Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Predica de Hoy: Casa firme
Predica Cristiana Base Bíblica: Lucas 6:46-49
Introducción
Si hay algo que toda familia aspira, es tener una casa. Ese lugar en el cual pueda formarse una familia, en el cual puedan verse a los hijos crecer, en donde puedan alcanzarse las metas que como familia se propongan, ese sitio en el cual puedan construirse los recuerdos que los acompañarán por el resto de sus vidas.
Algunos, tienen la casa de sus sueños en su mente. El número de cuartos, la forma de la piscina, el tamaño de los jardines, y los accesorios que estarán dentro de la casa que la convertirán en un sitio en el cual sea agradable la convivencia. Sin embargo, los aspectos técnicos que deben supervisarse para la construcción de la casa, no nos interesan mucho.
Los que no estudiamos arquitectura
Los que no estudiamos arquitectura ni somos ingenieros, no nos concentramos en las bases que necesita la casa. No invertimos nuestro tiempo analizando si el terreno es apto para la construcción, ni nos preocupamos por conocer cuál material es el que más nos conviene. Nos interesan los detalles finales de la obra precisamente porque no somos profesionales en el área de construcción.
Los expertos en construcción conocen la importancia de una buena base al momento de levantar una edificación. De esa base depende que dicha estructura pueda permanecer firme a pesar de los embates del tiempo, o de las catástrofes naturales. Depende de la base que dicha construcción pueda considerarse una casa firme.
Reflexionando sobre esto, nació esta predica bíblica titulada “Casa firme”, cuya base bíblica la encontramos en Lucas 6:46-49, en donde Jesús nos habla sobre cómo puede una casa mantenerse firme.
Desarrollo
Cuando leemos el pasaje bíblico de esta predica cristiana, encontramos que Jesús estaba exhortando a las personas que estaban a su alrededor sobre el hecho de llamarle “Señor”, pero no obedecer sus instrucciones.
Muchas veces pensamos que estas situaciones solo ocurren hoy en día, pero vemos que ya en los tiempos de Jesús las personas eran desobedientes, y les costaba sujetarse. Si le decían “Señor” a Jesús, y no le obedecían, ¿qué podríamos esperar los pastores y líderes de hoy en día? Si no obedecían al Creador de todo, podemos entender que no es descabellado que a las personas les cueste obedecer las instrucciones que se les dan, pero claro está que, aunque no es descabellado, sigue estando mal.
Enseñanza acerca de una casa
En medio de esta exhortación, Jesús saca una enseñanza acerca de una casa. Dice nuestro Señor Jesús que las personas que vienen a él, les escuchan, y hacen lo que Él dice, puede comparárseles con una persona que al edificar una casa, cavó, y puso las bases de la casa sobre la roca, y cuando vino una inundación, la casa se mantuvo firme, porque estaba fundada sobre la roca (Lucas 6:48).
Jesús continuó con su relato, diciendo que las personas que no seguían sus instrucciones, eran semejantes a una persona que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento, y cuando llegó la inundación, la casa cayó, y fue grande su ruina, debido a que la casa no estaba fundada sobre la roca (Lucas 6:49).
Cuando nos ponemos a pensar a qué se refería Jesús cuando decía una casa, lo primero que viene a nuestra mente es nuestra vida. Una vida fundamentada en Dios y en lo que dice su palabra, no se caerá porque él mismo la mantendrá firme, a pesar de las adversidades que puedan levantarse en contra de esa casa. También podríamos decir que esa casa, podría ser un proyecto, una meta, un sueño, que de no estar en la voluntad de Dios, seguramente no será de bendición para nuestras vidas.
Es una relato bastante llamativo, y fácil de entender del cual se pueden sacar varias enseñanzas. Sin embargo, esta predica cristiana quiere enfocarse no precisamente en el relato, sino en el versículo anterior al relato de la casa, es decir, en Lucas 6:47, porque es allí que encontramos la gran clave para entender todo el resto de la historia, y es lo que hace que esta pueda ser realmente edificante.
Beneficios de edificar nuestra casa sobre la roca
Lucas 6:48-49 nos enseña lo beneficioso que es edificar nuestra casa sobre la roca, y el contraste que existe entre los que edifican su casa sobre la roca, y los que no. Pero ¿quiénes son los que construyen la casa sobre la roca?, o ¿qué debemos hacer para realmente construir nuestra casa sobre la roca?
En Lucas 6:47 se nos da la respuesta, porque dice que la persona que construye su casa sobre la roca era semejante a aquel que se acercó a Jesús, escuchó su mensaje, e hizo lo que decía ese mensaje. Esta predica cristiana, es centra en estas tres acciones que nos llevarán a construir sobre la roca, y así edificar una casa firme.
1. Acercarse a Dios
Cuando leemos Lucas 6:47, lo primero que Jesús dice es “todo aquel que viene a mi”. Lo primero que debemos hacer es si realmente queremos construir una casa firme, es acercarnos a Dios. Quizás parece algo bastante obvio, pero no lo es. Muchas personas participan activamente en los distintos ministerios y actividades en nuestras congregaciones pero, ¿todos están cerca de Dios? Seguro que no todos.
El acercarnos a Dios es algo fundamental en permanecer firmes, porque siempre se puede estar más cerca. No creo que los seres humanos lleguemos a un punto en el cual digamos “es suficiente, no puedo estar más cerca de Dios”. Dios es un ser tan grande, tan especial, y tan amoroso, que siempre habrá una forma de acercarte más a Él.
Personas que creían estar cerca de Dios
En la Biblia encontramos casos de personas que creían estar cerca de Dios, pero no lo estaban. Sansón fue uno de ellos. Aunque tuvo un llamado especial de parte de Dios (Jueces 13:3-5), eso no lo hizo inmune a separase de Dios en algún momento, y de hecho, ni se dio cuenta cuando se había apartado de Él (Jueces 16:20), siendo una de las razones de su ruina. Sansón pensaba que estaba cerca de Dios, cuando en realidad estaba lejos.
En el Nuevo Testamento, en Mateo 23:1-36, los fariseos creían que estaban más cerca de Dios por cumplir la ley de Moisés, pero Jesús les hizo ver que muchas de esas cosas que hacían no les servían para acercarse a Dios, sino que de hecho los alejaba, y sus actos no permitían que otros se acercasen a Dios. En el fondo, los fariseos pensaban que estaban cerca de Dios cuando en realidad estaban lejos.
El apóstol Pablo
El apóstol Pablo, antes de su conversión, creía que servía a Dios oponiéndose a Jesús y sus enseñanzas, incluso estaba persiguiendo y entregando a la justicia a aquellas personas que creían en Jesús, hasta que se encontró con el mismo Jesús en su camino a Damasco (Hechos 9:1-19). Pablo pensaba que, persiguiendo a los que creían en Jesús, estaba cerca de Dios cuando en realidad estaba lejos.
Es por esto que lo primero que debemos hacer para construir una casa firme, y ver los propósitos de Dios cumplirse en nuestra vida, es acercarnos a Dios.
En el Salmo 73:28, el salmista declara que el acercarse a Dios es el bien. Debe estar sumamente claro para nosotros que acercarnos a Dios traerá bendición a nuestra vida, aunque tengamos que vivir la adversidad que representa el seguir a Dios en un mundo como este.
Santiago 4:8 dice que si nosotros nos acercamos a Dios, Él se acercará a nosotros. Es nuestra decisión el acercarnos a Dios y no solo eso, sino el mantenernos cerca de él.
2. Escuchar a Dios
En la base bíblica de esta predica cristiana, Jesús dijo que aquella persona que edificó su casa sobre la roca era semejante a “aquel que viene a mi, y oye mis palabras”
Escuchar a Dios es clave para poder tener éxito en nuestra vida como cristianos. Por lo general, las personas se congregan para escuchar a Dios, o el mensaje que Dios tiene para ellos, y que reciben a través de sus pastores, predicadores, o maestros. Sin embargo, conformarse con escuchar a Dios los días de reuniones de nuestras congregaciones, es bastante poco cuando entendemos que no solo vivimos de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4:4).
Necesitamos escuchar a Dios
Necesitamos escuchar a Dios todos los días, porque sencillamente todos los días necesitamos de su guía. Afortunadamente, Dios nos dejó una manera bastante accesible para escucharle, y esa es su Palabra, que está contenida en la Biblia. Toda persona que quiera escuchar a Dios, y saber qué es lo que Dios piensa sobre un asunto, puede acercarse con confianza a la Biblia, creyendo que ahí está lo que Dios quiere que cada ser humano conozca.
Muchas personas quieren escuchar a Dios audiblemente, o quieren tener una experiencia sobrenatural para escucharle, pero subestiman el hecho de que Dios nos dejó su Palabra precisamente para que sus hijos pudieran conocerle, y conocer cómo trabaja con los seres humanos.
Debemos leer su Palabra
Si de verdad queremos escuchar su mensaje, debemos leer su Palabra. La Palabra de Dios tiene la capacidad de explicarse así misma, y en 2 Timoteo 3:16, el apóstol Pablo nos dice que toda la escritura es inspirada por Dios, y es útil para enseñar, redargüir, corregir e instruir en justicia. Si queremos ser enseñados, corregidos e instruidos por Dios, necesitamos escucharle a través de su Palabra.
La Biblia nos dice que la palabra de Dios debe morar en forma abundante en nosotros (Colosenses 3:16), así entendemos que nunca es demasiado cuando se trata de escuchar a Dios.
3. Hacer lo que Dios dice
El último punto de esta predica cristiana es hacer lo que Dios dice. Esto es lo que de verdad hace la diferencia entre una vida sobre la roca, y una vida fuera de la roca.
Cuando leemos con detenimiento el pasaje bíblico de esta predica cristiana, entendemos que las dos personas que construyeron su casa se acercaron a Dios, las dos personas escucharon a Dios, pero una persona puso en práctica la palabra, mientras que la otra no.
Esto nos da una enseñanza fuerte pero necesaria. Podemos estar muy cerca de Dios, podemos escuchar mucho a Dios, pero si no ponemos en práctica eso que escuchamos, entonces nuestro futuro es totalmente incierto y estamos expuestos a una tragedia como la que ocurre en la historia, donde dice que fue grande la ruina de aquella casa.
En la Biblia se nos insta a obedecer a Dios desde el principio. Desde Génesis, vemos como Adán y Eva vivían bien en el Edén, hasta que desobedecieron el mandato que Dios les dio, y entró el pecado al género humano.
Ejemplos de personas que fueron obedientes
Hay muchos ejemplos de personas que fueron obedientes a Dios en situaciones extremas. Abraham fue uno de ellos. Abraham fue llamado a dejar su tierra, y dejar a su familia, y sin tener una dirección exacta a donde iría (Hebreos 11:8). Después de muchos sucesos, Abraham fue llamado a sacrificar su hijo amado, y lo hubiese hecho de no haber sido detenido por Dios. Por razones como estas es que Abraham es un ejemplo de obediencia, y de fe.
Y si hay algún ejemplo, una persona a la cual podamos imitar en cuanto a obediencia se trata, no hay nadie mejor que Jesús. Jesús siendo el hijo de Dios, no estimó el ser alguien superior como algo a lo cual aferrarse sino que se humilló, y fue obediente hasta tal punto de morir en una cruz por nuestros pecados (Filipenses 2:6-8), porque entendía que esa era la voluntad de Dios para él.
Si verdaderamente queremos construir una casa firme, necesitamos hacerlo en obediencia a lo que Dios dice, porque de lo contrario, sufriremos las consecuencias.
Conclusión
¿Cuál es tu casa? Quizás quieres formar una familia, emprender un negocio, comenzar un proyecto, o ir en pos de tus sueños. La mejor manera de hacerlo es colocando todo en las manos de Dios.
Si te acercas a Dios, le escuchas, y comienzas a vivir según lo que Dios te ha dicho, tendrás la seguridad de que tu proyecto tendrá un buen fin, de que soportarás cualquier adversidad, y que cuando venga la inundación (porque siempre vendrán dificultades), tendrás la certeza de que ese proyecto será inconmovible. Estarás seguro de que tendrás una casa firme.
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