Condiciones de Dios

Predicas Cristianas

Introducción

¿Usted sabe que Dios nos ha dejado establecidas muchas y tremendas promesas en Su palabra de Dios? ¿Y sabe que Dios pone condiciones en todas las promesas que encontraremos en Su palabra de Dios?

Debemos saber que antes, o después de la promesa, viene la condición. Debemos saber y tener claro que no hay bendición sin condición. Por eso nos dice el Señor:

Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santaÉxodo 19:5-6.

Oímos a muchos creyentes apoderarse de las promesas de Dios, eso está bien y todos anhelamos esas promesas. Lo que no todos quieren asumir es que Dios pone condiciones en las miles de promesas que encontramos en la Biblia.

Pues Dios tiene en sus manos el poder, es el dueño de los cielos, de la tierra, del mundo, del oro, de la plata, y de todo lo que existe. Dios tiene la facultad de hacer lo que Él quiera, y la promesa del Señor es verdadera y eficaz.

Si diereis oído a mi voz

Tengamos presente esta frase: “Si diereis oído a mi voz”, te está diciendo el Señor que si oyes su voz algo va a suceder, y si guardamos Su palabra de Diosy la ponemos por obra se cumplirán esas promesas. Lo que debemos rescatar es que el compromiso comienza con la necesidad oír a Dios. Aunque sea una orden, una exhortación, o una reprensión, hay que estar dispuestos a oír su voz.

Yo quiero que ahora, por un instante, tú pienses en los territorios que puedes conquistar. Los personales, los familiares, y también los espirituales. Pues a pesar de la lucha que puedas llegar a tener, vas a poseer esos territorios por una razón simple: Dios lo ha dicho.

Hay una promesa de Dios para tu vida en este tiempo, pero debes saber que toda promesa de Dios viene con una condición. Como también viene con una garantía de cumplimiento, y una advertencia si nosotros no cumplimos con la condición.

Leamos ahora la palabra de Dios

Deuteronomio 28:1-9Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar. Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir. Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti. Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da. Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos.”

Las promesas de Dios

Hay quienes creen que las promesas que Dios nos hace en la Biblia son de cumplimiento obligatorio por parte de Dios, sin importar nuestro comportamiento. Están aquellos que creen que apoderándose de la promesa, y ya tienen todo lo que necesitan y pueden comportarse como les dé la gana porque Dios está obligado a cumplir.

Pero sería bueno para los que creen que las promesas de Dios son incondicionales repasaran los pasajes donde hay promesas, y vean que para alcanzarlas es necesario cumplir algo de nuestra parte, aunque sea tener fe. Muchos cristianos saben que Cristo nos libra de todo pecado, pero no recuerdan que hay que arrepentirse de todo corazón de haberlos cometido, y no seguir cometiéndolos.

La salvación

Cristo nos dio la salvación y sólo tenemos que aceptarla, pero no creamos que podemos seguir pecando voluntariamente sin perderla. Porque como todas las promesas de Dios, la salvación también tiene sus condiciones. Como es el verdadero y profundo arrepentimiento del pecado, cosa que no puede tener quien repite voluntariamente el mismo pecado.

porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversariosHebreos 10:26-27.

Nos edificamos por la obediencia a la palabra de Dios, y la santidad es el resultado de entregarle todo a Dios haciendo Su voluntad.

Cuando acampaban en los límites de la tierra prometida, no era suficiente conocer la promesa y reclamarla, sino que sólo podían hacerla suya ocupándola, cumpliendo las condiciones, actuando con una fe viva en Dios, aplicando las promesas para ellos, todo eso, pero mientras obedecían sus instrucciones.

Obediencia

Si estamos dispuestos a oír la voz de Dios, y hacer lo que nos diga, podemos tener la seguridad de que se cumplirán sus promesas en nosotros, y no tenemos que preocuparnos de enemigos ni de que alguien nos vaya impedir recibir las bendiciones, porque de esos se encargará el Señor.

Dios le dio la promesa a Abraham, de que Sara concebiría, fue promesa de Dios y así se cumplió. Pero llegó el tiempo de las condiciones y le dijo:

Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diréGénesis 22:2

Abraham fue obediente en todo. Pero, ¿cuantos hay a quienes Dios le ha pedido cosas fáciles y no han sido capaces de cumplir? No han sido capaces de despojarse a causa de no pensar que mientras no estén dispuestos a cumplir la condición, Dios no obrará. Eso es lo que detiene el ministerio, el propósito y el cumplimiento de las promesas de Dios en sus vidas, en lo espiritual y en lo material.

Condiciones de las promesas de Dios

Es muy importante buscar las condiciones de las promesas de Dios porque estas son las que nos acercan y unen a él. ¿Cómo podemos esperar que el Señor cumpla una promesa si no hemos respetado las condiciones?

No podemos reclamar las promesas de Dios hasta que cumplamos con las condiciones reveladas en Su palabra. Debemos invocar el nombre de Jesús el cumplimiento de la promesa, pero si no hacemos las cosas que demostrarían nuestra fe en Cristo, cumpliendo las condiciones, no tenemos derecho a recibirlas.

No es tener fe pretender recibir las bendiciones de las promesas sin cumplir las condiciones necesarias para que sean concedidas. Eso es solo presunción, pues la fe verdadera se basa en el cumplimiento de las condiciones establecidas para esas promesas

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