para llegar a su destino sin problemas; les hacía ver además que poseían una gran herencia, y les hablaba de las maravillosas posibilidades que les deparaba el futuro al tener la capacidad de volar sin inconvenientes.

A veces, mientras él predicaba sobre los privilegios que tenían por el hechos de ser gansos, sobrevolaba el corral alguna bandada de gansos silvestres que se dirigía hacia el sur, a más de mil metros de altura y formando una “V” como anunciando las victoria de su emigración, el cumplimiento de su propósito, por sobre el mar Báltico, rumbo a la soleada Francia en donde disfrutarían de un clima mejor.

Siempre que esto sucedía, todos los gansos alzaban la vista, llenos de emoción, orgullosos de ser gansos, y comentaban: “Así es cómo somos realmente, nuestro destino no es pasar toda nuestra vida en este corral maloliente. Nuestro destino es volar”.

Pero luego desaparecían de su vista los gansos silvestres, los gansos del corral contemplaban las comodidades que los rodeaban, suspiraban y volvían al fango, a la suciedad del corral; éstos gansos jamás volaron ni un pequeño vuelo, ni siquiera por sobre la cerca en busca de la libertad.

Es lamentable, pero debemos reconocer que en el Reino de Dios, en la iglesia del Señor, existen muchas personas que prefieren quedarse en el corral en lugar de extender sus alas y aprender a volar.

author avatar
Luis Alberto Coria
Mi nombre es Luis Alberto Coria, estoy casado con Nora Griselda Correa y tenemos cuatro hijos. Soy un fiel seguidor de la palabra de Dios.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio