Predicas Cristianas
Prédica de Hoy: El pan del cielo es pan de vida
Predicas Cristianas Lectura Bíblica: “…Y cambiaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en lamentaciones; y haré poner cilicio sobre todo lomo, y que se rape toda cabeza; y la volveré como en llanto de unigénito, y su postrimería como día amargo. 11 He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová….”. Amós 8:10-11 (RVR1960)
Introducción
La verdadera vida viene del cielo. Debemos estar en todo tiempo conscientes de quienes somos y a quien servimos. Cada uno mire como sobreedifica examinándose cada día.
Estamos llenos de acontecimientos en todo el mundo: terremotos, inundaciones y incendios. El hombre se salta la ley y piensa que no pasa nada, pero las catástrofes vienen porque es un problema espiritual.
Cuando cambias tu actitud hacia Dios y pones tu mirada en el mundo, en Moab, entonces Dios te castiga. No hay peor humillación que ver como se muere de hambre. Y no hay peor miseria que te mueras espiritualmente de hambre. Vamos a recibir humillaciones por no querer atender y no hacer caso a los avisos de Dios.
En Marcos capítulo 6 Jesús predicó y dijo que Él era el Mesías y ni aun así le creían, y no pudo hacer milagros allí por causa de la incredulidad.
Tienes que estar continuamente vigilándote y manteniéndote en santidad hasta que Él venga porque tú eres tu peor enemigo. Y ya, no solo por ti sino porque puedes contaminar a otros. Jesús decía vosotros sois de vuestro padre el diablo y sus deseos queréis hacer. Ya no tenían más oportunidades.
De toda palabra ociosa que salga de la boca del hombre dará cuenta. Debes tener en mucha estima a los ministros de Dios. No te creas que eres mejor que los demás. Mucho pueblo va a ser humillado, como tú mides te van a medir; el mal que tú haces te vendrá a ti por eso tenemos que mirarnos y cuidar de no creernos superiores a nadie.
Las personas que no tienen disciplina bíblica no están bajo el evangelio de Jesucristo para poder servir a Dios. El pueblo por falta de disciplina, de morir a sus deseos perece. No se trata del que quiere ni del que corre sino del que Dios quiere.
El dolor y el sufrimiento en Dios nos marca, deja huella.
Los rebeldes no dejan marca ni huella. La huella es el peso de gloria que queda en ti. Mirad menospreciadores que estáis despreciando mi palabra, ahora vas a tener hambre y sed de su palabra y no lo hallarás por haber menospreciado. No debes estar en la casa de Dios por intereses, porque de la mucha necedad habla la boca. Las actividades no es un llamado sino un complemento para que Dios te pruebe.
No se puede olvidar la teoría y menos la práctica, necesitas las dos cosas. Por ello necesitamos el conocimiento de la palabra pero también la práctica, la comunión con Dios. No te afirmes en tu conocimiento porque se envanece pero el amor, la gracia y la paz edifican.
En proverbios dice: el que te prepare fosa él caerá en ella. Nunca le prepares a nadie ninguna tumba, porque será la tuya. Hay mucha gente errante, hay muchos hijos que pasan hambre en su propia casa, esto es porque ya no son hijos.
«E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán. En aquel tiempo las doncellas hermosas y los jóvenes desmayarán de sed.» Amós 8:12-13 (RVR1960)
Los jóvenes de hoy quieren un 5% de palabra y un 95% de entretenimiento ( porque no es alabanza). Debes practicar lo que comes, eso es disciplina bíblica. Dios permite que valores por el sufrimiento que has pasado. Cuando entra la fe, entra el hambre y la sed y te cambia la vida. El hambre puede más. Sino tienes hambre estás en problemas.
Es tiempo de discernir lo espiritual, que estamos bajo el maligno y que usa gente destructora. No se trata de ser bueno o malo sino con quien estás. Debes sentirte dichoso de poder recibir esta palabra cada día.
Lo que llevamos dentro es lo que sale, como hicieron con el becerro y con todo lo que recordaban de Egipto. Muchas veces Dios nos desvía de tesoros que pensamos que son buenos para nosotros, pero que realmente serian nuestra tumba, como hizo con Moisés que lo sacó de Egipto y de estar con el faraón disfrutando sus posesiones.
¿Por qué Dios se los llevó al desierto donde no tenían nada?
Para que sólo dependieran de Dios. No había agua ni comida, y Jehová era su provisión, no dependían de nadie únicamente de Dios. El maná del cielo contenía todo lo necesario, y nadie se ponía malo, y el agua salía de la roca.
En Hebreos dice por cuanto nos hemos hecho tardos para oír somos gente inexperta, y necesitamos tutor, que es el pastor. Con amor, con misericordia y verdad se corrige el pecado.
Cuando hablas mal de el maná, que es la palabra, te caerá todo lo malo porque es hablar mal del pan de vida. Así mismo no puedes criticar la comida que recibes del pastor. En el desierto a la gente les picaba las culebras y morían por hablar mal del maná, pues perdían la cobertura. La gente que se salta las leyes espirituales así les va.
El error más grande que hicieron en Egipto es decir: ¿ podrás tú poner mesa en el desierto? Poniendo en duda la obra de Dios, era un pueblo que se quejaba continuamente.
Antes de reinar tienes que sufrir. No hay gloria sin sufrimiento. Debe reinar Cristo en el corazón como rey. El prepucio de nuestro corazón no cae a menos que no lo cortes. El velo que debe caer es la incredulidad y las dudas; de esta forma entonces se enciende una pasión dentro de ti.