Predicas Cristianas
Tener a Dios como nuestro Padre es un privilegio y además la bendición más grande, ya que podemos tener acceder a Él cuándo lo necesitemos y donde quiera que estemos, sabiendo que nos recibirá como hijos, “y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo” Gálatas 4:6-7.
En la época donde había esclavos, la tarea de éstos era agradar a su amo cumpliendo sus deberes, pero por buenos que fuesen nunca podían acercarse a su señor, o darle un abrazo pues podría ser considerado como una falta de respeto; la diferencia era clara, uno era un esclavo que servía por obligación y debía mantenerse a distancia, el otro era el hijo que vivía libremente en la casa y podía acercarse a su padre sin limitaciones.
El problema de muchos cristianos es que siendo hijos de Dios parecen más esclavos que hijos, y esto sucede porque el diablo nos ha hecho ver a Dios como insensible y sin amor, que solo quiere que le sirvamos por temor, pero déjame decirte que si has recibido a Cristo en el corazón, no eres un esclavo sino un hijo amado por Dios, y puedes acercarte todas las veces que quieras y decirle: Padre, te necesito; Padre, dame esto, o Padre necesito lo otro, de manera que si tienes al Señor como tu Padre, vive entonces como un heredero.
Leamos la Palabra de Dios en Gálatas 4:1-5 “Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre. Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo. Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos”.
Pablo les dice a los gálatas que no debían actuar como esclavos, sino como hijos de Dios y herederos de su reino, y que esto es un privilegio que les corresponde solamente a los hijos de Dios, y esa es una palabra también para todos los que han recibido a Jesús como su Señor y Salvador personal, es decir que somos considerados heredero del Reino.
Muchos cristianos no se ven así por causa de su baja autoestima, por cierto no somos los más santos de los cristianos, todavía tenemos muchos defectos, pero con todos esos errores, somos herederos en el reino de Cristo, y el Señor nos dice: “He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona” Apocalipsis 3:11, “y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria” 1 Pedro 5:4, y esto porque los cristianos somos herederos de Dios, no por sus méritos, sino por su gracia.
Cualquiera estaría interesado en ser familiar de un difunto cuya herencia sea atractiva, pero para que tenga un derecho en la herencia tiene que tener un requisito muy importante y es tener vida, pues un muerto no puede reclamar la herencia; de igualmente, el que quiera recibir la herencia de Cristo tiene que tener vida, “y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados” Efesios 2:1, pues una persona que esté muerta en sus delitos y pecado no puede heredar el reino de Dios.
Y debemos saber que la herencia que se recibiremos será un reino que Dios ha preparado desde la fundación del mundo “para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados” Hechos 26:18, y esto significa un traslado de las tinieblas a la luz, de esclavo a heredero, de Satanás a Dios.
Nosotros éramos esclavos, pero Cristo nos compró y el Padre nos adoptó como sus hijos, por lo tanto tenemos el derecho al trono, “y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!” Gálatas 4:6, donde Abba era la palabra que usaban los niños hebreos al dirigirse a sus padres, y Jesús la usó en su oración cuando “decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú” Marcos 14:36, y como hijos de Dios tenemos el privilegio de llamar a Dios también Abba, padre, papá.
A los ojos de Dios los creyentes ya están en el Reino de Su Hijo, aun sin estarlo realmente, por ejemplo, en Apocalipsis leemos que los nombres de los creyentes ya están escritos en el libro de la vida, pero deberemos perseverar en la fe para que entremos efectivamente, de lo contrario corremos peligro de que borre nuestro nombre, y “el que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles” Apocalipsis 3:5.
Pablo nos dice es que el Padre nos ha trasladado al reino de Su Hijo y nos ve como vencedores, es el cristiano escaso de fe y perseverancia el que se ve derrotado, esclavizado, pero realmente ya no lo está, “estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud” Gálatas 5:1.
Booz es el héroe del libro de Rut, era un adinerado de Belén que se preocupaba por el bienestar de sus obreros, además tenía responsabilidad familiar y que fue el bisabuelo de David; el nombre significa fuerza, firmeza, y agilidad, y si queremos desarrollar una vida cristiana de logros en todo es necesario que desarrollemos estas cualidades.
La fuerza era uno de los distintivos de Booz, y esto lo llevaba a no descansar hasta concretar las cosas que se proponía, y nosotros necesitamos, para desarrollarnos a pleno, convertirnos en locomotora y dejar de ser vagón, pues la locomotora se mueve por sí misma mientras que un vagón debe ser arrastrado por una locomotora.
Esta es la realidad de muchos cristianos, necesitan ser empujados, sea por sus líderes o por sus circunstancias, pero no logran avanzar y desarrollarse por sí mismo, que a diferencia de Booz, quien tenía iniciativa propia, quien no dependía de los demás sino que trabajaba conforme a sus metas y con iniciativa propia, y a quienes así actúan no es casualidad que le vaya en la vida.
La firmeza de Booz es lo que deben buscar los cristianos, firmeza que le daba la capacidad de definir y concluir las cosas en su vida, por eso era amo y no esclavo, mientras que muchos creyentes viven sin definir las cosas de su vida y dilatando la toma de decisiones de aquellas que hacen a su crecimiento y desarrollo, siendo por eso que están estancadas y en muchos casos frustradas, en vez de lograr crecer en lo que se proponen y llegar ser un verdadero referente para otros.
La agilidad es otra de las cualidades que Booz tenía, esa agilidad era lo que le hacía no dejar para otro momento las cosas que afectaban su vida, ya que no solo resolvía los problemas, sino que lo hacía en el momento, sin dejar la resolución pendientes para el futuro.
Un cristiano no solo tiene que decidir las cosas, sino que también debe hacer en el momento oportuno, ya que de nada sirve tomar una decisión si el hecho de ejecutarla no produce la transformación necesaria para ser un referente cristiano.
Pablo dice que el que por el Espíritu Santo hace morir las malas pasiones del cuerpo vivirá, y esto porque el que posee el Espíritu de Dios se convierte en hijo de Dios, a tal punto es hijo de Dios, que no tiene ya espíritu de esclavitud, sino espíritu de adopción, y tanto se une el Espíritu Santo a nuestro espíritu que nos lleva a testificar que somos hijos de Dios.
Esto es lo que clama en nuestros corazones: Abba Padre, y hay otro importante testimonio de que somos hijos de Dios, el hecho de que somos herederos de Dios y coherederos con Cristo, “así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo” Gálatas 4:7, “y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados” Romanos 8:17.
Siempre se dijo que el pez grande se come el pez chico, pero lo tiempos han cambiado, la venida del Señor esta próxima, hoy el pez veloz se come al pez lento, por eso la agilidad espiritual es una cualidad indispensable para este tiempo.
Recapacita sobre el perfil de Booz en este día y te invito a imítalo en su forma de actuar cuanto antes para que también puedas experimentar la bendición con que él vivía, con la guía de Dios, puedas desarrollarte plenamente y ser de inspiración a los demás.
Señor, rompe esas ataduras espirituales que me están haciendo perder la bendición de ser un heredero de todas tus bendiciones, y te doy gracias porque ya no soy más esclavo sino un hijo que con confianza te puede llamar ¡PADRE!, por Cristo nuestro Señor, amén.
© Predicas Biblicas. todos los derechos reservados.
Predicas Biblicas.. Predicas Escritas