No te Olvides

Predicas Cristianas

En el día de hoy vamos a probar nuestra memoria. ¿Cuantos aquí tienen mala memoria? Yo les puedo decir honestamente que la mía es mala, si no escribo las cosas, pues lo mas seguro es que se me olvide.

Pero el recordar es una parte muy importante de la vida Cristiana. Nunca podemos olvidar del sitio que Él nos saco y nunca podemos olvidar que solo por su gracia somos salvos.

En el día de hoy quiero que miremos una parte de las escrituras que trata con este tema. Trata con el hecho de que nunca podemos olvidar Su gracia infinita. Busquemos en la palabra de Dios para ver como se aplica a nuestra vida. Pongamos nuestras memorias en prueba a ver si somos olvidadizos.

Deuteronomio 8:11-20Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; 12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; 14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; 15 que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal; 16 que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien; 17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. 18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. 19 Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. 20 Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová vuestro Dios.

Antes de poder entender lo que estaba sucediendo aquí, tenemos que cubrir un poco de historia. Aquí tenemos a Moisés hablándole al pueblo de Israel, ellos habían llegado a la tierra prometida, habían llegado a su destinación final y solo le había tomado cuarenta años. ¿Se pueden imaginar cuarenta años en el desierto?

Bueno, ese fue el tiempo exacto que les tomo a ellos para llegar a la tierra prometida. Estamos hablando de un viaje que no toma mas de dieciocho días, y les tomo a ellos cuarenta años. ¿Por que suponen que esto sucedió? La respuesta es fácil. En el camino, el pueblo que Dios libero, el pueblo que Dios amo, el pueblo que debería estar dando gracias desarrollo mala memoria.

Empezaron a rebelarse en contra Dios y a olvidar los milagros que Dios había hecho para liberarles de la esclavitud. Es por esta razón que Moisés les esta advirtiendo al pueblo antes de que entraran en la tierra prometida.

Él quería que según ellos se acomodaran y empezaran a disfrutar de las bendiciones que Dios les había dado, que ellos no se olvidaran la razón por la cual ellos estaban ahí. Que no se les olvidara mantener las leyes de Dios, que no se les olvidara que solo por obra y gracia de Dios estaban ellos en ese lugar. Con esto en mente continuemos, analicemos si las palabras de Moisés nos hablan a nosotros hoy en día.

Para ser bien sinceros con ustedes, nosotros no somos muy diferente a ellos. Todos los que estamos sentados aquí, en un punto o otro en nuestras vidas estuvimos perdidos en el desierto. Estoy seguro que todos podemos recordarnos de estar en búsqueda de algo, completamente perdidos sin rumbo o propósito, sedientos de algo, pero no sabíamos de que.

Tratamos todas las soluciones a nuestro alcance tratando salir de ese calor consumidor u sufrimiento, pero en si nada trabajo. Estuvimos sin rumbo cargando todos nuestros problemas y sufrimientos en nuestros lomos, y yo no sé el de los demás aquí, pero los míos si que eran pesados. Asta que el día que aceptamos a Jesús.

Ese día cuando se nos fue demostrado el camino a la tierra prometida, ese día cuando renunciamos a la ciudadanía del mundo y pasamos a ser ciudadanos en el reino de Dios. ¿Nos podemos acordar de ese día? ¿Estamos todos en ese lugar hoy?

Estoy seguro que si estamos todos. Estoy seguro que hemos entrado en Su reino y que nuestra residencia esta bien segura dentro de Sus paredes, pero aquí es donde comienza el problema para muchos de nosotros. Hemos llegado, hemos recibido, hemos sido liberado de la esclavitud, pero nos hemos olvidado.

Fuimos guiados a través del desierto asta llegar a la tierra prometida, pero se nos ha olvidado como llegamos a ella. Se nos ha olvidado nuestro caminar en el desierto, se nos ha olvidado que fue Él quien nos guío donde estamos hoy.

Al igual que el pueblo de Israel hemos desarrollado mala memoria. Moisés les advirtió a ese pueblo en ese entonces, pero sus palabras sirven para advertirnos a nosotros hoy en día también.

Lo que sucede es que todos nos hemos acomodados grandemente donde estamos en este momento. Hemos recibidos las bendiciones que Dios nos ha dado y estamos satisfechos. El problema es que estamos tan satisfechos que no estamos viviendo según su voluntad para nuestras vidas.

Nos hemos relajado tanto en la manera que hacemos las cosas para Dios que le hemos puesto a Él en segundo lugar en nuestras vidas. Hermanos, si el dormir unas horas mas en la mañana es más importante que venir a la casa de Dios, entonces hemos puesto a Dios en segundo lugar.

Si no podemos abrir nuestras bocas para alabarle por temor a que nos critique el que tenemos al lado, pues entonces estamos poniendo a Dios en segundo lugar. Moisés nos advierte a nosotros de esto mismo cuando dice:

Deuteronomio 8:17-18y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. 18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.

Estaba hablando con un amigo mío el otro día, y el esta pasando por unas tribulaciones bien grandes en su vida. El esta sufriendo de ser acusado falsamente de cosas y no lo esta tomando todo muy bien. El ya se a entrevistado con todos los que le acusan y a explicado sus acciones, él fue a la persona mayor cual él podía ir en busca de justicia, y esa persona le dio una pequeña esperanza.

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José R. Hernández
Pastor jubilado de la iglesia El Nuevo Pacto, en Hialeah, FL. Graduado de Summit Bible College. Licenciatura en Estudios Pastorales, y Maestría en Teología.

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