Duro puede ser el camino

Predicas Cristianas

Prédica de Hoy: Duro puede ser el camino, pero dulce el caminar

Introducción

Con los adelantos tecnológicos y científicos muchas cosa se han mejorado en el mundo, pero hay cosas que todavía no se ha podido eliminar.

La enfermedad, la pobreza, los desastres naturales, etc, siguen atribulándonos, siguen siendo la aflicción en el mundo. Es decir que todavía está vigente la palabra de Jesús que nos dice: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundoJuan 16:33, y dice Isaías que por donde se mire al mundo se verá tiniebla de tribulación, Isaías 5:30.

Cuando Dios hizo juicio contra la desobediencia de Adán y Eva, sentenció también al mundo diciéndole: “Maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campoGénesis 3:17-18.

De manera que la tierra también quedó sujeta a maldición, y Pablo explica esto diciendo:

Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpoRomanos 8:22-23

Jesús nos quiso decir que la aflicción proviene del mundo, no es que el mundo sea nuestro enemigo, sino que el mundo sufre aflicción con nosotros.

Leamos la Palabra de Dios

Isaías 41:10-11No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo”.

La enfermedad

La enfermedad es una fuente de aflicción, aflicción que seguramente todos sufrimos alguna vez, y si alguien es sano y no sufre alguna enfermedad, seguramente verá esta aflicción en los suyos, o en la gente que le rodea sin que poder hacer mucho por ayudar.

Tengamos claro que la enfermedad no viene como castigo, o a causa de males que hacen los brujos y hechiceros. Sino por procesos naturales como contagios, infecciones, etc, o la misma edad.

Jeremías estaba enfermo y sin nadie que le ayude, pero reacciona:

¡Ay de mí, por mi quebrantamiento! mi llaga es muy dolorosa. Pero dije: Ciertamente enfermedad mía es esta, y debo sufrirlaJeremías 10:19.

Es decir que no se puso a clamar a Dios que le quite la enfermedad, sino asumió su realidad y se resignó a sufrirla. Y si todos pudiéramos comprender nuestras aflicciones de esa manera, nos seríamos más valientes y tendríamos mayor capacidad para enfrentar las cosas que nos pasan.

El aburrimiento es una aflicción

Aunque no lo crean, el aburrimiento es una aflicción que está congelando el espíritu de muchos cristianos, y en la humanidad se está profundizando el aburrimiento llevando a muchos a hacer cosas impensadas y trágicas.

hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte. Aun en la risa tendrá dolor el corazón; Y el término de la alegría es congoja. De sus caminos será hastiado el necio de corazón; Pero el hombre de bien estará contento del suyoProverbios 14:12-14

Muchas personas sonríen ante los demás, pero pueden estar profundamente entristecidas, “como diente roto y pie descoyuntado Es la confianza en el prevaricador en tiempo de angustia. El que canta canciones al corazón afligido Es como el que quita la ropa en tiempo de frío, o el que sobre el jabón echa vinagreProverbios 25:19-20. En ellos, las palabras de consuelo y consejo no hacen nada pues está aburrido de su vida.

Cosas que afligen este mundo

Hay muchos otras cosas que afligen este mundo como los accidentes, los desastres naturales, la delincuencia, el terrorismo, y la pobreza sin esperanza. Y muchos dicen que hay que luchar, y por supuesto que hay que seguir esa lucha.

Pero también hay que aprender a convivir con las aflicciones, porque Jesús ya nos dijo que en el mundo tendremos aflicción. Entonces no debemos hacernos la ilusión de una vida sin aflicciones en este mundo engañándonos a nosotros mismo, sino tomar la enseñanza que nos anima a ser buenos soldados de Jesucristo, “Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo2 Timoteo 2:3.

Hubo un hombre enviado por Dios, se llamaba Juan, y vino para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él, y Juan les decía:

Yo soy la voz que clama en el desierto: Enderecen el camino del Señor”, y su nacimiento marcó el inicio del cumplimiento de las promesas divinas. Pero para que éstas lleguen a nosotros “es preciso que él crezca y que yo disminuya”.

Como decía Juan, es dejar que Cristo ocupe el lugar de nuestro “yo”, es hacer una realidad lo que Pablo escribió: “Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí”.

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