Pelea a muerte

David ni siquiera podía con el armamento y la coraza para protegerse que las echo de sí (vers. 38-39), con tal desventaja notoria que le podía esperar a este jovencito. Solo un milagro podría librarlo de la muerte.

Al momento de enfrentarse con Goliat este se ofendió, ¿soy yo perro para que vengas con palos?, dijo y maldijo en nombre de sus dioses (vers. 43). David dejo claro que iba en nombre de Jehová de los ejércitos, que de Jehová es la batalla y que le entregaría en su mano. La lección no solo seria para los filisteos sino también a los mismos israelitas que se escondían por temor y habían perdido su fe en Dios (vers. 45-47).

Debemos tener la seguridad de que en nombre de Dios seremos vencedores de cualquier gigante, de cualquier problema por más grande que sea. Solo en el nombre de Cristo podremos salir vencedores contra el enemigo en la batalla entre el bien y el mal.

De la manera más inesperada David con su onda lanzo una piedra a Goliat que le acertó en la frente y lo desplomo al suelo quedando inconsciente, así derroto ese pequeño David a ese gran Gigante Goliat (vers. 49-50). Dios recompenso su fe en él, algo que parecía prácticamente imposible para el hombre fue muy sencillo para aquel pequeño que se dejó guiar por Dios. El Señor está listo para socorrernos y darnos la victoria si le permitimos dirigir nuestra vida.

Proezas de David

La victoria contra Goliat fue uno de los hechos más sorprendentes que realizo David, desde ese momento las mujeres cantaban diciendo: “Saúl hirió a sus miles, David a sus diez miles” (1 Samuel 18:7). Sin embargo esa no fue la única victoria, él fue colocado sobre gente de guerra y era acepto a los ojos del pueblo y del rey.

Dios lo bendijo en gran manera, todo lo que hacía David prosperaba pues Jehová estaba con él, era el más exitoso de los siervos de Saúl y tuvo gran renombre y estima. (1 Samuel 18:28-30)

David siendo perseguido a muerte en varias oportunidades por el rey Saúl, Dios le entregó a su enemigo en sus manos (1 Samuel 24:3-4), sin embargo el temor de Dios era mayor que cualquier cosa por lo que no era capaz de matar a aquel que había sido ungido por Dios para gobernar, aunque él estuviera buscando su muerte.

Saúl murió y David se convirtió en rey, ganó muchas batallas, tuvo muchos éxitos y grandeza en su vida. Era una persona digna de admirar, me imagino que era el héroe de Israel y todos tendrían el deseo de ser como él.

¿Cuál era el secreto de David para lograr todo esto? ¿Por qué pudo lograrlo? Pues resulta que él era un hombre fiel, justo, guardaba la ley de Dios y hacia su voluntad. Solo teniendo nuestras vidas ligadas a la de Dios podremos llegar a ser exitoso en todos los aspectos de nuestra vida y lograr plena felicidad.

David y Betsabé (2 Samuel 11:2-5)

Cierto día David estaba en la casa real y paseándose por el terrado vio a una mujer que se estaba bañando. Al preguntar sobre ella le dijeron que estaba casada con Urías Heteo uno de sus más fieles soldados y aun sabiendo esto la mando a llamar y durmió con ella.

¿Pero cómo pudo pasar esto? ¡No puede ser cierto! ¿Acaso ese era David, el hombre íntegro y fiel a Dios? ¿Si Jehová estaba con él como puedo hacer semejante cosa?

En el primer instante en que una persona se separa de la fortaleza divina, Satanás procura despertar esos deseos impíos de nuestra naturaleza carnal. Si en ese momento David hubiera estado en relación con Dios no hubiera ocurrido nada de eso. Al ser David alabado y exaltado, perdió de vista su dependencia de Dios, lo que provoco su caída en el pecado.

No se puede estar ocioso, David en ese momento debía estar en batalla, sin embargo, estaba en el palacio real paseando sin nada que hacer. Escuche alguna vez un refrán que decía: “El cerebro del hombre ocioso es el taller del diablo” [1]. Y es así, al estar ociosos damos cabida al enemigo y el aprovecha la oportunidad para dirigirnos al mal.

Luego de tener a Jesús en nuestro corazón, no se puede llevar una vida de holgazan, esos momentos de ocio son en los que el diablo tiene mayor éxito en su engaño. Por el contrario, debemos llevar una vida diligente y activa, haciendo cosas provechosas y mucho más ahora que el tiempo del fin está cerca.

Nuestra principal tarea como cristianos es la que Cristo nos encomendó antes de partir (Mateo 28:19-20). Es nuestro deber como seguidores de Cristo predicar su evangelio y llevar esperanza y salvación a un mundo perdido. Es hora de despertar, es tiempo de salir y predicar el evangelio a toda nación, tribu y lengua.

author avatar
Predicas Biblicas
Predicas Biblicas un central de sermones cristianos dedicado a evangelizar a las naciones a través de predicas cristianas, estudios biblicos, y mensajes cristianos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio