La tarea de apacentar ovejas

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Predica de Hoy: La tarea de apacentar ovejas

Predica Cristianas… Base Bíblica: 1 Pedro 5:2-3

Introducción

El pastor (hablando en términos agrícolas) debe ser uno de los oficios más antiguos que existen, por la sencilla razón de que los animales necesitaban personas que les cuidaran, y velarán por su alimentación. También era importante la labor de los pastores porque en épocas antiguas cuando no existía el dinero como tal, se medía la riqueza de una persona por la cantidad de bienes que poseía, y el mayor bien que una persona podía acumular eran animales de ganado.

Podemos decir que la labor pastoral es una de las más antiguas que conocemos porque la biblia dice que Abel, hijo de Adán y Eva, era un pastor de ovejas (Génesis 4:2). También, el oficio de pastor, es bastante mencionado en la Biblia. Abraham tenía pastores (Génesis 13:7), Jacob era pastor de los animales de su suegro (Génesis 31:38). Y el mismísimo rey David, era el pastor de las animales de su familia (1 Samuel 16:11). Es tal la relación del pueblo de Israel con el oficio pastoral, que Jesús se identificó como el buen pastor que da su vida por las ovejas (Juan 10:11).

Ovejas

A través de la Biblia, en muchas oportunidades, encontramos que cuando se nombra a la comunidad de creyentes en Dios, se hace alusión a ellos con las palabras “ovejas”, “rebaño”, o “grey”; y cuando se habla sobre “pastores”, se hace referencia a los líderes de esa comunidad de creyentes. Hoy en día, muchas de las congregaciones, tiene un pastor o cuerpo pastoral (cuando son varios pastores), que son los encargados de velar por la protección, alimentación, y crecimiento espiritual de un grupo de creyentes en Dios. 

En una ocasión, después de que Jesús resucitó, se les apareció a sus discípulos, y entabló una conversación con Pedro, en la cual le hizo tres veces la misma pregunta: “¿Me amas?”. Pedro respondió afirmativamente, a lo cual Jesús le respondió tres veces con la misma indicación: “Apacienta mis ovejas”(Juan 21:15-17). 

Esta prédica cristiana lleva por título: “La tarea de apacentar ovejas”; y tiene su base bíblica en 1 Pedro 5:2-3, donde el apóstol comparte algunas indicaciones sobre cómo debe realizarse la tarea pastoral, y como no debe realizarse.

Desarrollo

El apóstol Pedro, después de una serie de aciertos y desaciertos durante su participación en el ministerio de Jesús en la tierra, se consolidó como uno de los pilares de la iglesia apostólica. Su liderazgo, junto al del apóstol Pablo, fueron claves para que la iglesia se mantuviese unida, y fuerte, especialmente en los períodos de gran incertidumbre y persecución que vinieron después de la muerte de Jesús.

Con más experiencia, con más sabiduría, y con el respaldo y la dirección de Dios, escribe dos cartas a la Iglesia, en donde explica una serie de indicaciones sobre la actitud que debe tomar el pueblo de Dios ante las dificultades, y cómo hacer frente a las creencias erradas que se estaban manifestando en aquellos tiempos.

Es así, como en 1 Pedro 5:2-3, el apóstol le hace unas recomendaciones a aquellas personas encargadas de cuidar al pueblo de Dios, haciendo énfasis en las cosas que deben hacerse, y en las cosas que no deben hacerse. Esta prédica cristiana trata sobre esas indicaciones acerca de la forma en que se debe realizar la labor pastoral, que es la forma en que a Dios le agrada.

Apacentad la grey de Dios

Lo primero que dice el apóstol Pedro, es la misma orden que el Señor Jesús le dio a él después de la resurrección: “apacentad la grey de Dios”. La palabra apacentar significa guiar al ganado a que como pasto, es decir, a que se alimente.

Para entender mejor la alegoría que hace el apóstol Pedro, se hace necesario pensar en la labor del pastor de ovejas. La responsabilidad del pastor es llevar a su rebaño a un lugar donde pueda alimentarse, aunque ello implique mayor trabajo para él, mayor cansancio para él, y requiera mayor sabiduría, porque sencillamente no en todas partes pueden alimentarse las ovejas.

Cuando pensamos en esto, entendemos que es lo que quiere decirle el apóstol Pedro a los pastores. En realidad, hace un llamado a que verdaderamente cumplan con su función de pastor, que es brindarle el alimento que necesitan las ovejas.

¿Cuál es ese alimento que necesitan las ovejas?

Alguien podría preguntarse: ¿Cuál es ese alimento que necesitan las ovejas? Pues no es otra cosa, sino la palabra de Dios. La biblia dice que no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4:4), ese es el alimento que necesitamos; por ello, es que los pastores deben velar porque sus ovejas estén bien alimentadas de la Palabra, y no de enseñanzas extrañas que tienen su origen fuera de las Sagradas Escrituras. 

El apóstol Pedro, en su segunda carta, habla sobre los falsos profetas y falsos maestros que se habían levantado en aquella época. Miles de años después, podemos ver que esas advertencias, hoy tienen más sentido que nunca cuando vemos la cantidad de religiones, creencias, enseñanzas, y filosofías que abundan en el mundo en el que vivimos.

La tarea del pastor

La tarea del pastor es conducir a su rebaño a lugares donde puedan alimentarse. Es aquí donde entra la sabiduría y dirección que Dios le da a cada pastor para enseñar y alimentar a sus ovejas, y para ello debe el pastor alimentarse primero. La palabra de Dios dice sobre si misma que debe morar en abundancia sobre los creyentes (Colosenses 3:16), y los pastores deben ser un ejemplo de esto.

La labor pastoral puede hacerse de muchas maneras, el asunto es llevarla a cabo como a Dios le agrada, y eso es lo que veremos a continuación según lo que leemos en 1 Pedro 5:2-3.

1. No es obligatorio, es voluntario

El apóstol Pablo da a entender que existían pastores que cumplían con la responsabilidad de ser pastor, pero no lo hacían de forma voluntaria, sino porque al parecer no les quedaba otra opción. Era algo que sucedía en aquel tiempo, y todavía sigue sucediendo.

El tomar la responsabilidad de ser pastor, sin tener el verdadero deseo de serlo, es lo que hace que muchos pastores no rindan de la mejor manera, y sus ovejas no crezcan de la forma en que Dios quiere. Esta es una de las causas por las cuales es considerado el oficio de pastor de una congregación, como uno de los trabajos más estresantes del mundo junto a controlador de tráfico aéreo.

Necesitamos entender que Dios nos dejó el libre albedrío para que podamos decidir, y elegir que queremos hacer con nuestra vida. Por tal razón, aunque Dios nos hace el llamado a ser pastor o líder de una congregación,  nosotros podemos aceptar ese llamado o declinar a él.

Temores e imperfecciones

Muchas veces, nuestros temores e imperfecciones, son las que nos llevan a pensar que no estamos capacitados para realizar tan ardua labor como la pastoral. Sin embargo, en la biblia aprendemos que Dios nos da responsabilidades conforme a nuestra capacidad (Mateo 25:14-15), y si Él fue quien nos llamó a tan loable tarea, entonces Él mismo nos ayudará a llevar a cabo con éxito tal actividad.

Es común, que los pastores se cansen de los problemas y situaciones de tensión que se viven en las congregaciones cristianas. Quizás puedan sentirse poco valorados, o que el sacrificio que hace cada pastor junto a su familia, es poco apreciado por su congregación. Es aquí donde cada pastor debe pensar para quien está trabajando, porque aunque servimos a una comunidad de creyentes, no podemos  olvidar que es a Cristo, nuestro Señor al que servimos, y de él recibiremos la recompensa a nuestra labor (Colosenses 3:24).

Cuando comprendemos que trabajamos para Dios, podemos tener una mejor disposición a nuestra labor pastoral, convirtiéndose esto en un enorme privilegio, y dejando de ser una carga.

2. No es por la remuneración

Todo el que acepta el llamado pastoral, debe revisar cuál es la motivación que lo llevó a hacerlo. El apóstol Pedro exhorta a no aceptar el servir a Cristo como pastores, pensando en que esta sea una fuente de ganancia.

Sin duda alguna, la economía y las finanzas de una congregación son un tema bastante polémico, especialmente cuando el pastor o al liderazgo, recibe una remuneración económica por su trabajo.

Diversas posturas al respecto

Existen diversas posturas al respecto. Una postura bastante tradicional, se adhiere a la forma de pensar del apóstol Pablo, el cual dice que él siguió sirviendo a Dios, pero nunca dejó de trabajar. Sino que siempre se mantuvo económicamente para no ser una carga para las Iglesias. Estas personas se basan en aquel conocido versículo que dice que el que no quiere trabajar, tampoco coma (2 Tesalonicenses 3:6-15).

Otra postura más liberal, entiende que el pastor, si va a dedicarse a tiempo completo, debería asignársele cierta cantidad de dinero que le permita ser el proveedor de su familia, y atender los asuntos concernientes a la iglesia sin la presión de realizar otra actividad que le suministre el dinero para la manutención de los suyos.

Estos creyentes se basan, en que los sacerdotes en el antiguo testamento, no tenían necesidad de trabajar porque comían de los mismo sacrificios, y con eso mantenían a sus familias. También se apoyan en algo que le dijo el mismo apóstol Pablo a Timoteo, al citar la misma escritura, al decir que el obrero es digno de su salario (1 Timoteo 5:18).

Aunque la postura que tenga la iglesia es relevante para la decisión de un pastor en aceptar el llamado pastoral o no; en caso de que acepte tal responsabilidad, lo que realmente importa es la intención del corazón de ese pastor, y cual es su verdadera motivación: servir a Dios, o utilizar la iglesia como una fuente de ganancia.

Cuando somos jóvenes, somos más susceptibles a caer en la avaricia, y en el afán de hacer dinero. Es por ello que el Apóstol Pablo recomienda que el líder de una congregación no debería ser un neófito (1 Timoteo 3:6), ni alguien codicioso de ganancias deshonestas (1 Timoteo 3:3).

La lucha en el llamado pastoral

Una de las causas de mayor problema en el llamado pastoral es la lucha contra la autosuficiencia y el orgullo. El pastor, al estar constantemente en un puesto de autoridad y honor dentro de la congregación, y el estar expuesto de forma reiterada frente a un público, puede caer en la trampa de sentirse superior a las demás personas, y dicho reconocimiento pueda convertirse en la ganancia que saca de su llamado. Quizás no es pastor por el dinero que hace, sino por el reconocimiento que recibe; esto no debe ser así.

La motivación principal y genuina de un pastor, es el amor a Dios, y hacia las ovejas que guía, entendiendo que Dios le pedirá cuentas de cada una de ellas (Hebreos 13:17).

3. No son de tu propiedad, son de Dios

El último punto de esta predicación, trata sobre algo que el apóstol Pedro veía en la iglesia primitiva, y hoy se ve por todos lados. Los pastores trataban a las personas como si fuesen sus siervos, cuando no lo son.

Lamentablemente, se sigue viendo esto, cuando las ovejas se convierten casi en sirvientes de los pastores, y llenan a estos de detalles y lujos de los cuales el apóstol Pedro estuviese hastiado. Está  bien, y es bíblico, practicar el servicio y la honra hacia las autoridades, pero no podemos confundirnos exigiendo como pastores  un trato, y un honor que solamente Dios merece.

Los que primeros servidores

Cada pastor necesita comprender, que los que primeros servidores deben ser ellos, y no sus ovejas. Fue Jesús, el Hijo de Dios, el que dijo que Él no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos (Marcos 10:45). Esa es la actitud que debe tener todo Cristiano, especialmente los pastores. Todo el que ha tenido el privilegio de ser llamado a cumplir con la labor pastoral, debe entender que se trata de servir y no de ser servido.

Todo el que es pastor debe entender que las ovejas, no son suyas, son de Dios. Cada pastor tiene simplemente la tarea de velar por ellas mientras están bajo su cuidado, pero el dueño del rebaño es Dios. La grey que debemos apacentar, es de Dios. No podemos olvidar eso.

Para culminar, el apóstol Pedro llama a los pastores a ser ejemplo. Esta es la mejor forma de influenciar a una congregación. Hebreos 13:6 dice que se debe considerar cuál es el resultado de la conducta de los pastores, para ver si se imita su fe. Cada pastor tiene la responsabilidad de ser considerado un ejemplo como padre, como esposo, como ciudadano, y como cristiano, de forma tal que sus ovejas, al analizar su vida, puedan verdaderamente creer en sus enseñanzas, e imitar lo que hace.

Conclusión

El trabajo pastoral es un oficio duro, no apto para cualquier persona sino para aquellos que Dios en su infinita gracia, y sabiduría, ha destinado para tal fin. Cuando se acepta tal llamado, cada pastor debe entender que el ministerio no es algo que se hace por obligación, ni para alcanzar una meta oculta.

El pastorado funciona cuando lo ejerce alguien que quiere hacerlo, que lo hace con buen ánimo; y que entiende que las ovejas son su responsabilidad mientras están en la tierra, pero que al fin y al cabo, la iglesia no es suya, es de Dios.

Para finalizar esta predicación, quisiera comentar lo que dice Hebreos 13:17, donde se hace un llamado a las ovejas para que obedezcan a los pastores; porque obedeciendo, facilitaremos su trabajo, y ellos podrán cumplir con  su misión con alegría, y si  quejarse, lo cual es algo que favorecería a toda la iglesia. 

Seamos obedientes, y colaboremos en el trabajo de los pastores. Así ellos podrán con  alegría, apacentar a las ovejas. Esto es lo que Dios quiere.

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