Nuestras Bendiciones

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Predica de Hoy: Nuestras Bendiciones

Predica Cristiana Texto Bíblico: Proverbios 10:20-24

Introducción

Hageo hace notar cómo los hijos de Dios pueden vivir y caminar bajo la constante bendición de Dios, pero también muestra las razones por que el pueblo pierde las bendiciones de Dios.

La verdad es que Dios bendice aquellos que caminan en fidelidad y obediencia, y no sé a Uds, pero a mí me gusta estar con las personas que saben obtener, y retener, las bendiciones de Dios pues hay algo de Cristo sobre ellos que me trasmite paz y la seguridad de que no tenemos que preocuparnos de si están arriba o abajo porque hay firmeza sobre su caminar con Dios.

Tristezas de un pastor

Una de las más grandes tristezas que un pastor tiene que es ser testigo de los cambios que tienen los cristianos de doble ánimo, pues “el hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminosSantiago 1:8

Estos creyentes que una vez están encendidos para Dios, dedicados y celosos en su obra, están contentos, bendecidos, creciendo en la fe, y madurando espiritualmente. Pero cuando algo les va mal se les acaban las sonrisas, se acaba el entusiasmo por la palabra de Dios. Se detiene el crecimiento porque empiezan a faltar a las reuniones, con lo que nos damos cuenta que la bendición de Dios no está con ellos.

Leamos la palabra de Dios

Plata escogida es la lengua del justo; Mas el corazón de los impíos es como nada. Los labios del justo apacientan a muchos, Mas los necios mueren por falta de entendimiento. La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella. El hacer maldad es como una diversión al insensato; Mas la sabiduría recrea al hombre de entendimiento. Lo que el impío teme, eso le vendrá; Pero a los justos les será dado lo que desean.

Jesucristo dijo: “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de DiosJuan 3:18. Entonces lo primero para tener la bendición de Dios es recibir a Jesucristo como Señor y Salvador, pues es la única manera para evitar ser condenado.

Nuestras Bendiciones: Nacer de nuevo

Cuando nacemos de nuevo y recibimos la vida eterna ponemos nuestra confianza en Jesucristo, y en ese momento hemos dado el primer paso para obtener las bendiciones de Dios. Hemos comenzado una nueva vida en Cristo, y estamos listos para recibir los consejos que en Su palabra ha dejado el Señor para ponerlos en práctica. “pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismosSantiago 1:22.

La palabra de Dios dice que si un miembro se duele, todo el cuerpo sufre. Y si no estás buscando al Señor con todo tu corazón el cuerpo, la iglesia, incluido el Señor, sufre. Esto es lo que marca Hageo, cuando ponían los intereses de Dios primero. Tenían comida y cuidado, sus viñas crecían, tenían paz y el enemigos no prevalecía contra ellos. Era un tiempo de bendición de Dios.

Pero cuando el pueblo se ocupó con sus propias cosas, cuando dejaron de hacer la obra de Dios para poner su mirada en sus intereses, retrasando la vida espiritual, entonces “codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleitesSantiago 4:2-3.

Pero de ninguna manera estamos diciendo que Dios está en contra que proveamos para nuestro hogar, “porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo” 1 Timoteo 5:8. Es decir que debemos ser diligentes en nuestro trabajo diario.

Juzgar y criticar

No debemos juzgar y criticar a quienes cometen errores o no son obedientes a la palabra de Dios, sino que de ellos debemos tomar consejo y aprender una lección de lo vemos. Debemos ver cómo se conducen otras personas en su relación con el Señor.

Debemos ser testigos de los resultados que cosechan las personas al actuar de determinada manera, para aprender para nuestro provecho y crecimiento. Ya sea que caminen de manera correcta o no, debemos aprender de ellas para imitarlas, o no hacer lo que ellas hacen.

Como cristianos debemos ser sabios, tan sabios como para ver y aprender, por eso nos dice el proverbio: “Miré, y lo puse en mi corazón; Lo vi, y tomé consejoProverbios 24:32.

Aprender

Muchos se quedan en la crítica del otro, pero no sacan provecho para su vida de lo que ven, o aplauden las bendiciones que recibió pero no aprovechan el modelo para imitarlo.

Debemos aprender que cuando Dios nos permite ver distintas situaciones, a aquellos que reciben bendiciones constantemente, o los que no avanzan y le van mal las cosas, es para que podamos aprovecharlas, ya sea evitando los comportamientos negativos, como imitando los comportamientos acertados.

Salomón era un observador de los demás y de los resultados que cosechaban, y actuaba sabiamente conforme a lo que estaba observando.

Es tiempo de que los cristianos observen lo que siembran y cosechan los que les rodean para poder actuar con sabiduría, aprendiendo las lecciones que necesitan para crecer y recibir las bendiciones de lo bueno, y alejarse de los que están haciendo lo malo, buscando y hablando siempre la verdad.

Debemos ser observadores

El Señor nos decía que no debemos ser críticos, sino observadores de lo que les acontece a quienes nos rodean, conforme a su forma de actuar, usted observó cómo pierden las familias, o los cristianos la bendición de Dios. Se dio cuenta de qué produce esta falta de prosperidad, o su caída en la ruina.

Hageo da tres razones

La primera. Es porque los intereses personales comienzan a reemplazar los intereses de Dios, es cuando “este pueblo dice, No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificadaHageo 1:2. Es cuando dejan de obedecer al Señor para llevar adelante sus propios pensamientos.

Comienzan muy bien, ponen el fundamento de su vida cristiana con celo y entusiasmo, pero cuando se encuentran con algunas dificultades, van perdieron el interés en Dios.

Las cosas del Señor, que son las que afectan su propias bendiciones, se vuelven secundarias. Comienzan a construir sus propias ideas, y lo peor es que comienzan a usar lo que habían destinado para Dios, fruto de las primeras bendiciones, para sus propios deleites.

La segunda razón por la que las personas pierden la bendición y el favor de Dios es porque no dejan de compararse. Una parte del pueblo de Dios se está rindiendo porque creen que nunca tendrán lo que necesitan.

Ponen a Dios primero buscando su voluntad, pero cuando miran sus vidas, dicen: Tengo tan poco por todos mis esfuerzos, tan poco de su gloria comparado con otros cristianos, no sirve el esfuerzo. El problema es que tienen los ojos puestos la condición respecto de los demás, pero no comprenden que en los tratos con Dios están en el lugar correcto.

No podemos comparar nuestra vida espiritual con la de otro, como tampoco podemos comparar nuestras bendiciones con las de otros. Si hacemos esto, entonces nos enfocamos en el punto equivocado y perdemos de vista a Dios. A Dios que nos dice:

Cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos. Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáisHageo 2:4-5.

Tercera razón . Según Esdras y Nehemías, la sensualidad y la mezcla con el mundo es la muerte que muchos tocan en este tiempo. Si en algún punto en tu vida cristiana tocas el mundo, un compromiso, un deseo, algo que te hace apartar la mirada del Señor, ése es un toque de muerte. Eso cuesta la bendición de Dios.

si alguno llevare carne santificada en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare pan, o vianda, o vino, o aceite, o cualquier otra comida, ¿será santificada? Y respondieron los sacerdotes y dijeron: NoHageo 2:12.

Muchos cristianos están convencidos que están bien con Dios porque vienen a la iglesia, piensan que a través de la alabanza y la oración se les transfiere la santidad de Dios. Déjame decirte que estando en la alabanza, haciendo buenas obras, o participando de la santa cena, ninguna cosa espiritual puede hacerte recto.

El pecado

Puedes llenarte del Espíritu Santo, pero no te hará santo si tienes contacto con el mundo y sus cosas. El pecado es una enfermedad contagiosa, un cristiano a quien la muerte está tocando en alguna parte en su vida, en un momento también tocará a su esposa, sus hijos, y su casa entera. Si hay algo del mundo en tu corazón no puedes tener la bendición de Dios.

Un gran desafío para los cristianos de este tiempo es buscar y hablar la verdad, pero sin importarnos que sea como nosotros quisiéramos que fuera. Muchos son los que buscan consejos, pero que en esos consejos se les diga lo que ellos quieren escuchar porque si no se enojan como ese rey del que habla 2 Crónicas 18:7 diciendo:

Aun hay aquí un hombre por el cual podemos preguntar a Jehová: más yo le aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino siempre mal. Este es Micaías, hijo de Imla. Y respondió Josafat: No hable así el rey.

El rey no quiere consultar al profeta de Dios porque generalmente no le decía lo que él quería oír. Entonces prefirió oír a otros cuatrocientos profetas paganos, porque ellos sí le decían lo que él quería escuchar.

Lo que te gusta oír

Este es el sentir de muchos cristianos que oyen solo a aquellos que les dicen las cosas que les gusta oír, y por eso les va mal en la vida y pierden las bendiciones que el Señor tiene para ellos. La hora de tomar decisiones debemos buscar la guía de Dios, más allá de que esta sea como queríamos que sea, y buscar consejo en aquellos que nos digan la verdad, aunque sea lo que no nos guste escuchar.

Pero a la hora de pedir un consejo también debemos hablar la verdad. Como pastores, en este tiempo de crecimiento espiritual debemos declarar el pecado y las cosas que no le agradan a Dios, más allá de que a los que reciban la palabra no les guste oírla.

Frente a una consejería debemos ser sinceros en nuestra opinión, no decir lo que quieren escuchar para agradar al que nos consulta, siempre que uno debe aconsejar debemos hablar la verdad como corresponde.

Busquemos la verdad

Es tiempo de que verdaderamente busquemos la verdad de parte de Dios para nuestra vida y que también podamos hablar la verdad a los demás, conforme lo que el Señor quiere para ellos. Hablando con valentía tanto para escuchar como para hablar la verdad, y de esta forma puedan ser bendecidos y también ser de bendición a los demás.

Necesitamos comprender la importancia de la semilla, pues “dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su géneroGénesis 1:11-12.

Determinado por la semilla

El futuro de nuestras bendiciones está determinado por la semilla ya que ésta es la que da continuidad, y si la sembrada es buena semilla, no te faltará cosecha “y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mostoProverbios 3:10.

Todo lo que siembres con semilla producirá fruto con semilla que si se vuelve a sembrar es inagotable, “y vio Dios que era bueno”, esto significa que es un buen principio para nosotros. Que a través de esto puedes desatar prosperidad sobre tu vida.

No solo dando buenos frutos, sino sembrando semilla de cada uno de ellos, y esta palabra dada por Dios también debe ser dada por ti a los que te rodean, para que no pierdan sus bendiciones y queden estériles.

© Julio Torres. Todos los derechos reservados.

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Julio Torres
Nacido en hogar cristiano, me gusta estudiar la biblia y predicar el evangelio de Jesucristo.

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